El 10 de enero en una escuela de McMinn, ubicada en el estado de Tennessee, al sur de los Estados Unidos, una junta escolar prohibió la novela gráfica “Maus”. Una de las características de la obra es ser un relato estremecedor sobre el holocausto. Quizá lo más llamativo es que se trata de la primera novela de su tipo en ganar un premio Pulitzer. Aunque, la demanda se generó por un motivo descabellado, y provocó el efecto opuesto.
Por unanimidad, el consejo de esta escuela decidió expulsar esta obra de la biblioteca escolar, bajo pretextos preocupantes. El argumento fue “en esta obra se ven desnudos femeninos, se ve cómo cuelgan personas, y matan niños”. Lo peculiar del caso se da en que estos elementos denunciados se encuentran completamente descontextualizados.
La obra era parte del programa de lectura para les estudiantes de octavo grado, que ostentan edades de entre 13 y 14 años.
Sobre el autor de “Maus”
Art Spiegelman, escritor nacido en Estocolmo, decide en 1980 publicar el primero de una serie de 11 números de su obra. En 1966 comenzó a colaborar en publicaciones underground, donde editó sus primeros trabajos como escritor de cómics. En 1980 ejerciendo como profesor en la Escuela de Artes Visuales de New York fundó la revista Raw en donde publicó “Maus”.
De qué trata la novela
“Maus” (Ratón en alemán), relata e ilustra largas sesiones de entrevistas que el autor Spiegelman llevó a cabo con su padre. En los encuentros, Vladek cuenta a su hijo su historia durante la época previa a la Segunda Guerra Mundial y durante la misma.
Spiegelman narra con lujo de detalles cómo vivieron los judíos polacos ese período. Además, hay escenas muy fuertes, considerando que él y su mujer Anja son sobrevivientes del centro de detención Auschwitz. También se da a conocer el sufrimiento de la postguerra y las secuelas que ha dejado este evento en quienes lo vivieron en carne propia.
La particularidad de “Maus”, es que Art Spiegelman elige representar a los personajes como animales antropomorfos. Así, para los judíos escoge ratones, los polacos se convierten en cerdos, los nazis en gatos. Pero los animales no terminan allí.
Los norteamericanos serán perros, los franceses ranas, y los suecos ciervos. De esta manera, la obra se vuelve mucho más accesible a la lectura. Sin embargo, al pasar las páginas el lector deja de ver animales, y comienza a ver personas. El relato ahora se vuelve brutal.
Una obra consagrada
En 1991 “Maus” se publica en dos volúmenes recopilatorios: “Mi padre sangra historia” y en el segundo: “Y aquí comienzan mis problemas”. Esta edición, considerando el cómic ahora como novela gráfica, lo llevó a ganar el Pulitzer en 1992. Así, dicho galardón que destaca “logros en periodismo impreso, en línea, literatura y composición musical” se entregaba por primera vez al arte secuencial.
Este premio reconoce a la obra de Spiegelman no solo como una novela gráfica, si no como un testimonio documental del holocausto. Para la historieta, la década de 1980 significó un cambio en el paradigma de cómo concebir las historias narradas. A partir de aquí, el cómic ya no era creado para mero consumo y entretenimiento infantil.
“Maus” comenzó a serializarse en 1980, y se recopiló en dos tomos en 1991, pero no fue el único cómic en tocar temas sensibles. En 1986, Frank Miller publicaba su carta de reclamo contra el gobierno norteamericano y sus políticas con “The Dark Knight Returns”. En 1989 Alan Moore también expresaba su repudio para con el gobierno de Margaret Thatcher con su “V for Vendetta”.
La censura de Tennessee
El motivo principal para votar la expulsión de esta obra fue señalar el nudismo, la violencia y el lenguaje como algo generado por y para el entretenimiento. La figura femenina desnuda que aparece, y muy poco, es la misma madre del autor. Los personajes de la obra se encontrarán con hechos aberrantes, y de esa manera el autor los retrata.
Es importante comprender que el autor jamás busca utilizar estos hechos con el fin de regodearse en los mismos para el mero entretenimiento. Cada uno de los ítems denunciados se utiliza en función del retrato del maltrato.
De esta forma, se vuelve preocupante que personas abocadas a la educación generen un discurso de este tipo. La descontextualización es justamente lo que combate el sistema educativo en sí mismo. El formar a los estudiantes para que puedan apreciar elementos en un marco contextual es parte fundamental de la escuela.
La repercusión opuesta a la censura
A raíz de la viralización en redes sociales del veto de “Maus”, las ventas de la obra se dispararon. Librerías a lo largo del país ofrecieron ejemplares para que les niñes puedan leer gratis la obra. Además, hubo una colecta por la cual se recaudaron US$80.000 para dar copias gratuitas a estudiantes.
La repercusión mediática ayudó a que las ventas se disparasen, y las voces de les escritores se comenzaron a oír por las redes. Las acusaciones de comportamiento retrógrado no se hicieron esperar. El famoso escritor de cómics Neil Gaiman y autor de “Sandman” se expresó: “Sólo hay un tipo de personas que votarían para prohibir Maus, sea como sea que se hagan llamar hoy en día”.
“Maus” es un pilar para la industria del noveno arte. Es prueba de que en este medio se pueden abordar temas de gran sensibilidad con gran disciplina artística y respeto por el material original.
En Argentina tenemos, no tan literal, a “El Eternauta” de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano Lopez. Obra que narra metafóricamente la llegada y establecimiento de la segunda dictadura cívico-militar que padeció la República Argentina.