Desde el pasado miércoles 2 de marzo, después de casi dos años en la virtualidad, en la provincia de Buenos Aires se volvió a dar clases con la modalidad presencial, esta vez de manera plena. Aunque, tanto en Mendoza como en una parte de CABA ya se había dado inicio al ciclo sin el famoso sistema de burbujas, esta decisión buscaba recuperar la dinámica pedagógica previa a la pandemia.
El bache educacional generado por los dos años de virtualidad, reclama una estrategia específica. No se puede retornar a la presencialidad como si empezara un ciclo lectivo común y corriente, sin embargo, el gobierno todavía no aclaró qué medidas se tomarán para apuntalar las trayectorias educativas que se vieron afectadas.
La estrategia no puede ser generalizada porque los problemas son múltiples, la pobreza y la vulnerabilidad influyen en gran medida al momento de aprender. Además, hay una ruptura del vínculo entre los alumnos y la escuela; esto se vio muy claro en el fracaso del programa ATR, impulsado por el Ministerio de Educación bonaerense. En muchas escuelas la asistencia de los estudiantes no superó el 10%. Les alumnes, o sus adultes a cargo, decidieron que la educación no era prioridad.
La deserción y la vulnerabilidad escolar
Hay un porcentaje de alumnes que quedaron fuera del sistema educativo, según el paralelismo con el número de matrículas de años anteriores. Los planes de estudio y acompañamiento deberían estar enfocados en la deserción escolar, incluir acciones que los devuelva al sistema y los mantenga dentro.
Además de los casos mencionados, también hay que ocuparse de la parte del alumnado que se mantiene escolarizado, pero que debe lidiar día a día con grandes dificultades. Por estos motivos es por lo que las evaluaciones nacionales son tan importantes, sobre todo para tener datos certeros sobre los aprendizajes y proponer soluciones. No debemos olvidar que, incluso tiempo antes de la pandemia, el 50% de les alumnes de secundaria tenían dificultades en su trayectoria educativa por repitencia o abandono. Si los números resultaban dramáticos en 2019, la situación es aún peor en la actualidad.
Por parte de las autoridades no se han pronunciado soluciones certeras. El Gobierno debe estar al tanto del déficit con que les alumnes llegan a este nuevo ciclo lectivo, debe informar cómo será la adaptación a la presencialidad y la recuperación de lo perdido; si se reforzará con clases fuera del horario, o se planea alguna otra estrategia de soporte.
Las nuevas estrategias pedagógicas
Une docente de la escuela secundaria Virgen Inmaculada del barrio de Villa Soldati en comunicación con Info Farco dijo que “la presencialidad plena implica un poco el desafío de no abandonar el camino que profundizó la pandemia, en relación a la construcción y la formación como ciudadanos digitales”.
Algo a considerar para este docente es el hecho de que “pasamos de convivir en una casa y ver quizás en un año a diez personas dentro del núcleo familiar, a convivir durante seis horas todos los días con treinta compañeros desconocidos, en su mayoría dentro del aula.”
Le entrevistade remarcó que es entonces donde “nos encontramos con estas dificultades, estas problemáticas de convivencia que empiezan a emerger después de tres semanas de clases, que desde lo pedagógico creo que es el próximo desafío que se viene.”
Las planificaciones y sus estrategias de aplicación deben enfocarse en “recuperar lo que no se pudo hacer estos dos años, recuperar los contenidos que no se pudieron abordar en primaria con sexto y séptimo grado, y con los chicos que están ahora en primer año del secundario”, concluyó.