El Día del Escultore y de las Artes Plásticas, se conmemora todos los 17 de noviembre en homenaje a la figura de Lola Mora, reconocida como la primera escultora argentina.
Lola Mora fue una mujer talentosa y adelantada al imaginario social de su época. Su obra máxima fue la Fuente de las Nereidas, ubicada en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires. Una escultura que representa el nacimiento de la Diosa Venus, sostenida por la seductora belleza de dos nereidas: ninfas océanicas e hijas del dios del mar, Nereo; acompañadas de tres tritones montados en sus caballos, que emergen del agua. Una oda, en mármol de Carrara, a la mitología griega.
La vida de Lola Mora
Lola Mora, o Dolores Candelaria Mora Vega, tal es su nombre real, nació en 1866, y fue la tercera de siete hijes. Tanto la fecha como el lugar de su nacimiento son motivo de polémica como lo fue toda su obra y vida para la sociedad de aquel entonces. Mientras que algunas versiones afirman que es oriunda de El Tala, una ciudad salteña ubicada en el departamento de Candelaria; Pablo Mariano Solá, su sobrino bisnieto y biógrafo, asegura que es tucumana y que la artista siempre se reconoció como tal.
Cursó sus estudios en el Colegio Sarmiento, una reconocida escuela laica de la provincia de Tucumán, y dio sus primeros pasos en el dibujo con el maestro italiano Santiago Falcucci. Bajo su dirección pintó una colección de retratos realizados al carbón de gobernadores tucumanos que, según Falcucci, la legislatura de la provincia compró por cinco mil pesos de aquella época.
En 1896 ganó una beca del gobierno nacional para formarse en Roma. Allí logró ingresar al taller del pintor Francesco Paolo Michetti, donde conoció al escultor Giulio Monteverde, maestro de la escultura sobre mármol, de quien tomo la sugerencia de dedicarse de forma exclusiva a ese arte. Creó su propio estudio de trabajo y durante gran parte de su vida alternó viajes entre Argentina e Italia.
En 1900 por encargo del gobierno de la provincia de Tucumán realizó dos bajorrelieves que representan los sucesos del 25 de mayo de 1810 y del 9 de julio de 1816. Las obras tienen como destino la Casa Histórica de Tucumán.
A sus 42 años, en 1909, se casó con Luis Hernández Otero, 17 años menor que ella. Se fueron a vivir a Roma y, luego de cinco años de matrimonio, se separaron.
La Fuente de las Nereidas
La fascinación que despertaron sus bajorelieves la llevaron a proponer al gobierno argentino la realización de una fuente para la ciudad de Buenos Aires. La propuesta fue aceptada y consiguió la financiación para la monumental obra.
El destino inicial de la fuente era la Plaza de Mayo, pero al conocerse los primeros bocetos estalló el escándalo. Por los desnudos de la obra se decidió emplazarla en el antiguo Parque Colón, sobre el cruce de las actuales calles Leandro Alem y Juan Domingo Perón.
La inauguración se realizó el 21 de mayo de 1903 y la única mujer que asistió al evento fue la artista. La polémica continuó posterior a su emplazamiento; la obra de Lola Mora desafiaba a toda una sociedad: era mucho más que una obra de arte, era una alegoría a la libertad de la mujer. Por ese motivo, en un intento por mantenerla lo más alejada posible del centro de la ciudad, en 1918, la Fuente de las Nereidas fue desmantelada y trasladada a la Avenida Costanera Sur, donde se encuentra hasta hoy.
El fin de sus días
Lola Mora regresó a Buenos Aires para instalarse de forma definitiva en 1933. Se encontraba muy enferma por lo que quedó al cuidado de sus sobrinas.
El 17 de agosto de 1935, sufrió un ataque cerebral que le generó una hemiplejia con la que convivió hasta su muerte el 7 de junio de 1936. Sus cenizas fueron llevadas de Buenos Aires a la Casa de la Cultura de Tucumán.
Destacadas artistas argentinas
Si bien Lola Mora fue la precursora femenina por excelencia de la escultura, nuestro país cuenta con grandes artistas contemporáneas que hicieron y continúan haciendo historia a través de las artes plásticas.