El veganismo cobra cada vez más relevancia tanto por quienes lo consumen como por quienes realizan productos veganos. Por eso, detrás de cada alimento libre de ingredientes de origen animal, hay personas que viven de sus emprendimientos y, por ende, eventos que los engloban.
Uno de ellos es el Festival Veganpaluja, que tras dos años de pausa por la pandemia, regresa este domingo 21 en su 22° edición al aire libre y con entrada gratuita. La cita es a las 14 horas en el Colegio Marianista ubicado en Avenida Rivadavia 5652 (Caballito, Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
El Veganpaluja surgió por iniciativa de Luján “Luja” Vega, quien en 2015 comenzó a realizarlo por una necesidad económica. En diálogo con Nota al Pie, contó que preparaba comida y “como cualquier emprendimiento al principio es muy difícil porque no te conoce nadie”. La mejor forma de hacerse conocer es a través de ferias; pero “no podía entrar a ninguna porque ya estaban llenas de emprendimientos”.
Fue entonces cuando decidió hacer su propia feria con un diferencial: se le ocurrió organizar “un festival vegano. Como si fuera un Lollapalooza”. Así surgió el “Veganpalooza”, que tras reclamos de Fénix Entertainment Group por el parecido con el evento de música, tuvo que cambiar su denominación. Así, entre bromas con amigues, jugaron con el nombre de su organizadora y lo bautizaron “Vegan pa’ Luja”.
“El día que lo hicimos la verdad que la rompimos toda, en menos de tres horas todos se quedaron sin comida”, recordó Luja; y agregó: “Encima justo era un día que llovía, justo había eliminatorias por el tema de la Selección Argentina, e igualmente vendimos todo, fue un éxito”.
El crecimiento del festival
Ya en su primera edición, el Veganpaluja tuvo una gran repercusión. En ese entonces, eran alrededor de 25 emprendimientos; y “hoy en día estamos en unos 50 más o menos”, contó su organizadora. De ellos, hay 10 que participarán por primera vez el próximo domingo.
“Es como bastante tangible la evolución, y esto tiene que ver con un tema de aceptación, de que les va mejor por suerte, de que tienen más producción, de que tienen más puntos de venta. Se nota que hay un montón de gente vegana que demanda producción vegana”, contó la joven.
Cabe mencionar que el Veganpaluja es más que un festival de comida, ya que también se ofrecen productos de cosmética. En este sentido, la activista explicó que todos los emprendimientos que participan del evento “no solamente no tienen ingredientes de origen animal, sino que tampoco son testeados en animales”.
Los productos de cosmética son variados: “Tenemos desde champús y acondicionadores sólidos, líquidos; protectores solares, repelentes de insectos, crema dental, desodorante, serum capilar, cremas hidratantes, cremas faciales, cremas anti age”.
Además, el Veganpaluja recibe “a refugios que rescatan animales, para que ellos puedan vender merchandising y recaudar fondos para los animales que tienen rescatados”.
También participan grupos activistas como Voicot y Health Save. Este último lo integran personas que hacen viandas veganas para personas en situación de vulnerabilidad; y “van a estar juntando donaciones, alimentos no perecederos, etcétera, para seguir con la tarea de dar viandas”.
Veganismo y ambiente
El Veganpaluja también hace hincapié en la oferta de productos biodegradables y amigables con el ambiente, desde cepillos dentales y capilares, hasta afeitadoras de acero. Además, se ofrecen “bolsas de lienzo, protectores diarios, toallas también reutilizables, tratamos de ir también para ese lado”.
En este sentido, Luja remarcó la estrecha relación entre el veganismo y la ecología. “Si estamos en defensa de los derechos animales, si los animales no tienen libertad, también tenemos que cuidar sus hábitats”, explicó.
Para clarificar esto ejemplificó: “De qué nos sirve que los animales sean libres, si no tienen árboles, si se les está derritiendo el hielo a los osos polares, etcétera”.
