La artista María Giuffra lanzó el libro “La niña comunista y el niño guerrillero”. Se trata de una recopilación en formato de historieta de testimonios de hijes de personas desaparecidas.
La infancia de Giuffra transcurrió entre la huida y el exilio. El mismo día que la dictadura secuestró a su padre, tomaron su casa. La percepción de esa infancia tan distinta a la de otres niñes cercanos motivó a Giuffra a contar su historia junto a otras historias similares.
La niña comunista cuenta la historia de 10 niñes, incluída la de la propia autora. En la actualidad, se encuentra en el proceso de investigación y toma de testimonios de la segunda parte de la historieta, que va a incluir historias de provincias no incluídas en la primera parte.
Respecto a cómo surgió la idea de contar la historia a través de historietas, la entrevistada contó que “es una idea que tengo hace muchos años, más de 10 años, cuando terminé mi trabajo de dibujos y pinturas de Los niños del proceso”. A su vez, explicó que siempre que exponía lo hacía “todo amontonado, como viñetas de una historieta”.
“Siempre tuve la idea de hacer una historieta, pero en el 2018 me presenté en las becas del Fondo Nacional de las Artes y al otorgarme la beca fue cuando comenzó a hacerse realidad todos los bocetos e ideas que venía forjando hace años”, explicó la artista.
Giuffra es una gran fanática de las historietas desde que tiene memoria. En este sentido, considera que “es una herramienta fundamental para contar historias, tanto de ficción como testimonial, como en el caso de La Niña”.
La historia por quienes la vivieron
En relación con la decisión de contar la historia a través de la mirada de les niñes y no de adultes, la creadora explica que “la perspectiva de niñe es la que tuvimos, no es tanto una elección sino más bien una realidad: éramos infantes cuando sucedió todo lo que sucedió”.
En la misma línea, aseguró que no pensó que era interesante “sólo pensé que era nuestra verdad, nuestra realidad, nuestra voz”. Por otro lado, manifestó que a diferencia de las infancias la mirada del adulto es decisión del adulto.
“¿En qué momento la mirada de niñe es relevante y para quién?”, reflexionó la autora y agregó: “Es difícil que un niño se autoperciba en su propia historia, tuvieron que pasar muchos años y nosotres crecer para entender que nuestra voz era importante”.
Para Giuffra, la mirada del adulto es la que construye, la que decide, la que determina. “La infancia se somete a esa determinación adulta. Así como fuimos niñes víctimas del terrorismo de Estado, del mismo modo creo que, por eso mismo, nuestra voz es fundamental para la reconstrucción de nuestra historia reciente, nuestra memoria colectiva”, explicó.
Por otro lado, la ilustradora manifiesta que esta historieta es un intento de recobrar su propia vivencia, su propia voz y su derecho a contar su historia y que no lo haga nadie en su lugar.
En cuanto al proceso de la obra, la creadora contó que “fue muy largo”. En una primera instancia se encontró con cada testimoniante, escuchó sus vivencias, y después trabajó a partir de sus palabras, y fotos que le brindaban de sus infancias.
Por último, destacó que fue necesario un proceso “muy introspectivo de trabajo de taller en el armado de cada historia, cada viñeta, cada dibujo”. Eso, sumado a las correcciones tanto personales como editoriales.
Con respecto a sus nuevos proyectos, Giuffra se encuentra de viaje por el norte de nuestro país y realiza la toma de testimonios para la investigación de “La niña comunista” para la segunda parte. Con este propósito recorrerá las provincias de Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Catamarca, Chaco y Corrientes.