Los comicios de este domingo fueron un poquito más inclusivos con respecto a otros años, al reconocer todas las identidades. Una de esas es la de Shanik Lucián Sosa Battisti, quien en la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego, pudo votar por primera vez en una elección general reconocide por su propia percepción de género.
Esto se lo permitió el haber recibido en julio su Documento Nacional de Identidad (DNI) que le acredita como una persona “no binaria”. Es decir, que no se siente representada ni por el género femenino ni por el masculino.
Tras emitir su voto en la mesa 31 del Colegio Nacional Ushuaia, Sosa Battisti expresó a la Agencia de Noticias Télam: “Lo más importante es que el voto fue algo muy natural. En ningún momento me hicieron sentir que era una persona especial ni nada por el estilo”.
En este sentido, contó que “el trato con las autoridades de mesa fue el que tenían con cualquier otro votante”. Quienes le observaron fueron sólo quienes se acercaron a registrar el momento del voto, como camarógrafes, fotográfes y periodistas.
“Estoy muy contenta porque al votar con el documento anterior, sentía un malestar cuando me nombraban por un nombre que no me identifica. Ahora siento un orgullo muy particular, es como una victoria personal y también colectiva”, manifestó. Cabe mencionar que Sosa Battisti ya había votado en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de septiembre, pero estas fueron las primeras generales en las que pudo emitir su sufragio con su verdadera identidad.
Un país que reconoce las identidades no binarias
Desde julio, la Argentina se convirtió en el primer Estado de la región en reconocer las identidades no binarias. Esto fue a partir de la sanción del decreto presidencial 476/21, que dispuso que el Registro Nacional de las Personas (Renaper) “deberá adaptar las características y nomenclaturas de los DNI y de los Pasaportes que emite, con exclusividad, con el fin de dar cumplimiento a lo establecido en la Ley Nº 26.743” de Identidad de Género sancionada en 2012.
Shanik Lucián Sosa Battisti fue una de las personas que recibió su DNI en el acto de anuncio realizado en julio en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada. Sin embargo, su lucha por el reconocimiento de su identidad viene de larga data.
Ya en 2019, cuando tenía 25 años, el juez de Familia y Minoridad 1 de Ushuaia, Alejandro Ferreto, hizo lugar a un recurso de amparo y le ordenó al Registro Civil de Tierra del Fuego inscribirle de acuerdo con su propia percepción de género.
Además, dispuso que el organismo rectificara la partida de nacimiento del hijo de Sosa Battisti, con el nuevo nombre y género de su progenitore.
Le joven de 28 años comentó que ese reclamo le cambió la vida y mencionó el papel fundamental de su abogada, Solange Verón, así como de les integrantes de la organización “Red Diversa Positiva”.
“Gracias a todos ellos viajé a Buenos Aires y todavía recuerdo el momento en que el propio presidente me entregó el documento. Fue algo extraordinario y difícil de olvidar”, recordó Shanik.
La historia de Shanik Lucián Sosa Battisti
Según recordó Télam, Shanik -al igual que tantas otras personas- explicó en su presentación judicial que no puede percibirse ni pensarse “dentro de lo que las estructuras sociales han denominado como hombre o mujer”.
“No me identifico en ninguno de los dos casilleros bajo los cuales tengo la posibilidad de reconocerme en mi documento. Esas posibilidades reducidas exceden mi autopercepción, y eso tiene consecuencias sobre mi identidad legalmente reconocida”, declaró.
Sosa Battisti contó que “desde hacía más de diez años me sentía diferente a la mayoría de las personas. No me considero ni varón ni mujer”. En ese camino, buscaba un significado para lo que le pasaba. “Tuve dudas, me deprimí. Hasta que encontré a gente que le pasaba lo mismo y con ellos encontré la fuerza para hacer este reclamo”, expresó.
En este sentido, afirmó a Télam que “fueron meses de lucha pero también de mucho acompañamiento. Recién hoy puedo decir con mucho orgullo que soy libre al fin. Soy feliz”.
Además, Shanik quien antes cobraba el estacionamiento medido en la principal avenida de Ushuaia, comenzó a trabajar en la Secretaría de la Mujer del municipio. “Me siento integrada por el resto de las compañeras. Mucha gente todavía me reconoce como la persona a la que el Presidente le dio el documento. Pero de a poco yo trato de ser alguien como cualquier otro. Eso quiero ser. Alguien como cualquier otro”, expresó.