El Gobierno de Estados Unidos advierte desde diciembre “una invasión rusa” de forma inminente. Incluso, el mandatario ucraniano, Vladimir Zelensky, pidió calma y afirmó que “no tienen informaciones concretas sobre la invasión”. Si bien Rusia movilizó alrededor de 130 mil efectivos de las fuerzas militares cerca de la frontera con Ucrania, el Gobierno niega una intención de invadir el territorio ucraniano.
Alejandra Loucau, periodista especializada en política internacional, dialogó con Nota al Pie al respecto. Sobre la posible invasión, afirmó que “se parte de un supuesto que no tiene evidencia”. En este contexto, agregó: “Esto fue lo que dijo Estados Unidos según sus servicios de inteligencia”.
Ucrania: ¿qué sucede en la interna del país?
Por su parte, Ignacio Hutin, autor de Donbass/Ucrania: una renovada guerra fría y Ucrania: crónica desde el frente, explicó a Nota al Pie el principio del conflicto interno. Al respecto, aseguró que inició en 2014 cuando se enfrentó el oeste nacionalista (una región proeuropea) con el este (que es la zona rusoparlante).
Dentro de este conflicto, a Rusia le interesaba mantener los intereses rusoparlantes, la comercialización y la base naval en Crimea. “El problema es que no se cumplió ninguna de las tres”, afirmó Hutin.
Entre 2013 y 2014, diferentes movilizaciones de ultraderecha se levantaron en contra del gobierno de Viktor Yanukóvich (aliado de Rusia) al rechazar formar parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Debido a la financiación de Estados Unidos a estos grupos armados de derecha, finalmente lograron un golpe de Estado a Yanukóvich y se instauró un Gobierno pro-estadounidense, “abiertamente xenofobo contra los rusos”. El Donbass (región prorrusa) buscó desde entonces su autonomía del oeste de Ucrania.
En ese contexto, Rusia vuelve a tomar el control de Crimea (que históricamente perteneció al gobierno ruso) ya que es un punto estratégico del país por su salida al Mar Negro.
Los intereses de Rusia: mantener lejos a la OTAN y lograr que se cumpla el tratado de Minsk
El tratado de Minsk, con participación rusa y de la Unión Europea, fue planteado como la paz sobre una federalización de Ucrania con autonomía especial para las regiones separatistas.
Ignacio comentó: “Estados Unidos quiere que Rusia retire sus tropas. Rusia movilizó cerca de 130 mil combatientes hacia las fronteras con Ucrania. Alegan, oficialmente, que son ejercicios militares pero, extraoficialmente, se dejó entrever que se llevó adelante para que se escucharan sus reclamos. Esas peticiones son: que la OTAN no se expanda y que retire armamento de Estados que no son miembros”.
Otra de las cuestiones que el Gobierno ruso busca es cumplir con el tratado de Minsk, aunque hasta ahora la intervención del gobierno estadounidense no permitió que esto ocurriera.
Rusia está bajo la lupa pero, como explicó Huti, tiene a su favor “toda la movilización de tropas que está haciendo”. Esta afirmación responde a que “hoy todo el mundo está hablando sobre qué quiere Rusia, cómo lo quiere y en qué términos”.
De esta forma, sostuvo: “La intención de Rusia no es la invasión, de hecho perdería mucho por las sanciones comerciales”.
La presencia de Estados Unidos
Esta tensión que se mantiene entre Rusia y Ucrania pone en aprietos a Europa, sobre todo en el suministro de gas. Como explicó Loucau: “Rusia es el principal exportador de gas a Europa. A partir de esta amenaza de guerra, el suministro se transformó en una crisis energética”.
La lectura de Loucau tiene que ver con la estrategia de Estados Unidos, “el objetivo es tratar de evitar la expansión de las áreas de influencia rusa en términos económicos hacia Europa”.
Además, Ucrania es un punto estratégico de relaciones comerciales entre Occidente y los países de Europa, debido a su posición geográfica. Rusia cuenta con el proyecto Nord Stream 2, un gasoducto para comercializar con Alemania sin intermediar con Ucrania, aunque aún no se ha utilizado por las presiones estadounidenses.
Para Hutin, seguir presionando al Gobierno ruso solo dará como resultado un acercamiento (aún mayor) con China. “Que China se fortalezca con Rusia no le conviene a nadie”, expresó. A su criterio, este conflicto se va a terminar cuando EE.UU. admita de forma extraoficial que Ucrania no se va a incorporar a la OTAN.
Los peligros de la desinformación
A modo de reflexión sobre el fogoneo mediático acerca de la “invasión rusa” a Ucrania alentado por las tropas en las fronteras, Alejandra Loucau opinó: “El rol de los medios es bastante importante, la desinformación es mucho mayor a la información”.
“Sobre todo en lo que tiene que ver con la evidencia. Corre el riesgo de ser una simple propaganda que forma una opinión pública que apoye algo que realmente pueda llegar a ocurrir, que cueste miles vidas y sea situación catastrófica”, subrayó.
En este contexto, lo más alarmante es lo que realmente sucederá en las próximas semanas. “Preocupa que pueda haber una provocación de falsa bandera, algún evento que intente provocar el involucramiento de Rusia en alguna parte de Ucrania y pueda generar un estallido”, advirtió la analista.
Dicho ataque puede darse, principalmente, en Donbass (territorio prorruso) o “como dijo Putín, puede ser provocado en Crimea si Estados Unidos pretende recuperarla”, sostuvo Loucau.