El Retorno del Rey
El Veganpaluja contó con varias ediciones temáticas; y este año, los flyers anuncian: “Vuelve el rey”. Se trata de “el retorno post pandemia”; y un “juego de palabras de El Retorno del Rey de El Señor de los Anillos”, contó Luja.
Entre tantas ediciones temáticas hicieron una inclusiva: el Veganpaluje. La activista explicó que “hubo charlas sobre inclusión, sobre el uso de la x, el uso de la e, porque nos pareció que de alguna forma todas las luchas se parecen. Y cuando hay opresión uno tiene que solidarizarse con el oprimido”.
Con respecto a la invitación al festival, la organizadora reconoció que “está buenísimo que gente que no es vegana ni vegetariana se entere del evento y le interese”; y agregó: “Nosotros no hacemos los eventos y no ponemos los locales para solamente la gente vegana, precisamente es para los que no lo son”.
En este sentido, explicó que en el festival se intenta implementar diferentes maneras de activismo. “Por un lado, que los precios no sean muy caros, que sea accesible y que haya mucha variedad de cosas”, detalló; y agregó: “Que haya comida étnica también, comida internacional, comida hindú, comida árabe”.
De esta forma, expresó que es importante “que cada persona que se acerque sea vegana o no, pueda llevarse desde un producto vegano que le llamó la atención; que se haya llevado al mismo tiempo una receta de cómo hacer un queso vegetal en su casa, y al mismo tiempo un panfleto de Voicot, de activismo”.
“Es fundamental difundir el festival, no es solamente un tipo de activismo, también es darle trabajo a más de 50 emprendimientos”, hizo notar Luja; y detalló que “eso para lo que es la economía y la economía vegana y el mercado vegano, es importantísimo”.
De Veganpaluja a Mini Supers Veganos
La organizadora del festival explicó que armar el evento lleva entre dos y tres meses. Sin embargo, “los emprendimientos obviamente necesitaban un ingreso mensual”; por lo que se le ocurrió hacerlo una vez por mes y darle formato de supermercado. “Entonces ahí nació el Mini Súper Vegano, que era alquilar el lugar, alquilar heladera, freezer, poner toda la mercadería por sectores”, contó.
“La verdad que a la gente le encantó la idea, y ahí bueno, nacieron los súper veganos que se empezó a hacer una vez por mes”, recordó. Luego comenzaron a realizarlo dos veces por mes “y no dábamos abasto”. Por eso, “salió la idea de poner los locales”, que en la actualidad son dos: uno ubicado en el barrio porteño de Palermo y el otro en la ciudad bonaerense de Quilmes.
De todas formas, Luja quiso seguir realizando el festival porque “tiene que ver con el folclore y esto de juntarse; de tener un punto de encuentro no solamente para comer o venir a comprar”. Además, quería que los stands de los refugios tuvieran un lugar.
“Acá lo importante es difundir el veganismo, en todas sus formas”, reflexionó la joven. En este sentido, comentó: “El crecimiento que yo vi por medio de ese proyecto te da un pantallazo de la cantidad de gente que empezó a consumir los productos veganos”.
La lucha por el rotulado vegano
Para finalizar, Luja hizo referencia a una restricción de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) “con respecto al término vegano en las etiquetas de productos”.
La activista contó que “ellos quieren prohibir por ejemplo que nosotros digamos ‘salchicha vegana’, ‘hamburguesa vegana’, ‘queso vegano’”; y agregó: “Eso es porque del otro lado hay otro tipo de intereses, todo lo que es la industria cárnica, la industria ganadera, que está tratando de ponernos palos en la rueda”.
Además, si los productos tienen trazas de ingredientes de origen animal no pueden ser catalogados como veganos. “Según esta nueva resolución que quiere sacar la CONAL, no podrían poner que sus productos son veganos, cuando sí lo son”.