Durante los poco más de siete meses que el mandatario lleva en el poder, esta es la segunda moción de vacancia que impulsa la oposición. El primer pedido para declarar la vacancia del cargo de presidente de la república se dio en noviembre de 2021. Sin embargo, no alcanzó los votos suficientes para continuar su trámite en el Legislativo.
En esta oportunidad, el pedido de destitución se da por una presunta «incapacidad moral» de Pedro Castillo para ejercer el cargo de presidente. La iniciativa, impulsada por los partidos de derecha que controlan el parlamento, se presentó unas horas antes de que el mismo cuerpo legislativo aprobara el nuevo gabinete de Aníbal Torres. Estos dos hechos representan una contradicción en la política peruana.
¿Qué tiene que suceder para que puedan destituir a Castillo?
De los 130 congresistas que integran el parlamento peruano, cincuenta firmaron la propuesta. El pedido fue impulsado por el diputado Jorge Montoya de Renovación Popular, pero cuenta también con el aval de los representantes de los partidos derechistas: Avanza País y Fuerza Popular. Algunes representantes de agrupaciones de centro han sumado su visto bueno a la moción.
Para iniciar el trámite ante el congreso es necesario contar con 26 firmas, pero se requieren 52 votos para que se admita a debate. Esto permitiría poner en marcha formalmente el proceso, lo que podría ocurrir entre miércoles y jueves.
En caso de admisión, el Congreso invitaría al presidente de la república a rebatir el pedido ante la representación nacional, en un plazo de entre tres y diez días. Para remover a un presidente se necesitan 87 votos, una suma de la que la oposición no dispone. Una vez el presidente haga empleo de su derecho a la defensa, por su cuenta ó a través de un abogado, se inicia el debate en esa misma sesión. Ésta no finaliza hasta llegar a la votación.
¿De qué se lo acusa?
Entre las razones para que la oposición presente la moción de vacancia ante el congreso se encuentran las supuestas contradicciones de Castillo, las cuales habrían incurrido en sus declaraciones ante la Fiscalía por los casos de Karelim López. Además, otro factor condenatorio serían sus visitas a Palacio de Gobierno, por lo que podría ser acusado de los presuntos delitos de fraude procesal y falsedad genérica.
Además, se lo señala por el silencio ante la denuncia de sus exministros de tener un “gabinete en la sombra” que operaría en el palacio antes mencionado. Todo lo anterior se suma a la acusación por traición a la patria. Esto se deba a que Castillo dejó abierta la posibilidad de convocar a un referéndum para brindarle una salida al mar a Bolivia.
Por último, la empresaria Karelim López, en calidad de aspirante a colaboradora eficaz, declaró ante la Fiscalía de Lavado de Activos. «El presidente integra una mafia que opera en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y dirige licitaciones del sector”, acusó tajante.
Por su lado, en una ceremonia por el Día de la Mujer realizada el martes 8 de marzo, en el Palacio de Gobierno. Castillo expresó que “los grandes retos de Perú exigen que los poderes del Estado, más allá de las diferencias ideológicas y políticas, actuemos con sensatez y responsabilidad”.
“Los peruanos demandan que el ejecutivo y el Congreso nos sentemos a resolver los problemas que tiene este país, nos concentremos en las necesidades más urgentes de esta patria y en las poblaciones más vulnerables tras dos años de una dura crisis sanitaria y económica. El pueblo requiere de empleos más dignos, el retorno a la presencialidad en los colegios”, finalizó el presidente peruano.