Esta semana, la justicia de la provincia de San Luis ordenó indemnizar a un trabajador que fue diagnosticado con el «Síndrome del Burnout». La afección conocida como “síndrome del quemado” le produjo secuelas “orgánicas y psíquicas”, según fuentes judiciales.
Nota al Pie entrevistó al psiquiatra Pablo Wizenberg para conocer detalles de la patología. Al respecto, profundizó sobre las posibles causantes, los síntomas, las consecuencias y el tratamiento para el síndrome.
El Síndrome del Burnout es un síndrome de estrés que se produce entre la intensidad del estímulo y la posibilidad que tenemos individualmente de procesar esos estímulos. Desde el punto de vista de nuestra inteligencia emocional como intelectual», explicó Wizenberg.
En el caso del trabajador citado, el mismo tenía 46 años cuando presentó la demanda. El hombre, que ingresó a la empresa ubicada en la localidad provincial de Villa Mercedes en 2011, trabajó cinco años en el área de recursos humanos en “un ambiente de trabajo hostil”, planteó la demanda.
El especialista en salud mental brindó una serie de precisiones. En ese sentido indicó que “se lo relaciona con el estrés laboral, sea por la carga laboral y/o el tipo de estímulo”.
“A veces son presiones que se ejercen entre las personas de un trabajo. Y las pocas posibilidades de resiliencia y resistencia que tiene cada uno a esos factores de estrés es donde la persona empieza a tener síntomas”, amplió el psiquiatra.
Identificación, consecuencias y tratamiento
En esa misma línea, el psiquiatra profundizó acerca de los síntomas que pueden derivar del síndrome. Al respecto, señaló: “Transitan en sensaciones de agotamiento, imposibilidad de resolver situaciones conflictivas y una disminución de la capacidad intelectual de entender las problemáticas cotidianas y resolverlas”.
En el caso del trabajador de San Luis, la pericia médica dictaminó que padece “un síndrome ansioso, con componentes fóbicos y somatizaciones”. Además, en 2015 sufrió un preinfarto y antes había tenido mononucleosis.
En cuanto a las consecuencias que pueden derivar del “Síndrome del Quemado”, Wizenberg precisó que “tenemos síntomas cognitivos, psicológicos. Y en lo corporal pueden manifestarse síntomas digestivos, respiratorios y síntomas urinarios”.
Por otra parte, el profesional se refirió a la importancia de abordar la afección a tiempo. Al respecto, advirtió: “El síndrome si no es atajado y tratado adecuadamente puede llevar a una depresión con consumo de alcohol, drogas para contrarrestar e inclusive con ideas suicidas”.
Además, aclaró que “es importante entender que a veces uno en el Burnout va entrando lentamente. Y quienes están acompañando no se dan cuenta, piensan que es falta de voluntad o cansancio, no le dan la importancia adecuada. Entonces el entorno pasa a ser cómplice silencioso de que la persona vaya deteriorándose”.
“Hay intensidades menores donde uno con una especie de descanso, recuperación y catarsis de esta situación se recupera en pocos días. O hay situaciones más intensas donde inclusive se necesita de medicación para volver a recuperar un cerebro muy, muy dañado”, concluyó Wizenberg.