Este jueves, convocada por diversas organizaciones sociales, se realizará una nueva marcha contra el Fondo Monetario Internacional con el fin de exigirle al Gobierno Nacional la suspensión del pago de la deuda. La movilización está pautada para las 10 hs, cuando desde el Obelisco se iniciará el recorrido que tiene como objetivo llegar hasta el Ministerio de Economía de la Nación.
Beverly Keene, integrante de la “autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda”, dialogó con Nota al Pie. “Mañana nos movilizamos para, una vez más, demandar que se deje de pagar una estafa”, aseguró. En ese sentido Keene dijo: “Nos enfocamos directamente en los dos próximos pagos que tiene pendiente el gobierno con el FMI”.
Por su parte, el Presidente de Libres del Sur, Humberto Tumini, explicó en un comunicado difundido por la organización: “Mañana nos movilizaremos en todo el país para que el gobierno no le pague el viernes U$S 718 millones al FMI. Ni tampoco U$S 369 millones el martes”. En esa misma línea, el referente de una de las organizaciones que convocan a la marcha, agregó que “las estafas, como esta de la deuda de Macri con el Fondo, no se deben pagar. Menos con los sufrimientos del pueblo argentino”.
Las exigencias
Mientras las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, según denunciaron desde el propio Gobierno Nacional, se encuentran demoradas porque el organismo pretende imponer un programa de ajuste; desde los espacios que convocan el día de mañana sostienen que “ni un dólar más debe sustraerse de las necesidades del pueblo argentino para pagar lo que ni siquiera es una deuda nuestra”.
“Nosotros planteamos que en la actualidad, en medio de esta crisis social que vive el país con más del 40% de la población en la pobreza, seguir pagando una estafa es un acto de malversación que no podemos permitir”, desarrolló Keene. “El propio presidente ha denunciado, de distintas maneras e incluso reiteradamente, la ilegitimidad e ilegalidad del acuerdo firmado con el FMI”, agregó la militante social.
En consecuencia, Keene desarrolló que “nosotros entendemos que este es el momento para que el Gobierno finalmente tome la decisión de ser consecuente con lo que ellos mismos dicen; es decir que tome la decisión de dejar de pagar un acuerdo que claramente es una estafa”.
Desde la autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda, asimismo, explicaron que “suspender los pagos de inmediato, y cualquier renegociación de los mismos, investigar los delitos cometidos y sancionar a los responsables; permite recuperar soberanía y empezar a reordenar la economía en función de las necesidades y derechos de los pueblos y de la naturaleza (…)”.
Por otro lado, la coordinadora nacional del Movimiento Barrios de Pie – Libres del Sur, Silvia Saravia afirmó que “no podemos permitir que el Fondo determine nuestra soberanía ni que se dicte un ajuste. Por eso queremos una consulta popular. El pueblo debe decidir si esos millones y millones de dólares deben ir al FMI; o más bien a resolver las necesidades acuciantes de empleo, vivienda, salud…”.
La posibilidad de un nuevo acuerdo
“La historia señala que, si o si, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional significa ajuste, pobreza, saqueo e, incluso, una condicionalidad permanente”, manifestó Keene. En ese mismo sentido agregó: “Si reconocemos que el acuerdo que hizo el FMI con Mauricio Macri es una estafa; no podemos permitir que se siga pagando porque no solo es convalidar algo ilegal; sino también convalidar la impunidad de los responsables argentinos e internacionales”
Para Keene, además, lo que está en juego son también los recursos naturales del país: “Argentina tiene una enorme abundancia de bienes comunes naturales; algo que es altamente codiciado en el mundo en la actualidad. Un nuevo acuerdo significa ajuste, precarización laboral y un saqueo extractivista de esos bienes naturales”.
Finalmente, en relación a lo que podría suceder si Argentina decide no pagarle al FMI la militante social afirmó: “Existe una campaña apocalíptica que pagamos que si no pagamos, quedamos por fuera del mundo. La verdad es que la historia argentina sostiene que no es así. En el 2001, suspender parcialmente el pago de la deuda, fue lo que permitió que la economía argentina empezará a reactivarse; con una distribución del PBI y que los bolsillos argentinos pudieran reponerse de la crisis”.