Jóvenes en Órbita es una serie de anime estrenada a finales de enero en Netflix. Si bien estaba programada para un estreno en cines en Japón en dos entregas de largometraje, esto no sucedió. Por el contrario, llega al streaming en seis episodios de media hora bajo la dirección y autoría del genial Mitsuo Iso. Un director de mucha experiencia en el género, ya que trabaja como animador desde los 80.
La colorida historia futurista se sitúa en una estación lunar y está protagonizada, en su mayoría, por adolescentes. Acompañada de la música de Rei Ishizuka, en la serie reinará la incertidumbre, la irracional tecnología y reflexiones seudofilosóficas.
Ambientada en el año 2045, Jóvenes en Órbita inicia con la llegada de tres jóvenes a un hotel espacial de revolucionaria tecnología, llamado Anshin. Este había sido construido por Japón, sin embargo ahora está en manos de una empresa americana, Deegle y su inteligencia artificial llamada “Doce”. Taiyo, Mina y Hiroshi resultan ganadores de una experiencia juvenil diferente organizada por esa compañía: conocer la primera estación espacial diseñada para niñes. Allí viven Konoha y Touya, dos chiques nacides en una colonia lunar que ya desapareció.
Una tecnología desbordante
Lo particular de les chiques lunares es que están equipados con implantes electrónicos diseñados para que se adapten a la gravedad terrestre. Una tecnología creada por otra inteligencia artificial, llamada “Seven”, que se volvió peligrosa y fue destruida recientemente. Estos implantes, además, condicionan la salud de quienes lo portan. Es por esto que todo el tiempo están supervisades por una enfermera que les brinda medicación que les equilibra hormonalmente.
La llegada de les ganadores a la estación espacial coincide justo con un accidente: varios meteoritos impactan sobre la misma, dejando a los niñes soles. Tratando de sobrevivir por su cuenta, usarán como pueden la tecnología que tienen a mano. Esto es, drones controlados por teléfonos inteligentes de vanguardia, que son como un guante. Desde esta premisa, el creador de la serie comienza a saturar de información técnica la historia. La misma resulta de un diseño increíble, pero desconcierta y abruma constantemente por su dinámica.
Mitsuo Iso, su audaz creador
La experiencia de Mitsuo Iso en el mundo de la animación es impresionante. Desde los 80, ha trabajado como animador clave en títulos de primer nivel. Como por ejemplo: Mobile Suit Gundam, Neon Genesis Evangelion y Fooly Cooly. También en películas como Only Yesterday, Porco Rosso y Mamoru Oshii’s Ghost in the Shell; e incluso Kill Bill Volumen I de Quentin Tarantino.
A pesar de su gran currículum, solo ha escrito y dirigido otra serie: Dennou Coil (2007), con una tecnología similar. Esta falta de experiencia narrativa es tristemente reveladora en Jóvenes en Órbita. Resulta hermosa, a la altura de cualquier producción de los Studio Ghibli, pero con muchos cambios de tonos y ritmo, dando como resultado que sea aburrida y muy desconcertante.
Si bien cada uno de sus personajes es fácilmente reconocible, es decepcionante que ninguna personalidad de estos jóvenes protagonistas experimente un arco emocional, ni crezca o profundice en el transcurso de la trama. Esto da como resultado que, si bien comienza bien y se mantiene atrapante hasta su mitad, luego el anime comienza a flaquear. Además, es notorio que fue pensada como película. Esto debido a los cortes abruptos, los momentos en los que parece que no pasa nada y el cierre de cada capítulo.