Matías Padilla, un joven de 27 años, falleció luego de ser atropellado en la Ruta 1, cerca del ingreso a la Villa de Merlo. El aspirante a bombero voluntario iba a pie por la banquina, con destino a su casa donde convivía con su abuela. En el transcurso, una camioneta Volkswagen Touareg que iba en dirección de norte a sur, lo embistió desde atrás y perdió la vida en el acto.
El hecho ocurrió el pasado 6 de noviembre a las 04:00 de la madrugada, en el ingreso a la Villa de Merlo, una localidad a 190 kilómetros de la capital puntana. La víctima fatal, era un aspirante a bombero voluntario, muy querido en la localidad merlina.
Según trascendió, les dos ocupantes del vehículo, que resultaron ileses, iban en dirección a la localidad de Villa Larca, a 30 kilómetros de la Villa de Merlo, porque una de las personas reside en esa localidad. Tras atropellar a la víctima, chocaron contra dos árboles y terminaron volcando.
Testigues del hecho aseguran que tanto el hombre que manejaba como la mujer acompañante se encontraban en estado de ebriedad; y que al momento de llegar la Policía al lugar les involucrades ya no estaban en la escena ya que se habían retirado con amigues en otros vehículos.
En el lugar trabajaron policías de la Comisaría 42 de la Villa de Merlo, donde horas más tarde se presentó el abogado del conductor de 44 años y de la mujer de 24. El letrado manifestó que sus clientes “se encontraban en un estado de shock”; y, luego de declarar la mujer, fueron dejades en libertad.
Autopsia del joven de 27 años
Padilla perdió la vida en el lugar producto de un traumatismo craneoencefálico, según lo confirmó la autopsia realizada en la morgue judicial de Concarán. En la causa intervino la jueza Patricia Besso, quien está subrogando a Jorge Pinto.
Pedido de Justicia por Matías Padilla
La asociación civil Conciencia Colectiva convocó a una marcha para pedir justicia por la muerte del joven, a la que se adhirieron otras organizaciones y cientos de personas autoconvocadas. Exigieron que el caso no quede impune y cárcel para los responsables.
La sociedad no sale de su consternación, de la tristeza y del sentimiento de injusticia. No hay registros en la historia más reciente de Merlo de una marcha de tal magnitud, al menos en los últimos 30 años. Pero la gente se cansó de los atropellos de las autoridades y de la “Justicia” para unos pocos.
Ese fue el reclamo central y lo que provocó la ira de varies de les manifestantes frente a la Comisaría 42°. Fue allí a donde se trasladó la movilización que inundó las calles de Merlo con fotos de Matías Padilla y leyendas que rezaban “No fue un accidente, a Matías lo mataron”.
Un grupo de manifestantes que participó de la marcha para pedir Justicia, primero realizó una quema de neumáticos en la ruta y luego protagonizó desmanes frente a la Comisaría 42ª cuyo personal labró las actuaciones tras el trágico accidente. Pese al pedido de la familia para que cesara la violencia, los insultos y provocaciones hacia la Policía fueron creciendo y hasta hubo enfrentamientos.
Medidas llevadas adelante por autoridades judiciales
La Justicia tomó varias medidas, entre ellas, el pedido de secuestro de las filmaciones de los lugares nocturnos donde el conductor del auto que atropelló a Matías estuvo en las horas previas. Al menos se trataría de dos sitios ubicados en la Avenida del Sol, en Villa de Merlo.
Ya estaría establecido cómo se fueron del lugar les dos ocupantes del auto, quiénes les alejaron de la escena y hacia dónde se dirigieron. El informe oficial indica que se presentaron a las 9:30 horas en la Comisaría 42, cinco horas después del siniestro, junto con un abogado.
El conductor se negó a hablar, amparado en su derecho de no declarar, mientras que quien lo hizo fue la acompañante y admitió que habían consumido alcohol. Sin embargo, se deduce que en ese tiempo el nivel etílico que podían tener en sangre se había disipado.