El Centro de Salud Intercultural «Raguiñ Kien» fue inaugurado el pasado miércoles 10 de noviembre, por parte del gobernador Omar Gutiérrez. Posee un Nivel de Complejidad II y dependerá de la Jefatura Zona Sanitaria II. Además de practicar la medicina tradicional u occidental, también se aplicarán métodos mapuches, para lo cual han sido creados nuevos cargos.
Está ubicado en Ruca Choroi, donde confluyen las comunidades Huenguihuel y Aigo, dentro del departamento de Aluminé, en la provincia de Neuquén. Se trata del primero en el país, y el segundo en Latinoamérica.
Para lograrlo, fue necesario un trabajo en conjunto entre el área de salud provincial, el equipo de salud rural del Hospital Aluminé y las comunidades mapuches locales, encargadas de la mano de obra. Es el resultado de años de trabajo y espacios de consenso, que comenzó a gestarse en 2012 durante la gestión de Jorge Sapag.
El marco legal que permite su apertura está basado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Establece el derecho de los pueblos originarios de ser provistos de una atención médica dentro del marco de sus tradiciones y cultura. El Nor Feleal, organismo de conducción mapuche, regulará el funcionamiento, otorgando facultades y responsabilidades.
El Dr. Fabián Gancedo, médico rural del hospital de Aluminé, declaró a los medios locales que: “Es el producto de 15 años de experiencia junto con estas comunidades mapuches. En ese camino nos acercamos a una relación entre la biomedicina y la medicina mapuche. Cada una con su valor y sus técnicas. La idea es que se aprovechen ambas”.
Por su parte, los agentes de salud mapuche podrán atender en el centro de salud o en sus casas. En la cartelería con las especialidades están los nombres de los kimche (gente con sabiduría), para que las personas puedan optar con quien recibir atención médica.
Todas las voces
En el acto de inauguración, que contó con 13 oradores, participaron el Gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, la Ministra de Salud, Andrea Peve, el ex gobernador Jorge Sapag y el intendente de Aluminé, Gabriel Marcial Alamo. También asistieron integrantes de comunidades locales y diferentes referentes mapuches, autoridades provinciales, municipales, intendentes, ministros, representantes de distintas instituciones, y vecines de diversos lugares de la provincia.
Comenzó con el izamiento de las banderas provincial, nacional y mapuche y la entonación de los respectivos himnos. Fue seguido de la plantación de un pehuén, una especie nativa, por parte del Gutiérrez, Peve y el intendente local. Se hizo mención a todas aquellas personas que hicieron que este hospital intercultural sea posible y también hubo un minuto de silencio por todes les victimes del Covid-19.
En su discurso, Gutiérrez destacó que: “Está ubicado donde confluyen dos comunidades, cada una de las cuales tenía su expectativa, por lo que este espacio ya es de unidad y comunión en este centro único sanitario. Los alambrados caen y dan paso a compartir los territorios y los espacios”. Afirmó que la decisión de crear este centro asistencial “se tomó no en base a los números, sino a la sensibilidad para construir provenir y futuro en el arraigo”.
A continuación, remarcó que nadie se debía atrever a ensuciar el buen nombre de las comunidades mapuches de la provincia. Agregó que han podido construir una agenda de descentralización, de equidad y justicia territorial. “Estamos acá en el día elegido y bajo el protocolo que han pedido las comunidades, para izar esas banderas juntos y a la par”, sostuvo. “A partir de este corte de cintas tenemos la posibilidad y el desafío de, unidos en nuestras culturas e integrados en el abordaje, que lo más importante es que la prevención y la promoción de la salud de nuestros habitantes y la cura de nuestros pacientes sea abordada de manera integral”, manifestó.
Más voces frente a la inauguración
Para la ministra Andrea Peve, es importante la apertura de este centro en el marco de los 50 años del Plan de Salud de la provincia de Neuquén. “Este espacio de interculturalidad en Salud no se da de casualidad, se da a poco más de 50 años de historia del Plan de Salud del Neuquén. Un sistema de salud con un fuerte recorrido histórico, con un gran compromiso y apoyo político. Una Salud que tiene los nobles pilares de la salud integral, territorial, accesible, universal, justa y solidaria, en un momento muy complejo que nos impulsa a renovarlo, repensar y resignificar y también a custodiar la accesibilidad y a descartar las barreras culturales”.
