El primer gran encuentro que Santiago Featherston tuvo con la literatura fue a la edad de 8 años, con el libro “Rayuela” de Cortázar, el cual estaba en la biblioteca de su madre. “Esto es lo que quiero para mí”, se dijo en aquel momento. Años más tarde, Featherston trabajó como editor y tradujo libros de autores como J.M Barrie, Spencer Holst, Nathanel West, Zelda Fitzgerald y Denton Welch; el mes pasado, publicó su primer libro: “Una canción que dure para siempre”.
“Todas las cosas diferentes son idénticas. Todas las cosas idénticas son diferentes”, reflexiona un personaje del libro. El título reúne una serie de doce cuentos y nace de la puntillosa observación de lo cotidiano y una ligera y adecuada pizca de ficción. Se trata de una obra que establece enseguida “una inmediata y feliz complicidad con el lector” y que tiene como escenario la ciudad de La Plata.
Nota al Pie dialogó con Santiago Featherston, autor del libro, para conocer más sobre su universo literario.
¿Por qué elegiste “Una canción que dure para siempre” como nombre del libro?, ¿Y por qué ese por sobre los demás cuentos?
El título de ese cuento llegó por un amigo; en el cuento hay un personaje que menciona una canción de Don Pullen, titulada “Sing me a song everlasting”. Una traducción literal sería: «Cántame una canción que dure para siempre». El personaje, al traducir, saltea la primera parte y dice simplemente: «Una canción que dure para siempre». Y este amigo que lo leyó, al escuchar ese diálogo dijo: «Ese podría ser un buen título». Y yo estuve tan de acuerdo con él que lo elegí también como título del libro.
Tus cuentos están empapados de escenas cotidianas platenses y es indudable que, al menos algunos personajes, están inspirados en personas que conociste: ¿Cómo crees que juega lo real y lo ficcional en tus historias?
Lo que a mí me interesa es mezclar esa ficción que llamamos realidad con esa otra realidad que llamamos ficción hasta volverlas una masa indisoluble que, al menos en mi propia experiencia, se ajusta más a lo que yo considero real.
Sé que has vivido en un pueblo inglés, no sé si fue el único lugar por fuera de La Plata en donde te has asentado durante un tiempo considerable: ¿De qué manera crees que las experiencias del exilio aparecen en el libro?
Viví en Barcelona cuatro años, cuando era muy chico. No catalogaría como un exilio mi estadía en Inglaterra, tampoco la de Barcelona (menos con la historia que tiene esa palabra en este país). Pero tal vez sí podría hablarse de experiencias de extrañamiento, o de sentirse extranjero. Y en ese sentido, creo que la mayoría de los personajes se sienten un poco descolocados en los ámbitos que habitan, les resulta prácticamente imposible vivir de acuerdo a cualquier clase de norma, detestan los horarios, no les gustan sus trabajos, no consiguen lo que quieren, a veces ni siquiera saben qué es lo que quieren (pero lo quieren ya), o sienten que ya no se conocen a sí mismos y creo que estos cuentos apuntan hacia el momento en que ese estado empieza a aclararse y los personajes logran entrever otra forma de vincularse consigo mismos y con todo aquello que llamamos gente y mundo, aunque quizá sea sólo por un instante, ese es el instante que busca comprender el cuento.
¿Qué crees que tiene un buen libro o una buena pieza literaria?
Hay quien dice que los buenos libros están siempre escritos en una especie de lengua extranjera, es decir que inventan su propio idioma y al hacerlo establecen su propia lógica. Esa es una buena definición.
¿Y a vos qué te empuja a escribir?
Lo que me lleva a escribir es, la mayoría de las veces, una intención de comprender algo, un hecho, un pensamiento, una sensación que no termino de comprender. Para mí, lo que se llama inspiración es detectar algo que falta y sentir el impulso de ir a buscarlo a un lugar impreciso. Porque está ahí, en algún lugar, cerca. La inspiración es un presentimiento de cercanía y de pérdida.
“Una canción que dure para siempre” puede conseguirse en las librerías de todo el país o visitando el portal de la Editorial Sigilo. Hasta el momento, es el único libro que Santiago Featherston tiene publicado. Sin embargo, el escritor anticipó a Nota al Pie que en la actualidad trabaja en nuevos proyectos que todavía no tienen fecha.