Durante el 2020 y la situación de pandemia, el sector económico de los eventos y las fiestas fue uno de los más afectados. Ésto se reflejó en, por ejemplo, la suspensión de las numerosas cenas que realizan quienes egresan de sexto año de secundaria para cerrar su ciclo escolar. Algunos salones optaron por entregar el equivalente en comida del dinero que cada estudiante había pagado. Este fue el caso de Jazmín, una estudiante de La Plata que padece celiaquía y recibió un menú que no estaba adaptado a su condición.
‘’Soy celíaca desde los 6 años. Me dieron una caja casi vacía, que tenía brochets con pollo crudo y comida vieja. Inmediatamente pensé en tirarlo, porque el resto de lo que había estaba contaminado’’, señaló la joven. ‘’Tengo que tener mucho cuidado con la contaminación cruzada, una ínfima miga de pan me puede hacer muy mal’’, añadió.
‘’Yo tengo el derecho de que todos los restaurantes o caterings deben adaptar sus menús a mi enfermedad, no es mi culpa padecerla’’, subrayó la estudiante. ‘’Me pareció una falta de respeto. Cuando tenés celiaquía, vas a un lugar y te dicen que no pueden darte comida sentís que no te aceptan. Yo busco justicia por lo que me pasó, muchas veces nos discriminan pero la salud no es un chiste’’, resaltó Jazmín.
Además, la adolescente manifestó que su vianda contenía menos cantidad de comida que la que recibieron sus compañeres que no sufren celiaquía, aunque dichas viandas tenían embutidos que no estaban frescos y panificados secos: “Ellos tenían sandwiches, medialunas y cosas riquísimas que suelen dar en una fiesta, pero a mi me dieron algo incomible’’. El servicio de catering que discriminó a Jazmín fue El Rey del Dulce, uno de los más populares de la capital bonaerense, el cual no atendió las quejas de la joven ante la desagradable atención.
¿Qué es la celiaquía?
Es un proceso crónico, multiorgánico autoinmune, que lesiona primeramente el intestino y puede dañar cualquier órgano o tejido corporal. Afecta a personas que presentan una predisposición genética. Está producida por una intolerancia permanente al gluten (conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno –TACC– y productos derivados de estos cereales), pero no se trata de una simple intolerancia alimentaria ni una alergia, ni de un trastorno únicamente digestivo como tradicionalmente se consideraba. Sin un tratamiento estricto, puede provocar complicaciones de salud muy graves, entre ellas, diferentes tipos de cáncer.
¿Qué dice la legislación argentina sobre la celiaquía?
La ley 27.196 de Enfermedad Celíaca, que modifica a la 26.588 -su predecesora-, fue sancionada y promulgada en 2015. Enumera una cantidad de instituciones y establecimientos que deben ofrecer al menos una opción de alimentos o un menú libre de gluten (sin TACC) que cumpla con las condiciones de manufactura y los requerimientos nutricionales por porción, que certifique la autoridad de aplicación.
Esos sitios son: lugares destinados a personas en situación de privación de la libertad; establecimientos sanitarios con internación pertenecientes al sector público, privado y de la seguridad social; los lugares de residencia y/o convivencia temporal o permanente que ofrezcan alimentos; los comedores y kioscos de instituciones de enseñanza; las empresas de transporte aéreo, terrestre y acuático que ofrezcan servicio de alimentos a bordo; los restaurantes y bares; los kioscos y concesionarios de alimentos de las terminales y los paradores de transporte y los locales de comida rápida.
Por otro lado, la Resolución 102/2011 establece que la detección de enfermedad celíaca se incorpora al Plan Médico Obligatorio (PMO), por lo que las obras sociales y las prepagas deben cubrir el estudio para su diagnóstico. A través de la Resolución conjunta SPREI y SAGyP 201/2011 y 649/11 se determina el logo oficial para identificar alimentos sin TACC.