Por su parte, Daniel Salazar, lonco y coordinador del Consejo Zonal Pehuenche, agradeció la tarea que sus ancestros y sus antepasados comenzaron en la década de 1990. “Ellos nos marcaron un camino, debíamos luchar contra el desarraigo. Si eso no hubiera ocurrido muchos de nosotros hoy hubiéramos estado viviendo en una ciudad donde nos habríamos tenido que acostumbrar a una vida diferente.
No debemos olvidarnos quiénes somos”, señaló. Hizo mención a las disputas que hubo durante las negociaciones “pero los pusimos sobre la mesa y los resolvimos, como deben resolverse los conflictos”. Añadió que “Consideramos que la verdadera interculturalidad es escucharnos, entendernos, respetarnos y tolerarnos; y que la única herramienta para encontrar soluciones es el diálogo”.
“Es mentira que queremos hacer un Estado aparte. Por eso izamos todas las banderas: para mostrar que queremos convivir, aunque seamos un pueblo con una cultura diferente, un idioma diferente y una religión diferente”, expresó. Luego agregó que: “Se puede vivir en paz, nos podemos proyectar en el marco del respeto y de la tolerancia, esa es la verdadera interculturalidad. A esto lo tenemos que cuidar porque no se construye de la noche a la mañana, y aquí está el resultado. Termina una etapa, comienza otra”.
El edificio y sus características
El edificio posee una superficie de 522 m2 y la arquitectura tiene forma de medialuna. Esto es así porque la luna es muy importante dentro de la cultura mapuche, a través de ella se basan para las siembras y la recolección de la medicina. En el hall de entrada hay un fogón que evoca al fuego como elemento de encuentro.
Cuenta con un lugar para que los curadores mapuches puedan hacer fogones, otros para los componedores de huesos y para los yerbateros. También un espacio ceremonial para el machi, la máxima figura de la ceremonia curativa mapuche.
Las habitaciones cuentan con grandes ventanales que permiten el ingreso de luz natural, además de una relajante vista al campo. Las camas están orientadas hacia el este, por donde sale el sol, fuente de energía. En los nosocomios convencionales muchas veces las camas están orientadas hacia el oeste. Pero en su creencia, detrás de la cordillera es el lugar al que se dirige el equivalente del espíritu luego de su paso por el mundo. Esto era algo que molestaba a les pacientes de las comunidades; como si se los predispusiera para el final, la muerte.
Medicina mapuche
Lorenzo Loncón es ‘werken’ (mensajero) de la Confederación Mapuche Neuquina y lawentuchefe (persona especializada en plantas y su uso para la salud). En declaraciones a medios locales expresó que: “en Argentina no podemos hablar de machis (curandero shamán) porque después de la conquista del desierto se mataron muchos jefes y a estos guías espirituales. No sólo había machis sino también ampifes, gente que tenía visiones, a quienes prácticamente extinguieron. La medicina mapuche sigue siendo oral, la forma más rápida de aprender es escuchando, oliendo las plantas y teniendo memoria de para qué sirven.”
Sostuvo también que la concepción de la medicina occidental es separar todo, al hombre de la naturaleza, a la cultura de la naturaleza, mientras que para elles es una unidad. “La medicina milenaria ha demostrado que si es natural es mucho mejor que una combinación química o sintética. Y, además, si todas las culturas somos diferentes, también la medicina tiene que ser apropiada a cada cultura y tiene que haber disponibilidad. La naturaleza nos brinda eso: que sea algo que está cerca de la gente y que si vos la cuidás, la naturaleza te cuida a vos”, manifestó.
“La otra diferencia es que para nosotros la medicina es para compartirla, no es para tener un sistema de patentes y encarecer un producto. Nosotros si tenemos un saber y podemos ayudar a un vecino, aunque no sea mapuche, lo hacemos. Tenemos plantas para la fiebre que son infalibles, las tomás a la noche y al otro día ya podés ir a trabajar, a la universidad. Si vos tomás un fármaco, yo no conozco uno tan efectivo y rápido”.