Al finalizar el año comienza la época en la que una gran cantidad de estudiantes culminan sus estudios universitarios. Ese es el caso de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Esto sería solamente una noticia positiva, si no fuese por el impacto negativo que tienen los festejos sobre el ambiente que la rodea y, específicamente, en la Reserva Ecológica. Bengalas, serpentinas, espuma, papel picado, globos, “huevazos”, asados, alcohol y música transformaron una celebración en un total descontrol.
“Esta gran fiesta tiene un inconveniente que los graduados parecen desconocer o ignorar. La zona en donde se llevan a cabo estos festejos es lindera a un área natural protegida, la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte (RECUCN)”. Así comienza a señalar un comunicado de prensa realizado por diferentes organizaciones ambientalistas.
Nota al Pie se contactó con Iván Eroles, estudiante de biología y coordinador del Club de Observadores de Aves de la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-Costanera Norte (COA RECUCN), quien describió la situación crítica que enfrenta la reserva ante cada festejo.
Un área protegida en peligro
La entrada a la Reserva, un lugar que supone estar protegido, se encuentra específicamente en el sitio en donde el personal de FADU indica a los estudiantes que vayan a festejar. La consecuencia es nefasta para el ambiente y para los animales que allí habitan. “El suelo queda cubierto de papel picado (casi siempre, plástico y metalizado), adherido por el huevo podrido que lógicamente comienza a descomponerse. Se produce un putrefacto olor que inunda toda la zona. Esto resulta en que en donde las aves; tratan de picar la mezcla de harina y huevo, y terminan por consumir grandes cantidades de plásticos”, indicaron en el comunicado.
Además, cruzando el murallón que delimita Ciudad Universitaria de la Reserva quedan toneladas de basura: que incluyen botellas, latas de espuma, globos metalizados, carteles y pirotecnia usada. Todo esto queda disperso por el humedal -mal llamado “pantano”; “en una clara actitud de desprecio hacia este ecosistema y la Reserva que lo contiene”, afirman.
“Y ahí es dónde podemos ver como la fauna y flora del humedal resulta más afectada. Los patos barcinos, nadando entre la basura luego de una noche de ruidos y luces; o la Jacana y el coipo, esquivando las latas para poder llegar a la vegetación”, se indignan quienes están comprometidos con el ambiente.
Organizaciones y Universidades
En comunicación con Nota al Pie, Iván Eroles aclaró que los festejos que afectan a la reserva son de estudiantes de la FADU y que con un grupo de organizaciones ambientales realizaron las quejas correspondientes a dicha facultad. “Se presentaron múltiples reclamos, pero FADU parece ignorarlos. Incluso, el personal no docente de esa facultad dirige a los graduados a la reserva para que vayan a festejar”, señaló. Además, agregó: “Desde Exactas (Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA), las autoridades se muestran en contra de estos festejos, e incluso desde el Centro de Estudiantes de la facultad se convocó a la actividad para evitar que dañen a la reserva”.
Las organizaciones que se sumaron a frenar los festejos son el Club de Observadores de Aves de la Reserva ecológica Ciudad Universitaria Costanera Norte (COA RECUCN), el Grupo de Educación y Conservación Ambiental (GECA), la organización Si te recibís planta un árbol nativo, el Centro de Estudiantes de Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (CECEN) y el Vivero Comunitario de Ciudad Universitaria (VICCU).
Educar para conservar
Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades de la FADU, las organizaciones que desde hace mucho tiempo velan por el bienestar de la Reserva lograron coordinarse entre sí. El objetivo era poder contener los festejos y evitar que lleguen a la Reserva. Alrededor de veinte estudiantes y graduades de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN), que también se encuentra dentro de Ciudad Universitaria, se unieron en una causa en común.
Con una cinta de peligro, carteles y árboles nativos, lograron alejar las celebraciones del área natural. Pero eso no todo, ya que consiguieron que algunos egresades opten por festejar plantando un árbol nativo. Eroles destacó que pudieron dialogar poco con algunes recibides: “Se propuso que festejen plantando un árbol nativo, como propuesta de festejo, y algunos pocos aceptaron”. Gracias a este enorme trabajo de concientización, no se produjeron inconvenientes mayores y este año la Reserva quedó a salvo de grandes daños.
Reserva Ecológica Costanera Norte
La Reserva Ecológica Ciudad Universitaria Costanera Norte (RECUCN) posee 18 hectáreas y está ubicada detrás del tercer pabellón de Ciudad Universitaria, entre ésta y el Río de la Plata. La ley que determina que es una reserva se creó por la Ley N.° 4467 en 2012. Pero se implementó recién en 2018, tras la firma del convenio entre la UBA y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Sus orígenes son similares a los de la Reserva Ecológica Costanera Sur (RECS), ya que nace sobre rellenos en la costa del río.
Se abrió al público recientemente, en este mismo diciembre de 2021, y se puede visitar de martes a domingo de 9 a 18 horas. Según comentó Eroles, presenta ambientes de pastizal, bosque ribereño y humedal, siendo los humedales áreas claves para prevenir inundaciones, regular la temperatura y purificar el aire, entre otros beneficios. Allí habitan más de 250 especies de aves registradas como el cardenal y el carau, decenas de aves que nidifican en esta área, incluso migratorias; y también hay varias especies amenazadas registradas. “Es un área sumamente importante para la conservación de una gran diversidad de especies vegetales y animales”, sostuvo. Aunque es mucho más pequeña que la RECS, la diversidad que posee y muestra de ambientes no es muy distinta.
Festejar de una manera responsable y cuidadosa con el medio ambiente es posible, más cuando lo que está en juego es cuidar lo que es de todes.