Todos los preservativos producidos hasta el momento están orientados a las prácticas sexuales con penetración y, en menor medida, con sexo oral. Sin embargo, existen otras que también requieren de métodos barrera, como la frotación genital, y hoy no cuentan con uno. De esta necesidad nace el Proyecto Preservativo para Vulvas.
El Proyecto Preservativo para Vulvas es un colectivo diverso autoconvocado, horizontal y apartidario que busca “generar concientización sobre la ausencia de métodos anticonceptivos para las personas con vulva”. Nota al Pie habló con Sofia Helena Fontana, una de las voceras del colectivo, para saber cómo se organizan, qué buscan y qué actividades realizan.
Preservativos para todes
El preservativo para vulvas no existe en Argentina, ni en ningún lugar del mundo, informa el colectivo en su Instagram. Además, señala una gran diferencia con el preservativo vaginal o interno que sí se encuentra en el mercado: este último está diseñado para prácticas sexuales en la que hay penetración vaginal con un pene, dildo, dedo/s u otros; pero no para la práctica sexual de frotamiento entre dos personas con vulva, ya que se corre por la fricción y deja a los genitales y fluidos sin barrera.
Es por eso que desde el colectivo afirman que resulta necesario el diseño de un preservativo que sirva para todas las prácticas sexuales (frotamiento, sexo oral y penetración) y que cubra tanto la parte interna (vagina) como externa (vulva y, según el diseño, ano).Concretar un preservativo para vulvas, de acceso gratuito que permita cuidarse en cualquier práctica sexual es uno de los cuatro ejes que tiene el colectivo.
Objetivos del Proyecto
El Proyecto Preservativo para Vulvas como organización surge en el 2019 “de la necesidad de preservativos por un lado y de información en los consultorios, por el otro” cuenta la vocera del colectivo. En un comienzo, señala Sofia, “éramos una pareja de dos personas con vulva, lesbianas, no binaries que estábamos yendo de consultorio en consultorio y no podían darnos información que necesitábamos”. Y no solo eso, si no que les decían “cualquier cosa” porque “no había investigaciones médicas sobre el tema”.
Así como el diseño de un preservativo para vulvas es uno de los ejes del colectivo, también lo es “investigar y divulgar las formas de cuidado existentes en todas las prácticas sexuales y que sean incluidas en la Educación Sexual Integral” e “Impulsar la elaboración y la implementación de un protocolo de salud sexual que garantice la atención informada y respetuosa hacia todas las sexualidades e identidades”.
Además, buscan promover que el Estado distribuya gratuitamente a la par de los preservativos peneanos métodos profilácticos existentes en otros países: preservativo campo, dedales. preservativo vaginal, máscara oral”.
Unides y organizades
“Somos apartidaries y tomamos decisiones de manera horizontal”, cuenta Sofia. “Nos organizamos de manera asamblearia. Es decir, cada dos semanas tenemos reuniones -plenarias- con todas las personas de todo el país que están participando de la organización y pueden”, explica la vocera.
Se trata de un colectivo autogestionado. Muchas de sus actividades se financian con la venta de stickers a voluntad y, en muchos casos, con plata de les mismes activistas. Asisten a eventos y marchas, organizan conversatorios y difunden información de salud sexual en sus redes, entre otras cosas. Por otro lado, participan de dos investigaciones que se llevan adelante en conjunto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El proyecto tiene una extensión federal: con delegaciones en CABA, La Plata, Quilmes, San Martín, Vicente López, Rosario y San Luis. Y convocan a quienes quieran sumarse a militar por el derecho a la salud sexual con perspectiva de diversidades, compartiendo y difundiendo sus contenidos. También abren sus puertas para quienes quieran sumarse. Su email de contacto es proyecto.preservativoparavulvas@gmail.com