En una entrevista que brindó a la CNN, el presidente del comité organizador del próximo mundial de fútbol Qatar 2022, Nasser Al-Khater, pidió respeto por la cultura de su país y explicó que allí no se ven de buena manera las demostraciones públicas de afecto.
Al respecto, Guillermo Torremare, copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) Argentina, manifestó en un comunicado que difundió la asociación: “Ni las creencias religiosas, ni las pautas o costumbres culturales pueden ser excusa para violar derechos humanos en ningun país”.
“La declaración es violatoria de derechos humanos elementales e implica una inaceptable discriminación a las personas homosexuales”, puntualizó Torremare.
El abogado responsable de la institución fue incluso más específico: “La principal característica de los derechos humanos es que son universales, deben ser respetados en todo el mundo”.
“Tengo mucho miedo y no me gustaría ir a Qatar por eso”
El único futbolista masculino de primera categoría abiertamente gay, el australiano Josh Cavallo, expresó en declaraciones a un podcast del diario inglés The Guardian: “Leí algo parecido a que imponen la pena de muerte para los homosexuales en Qatar, así que tengo mucho miedo y no me gustaría ir por eso”.
“Eso me entristece. Al fin y al cabo el Mundial es uno de los mayores logros como futbolista profesional. Saber que es un país que no apoya a los homosexuales y nos pone en riesgo me asusta y me hace reevaluar: ¿es mi vida más importante que hacer algo bueno para mi carrera?”, completó el futbolista.
Las declaraciones de Cavallo fueron el puntapié que originó las respuestas de Nasser Al-Khater a CNN. Ante la consulta de la periodista Amanda Davies, el funcionario qatarí contestó: “Yo diría todo lo contrario, le damos la bienvenida para que él venga a conocer Qatar, incluso antes del Mundial si así lo desea”.
“Todos son bienvenidos aquí y todos se sentirán seguros aquí”
Ante la insistencia acerca de las normas que prohiben el matrimonio de personas del mismo sexo en Qatar, expresó: “Las demostraciones públicas de afecto están mal vistas y esto se aplica a todos”.
Por último, el responsable del próximo mundial agregó: “En otros países hay más indulgencia con las demostraciones públicas de afecto. Qatar y la región son mucho más conservadores. Esto es lo que les pedimos a los fanáticos que respeten. Y estamos seguros de que lo harán”.
El Estado árabe suma de esta manera nuevas objeciones sobre sus políticas internas; estas ya fueron cuestionadas al conocerse la precariedad laboral a la que someten a sus trabajadores migrantes. Son elles, en condiciones similares a la esclavitud, quienes están construyendo los estadios para la proxima cita deportiva mundial.