Andrea Palavecino presentó una grave denuncia frente al Poder Judicial de la ciudad capital de San Luis. Acompañada por familiares y amigues, exigió que se dicte la prisión preventiva a un policía acusado de abusar sexualmente de una menor de edad. Este caso se encuentra agravado por el vínculo, debido a que la víctima resulta ser su hija y el violador, su ex pareja, con quien convivía al momento del hecho.
Les familiares y allegades presentes pegaron carteles con la cara del oficial Juan Ramón Molina que es investigado por abusar de su ex hijastra adolescente, que actualmente tiene 14 años. El efectivo en cuestión, se desempeñaba en el DRIM (División de Rápida Intervención Motorizada), y aún se encuentra en disponibilidad.
Molina fue indagado el pasado lunes por el juez Penal 2, Ariel Parrillis siendo vinculado a tres delitos: «Abuso sexual simple, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la situación de convivencia y abuso sexual con acceso carnal», todo en concurso real. Hasta el momento, el acusado se abstuvo de declarar. Pese a esto, la madre y allegades de la víctima estuvieron en Tribunales y se manifestaron para pedir que Molina sea detenido en lo inmediato.
Los comienzos de la causa
Tras desarrollarse la audiencia en el juzgado y saber que el acusado se iría a su casa, la madre de la adolescente y expareja de Molina, expresó su malestar: “soy mamá de la niña abusada”. Según indicó, en 2017 empezó la relación con el hombre en cuestión y al año siguiente tuvieron un hijo. “El 30 de marzo (del corriente año) me separé de él por violencia, y se fue del domicilio”.
“En mayo, mi hija le contó a su papá (la joven es fruto de una relación anterior a la del denunciado) que cuando yo me ausentaba de la casa para ir a trabajar, Molina se le cruzaba a su habitación y la abusaba”. La mujer expresó que el resultado de la cámara Gesell realizada a su hija el 27 de julio fue categórica. La menor está ubicada en tiempo y espacio y “concuerda con indicios de abuso y compatible con el acceso carnal”, describió Palavecino.
“Quiero que me escuche el juez, la Secretaría de la Mujer. Estoy sola, peleándola. A los abogados los costeo yo, todos estamos con terapia psicológica. Le robó la inocencia a mi hija y ahora se va a su casa. Vive en el barrio Kennedy, cerca del domicilio de mi madre y yo no voy a la casa de ella para resguardar a mi hija. Me ando escondiendo con mi hija y él anda suelto. Solo quiero justicia”, expresó la madre de la menor entre lágrimas.
Los hechos
La niña tenía 13 años cuando comenzó, en agosto de 2020, la serie de abusos que reveló.Como mencionó Andrea, su hija le contó a su padre de los abusos. “Ella venía con una conducta mala, estaba enojada, peleaba con sus hermanitos, se encerraba mucho. No había nada raro que yo me diera cuenta. Él (el acusado) cuando estaba en casa se hacía como un padre que me ayudaba al cuidado. Era un diablo, estaba disfrazado”, describió la angustiada madre.
El 13 de diciembre, el policía llamado a indagatoria acusado del delito abuso sexual simple agravado por la relación de convivencia, abuso gravemente ultrajante agravado por la relación de convivencia y abuso sexual con accedo carnal en concurso real. Se negó a declarar.
“Él se fue a su casa en libertad. Ése es mi enojo mi furia. Para mí no existe la justicia. El Dr. Parrillis (el juez de la causa) me escuchó, pero yo me fui disconforme. Quiero que se haga justicia, el violador está en su casa, tiene que dictar prisión preventiva. La cámara Gesell es aberrante lo que me contó hija. Tiene que estar preso pagando lo que hizo, esperando el juicio preso, no en su casa”, expresó Andrea con lágrimas en sus ojos. El acusado está en disponibilidad en la Policía provincial y percibe el 50% de su salario.
Demoras en el Juzgado
Pese al reclamo de Palavecino, la causa se encuentra demorada actualmente por inconvenientes ajenos a la situación judicial del caso. Les trabajadores judiciales llevan más de 10 días de paro, luego de varios meses de demandas que desencadenaron en el paro.
El pasado 9 de diciembre, el Sindicato de Judiciales Puntanos (Sijupu) implementó la medida de fuerza que se concretó de 12 a 20 horas en todas las circunscripciones. También efectúan manifestaciones con el fin de visibilizar la situación que viven.
Los puntos sobre los que buscan una contestación por parte del Superior Tribunal de Justicia son los ascensos, la falta de personal, problemas edilicios y la implementación de la reforma judicial. Ante este escenario, donde el accionar de la Corte se limitó a emitir comunicados para repudiar la protesta de los empleados, el gremio anunció que el miércoles recrudecerá la protesta y la suspensión de actividades será total.
“A pesar de cómo se han dirigido a sus trabajadores, tratandonos de delincuentes y barrabravas, les solicitamos el diálogo hace 48 horas y todavía no hubo ninguna intención por parte de ello, con los cual tan abierto al diálogo no estaban”, advirtió el jueves el secretario general del Sijupu, José Durán.
El paro total del próximo miércoles 22 también involucraría una movilización de las que participarán les empleades de las tres circunscripciones judiciales. Lo cierto es que quedan ocho días hábiles para que comience la feria judicial, que se extiende durante todo enero y son muchas las causas que esperan una resolución, un pronunciamiento y el accionar de parte de les magistrades.