“Queremos construir una casa para lesbianas mayores y nos estamos organizando para cumplir ese sueño urgente. Para nosotras y para las que vendrán”. Esa es la descripción de la página de Facebook Sueños de Mariposas, creada el 8 de agosto de 2017 tras la intervención de Alicia Caf en otro grupo transfeminista de la misma red social. En esa publicación disparadora, la jubilada y activista planteó no sólo su situación personal sino que abrió el juego para pensar en un problema político, social y comunitario: ¿Cómo es envejecer siendo lesbiana?
A pesar de la creación de espacios de contención como Puerta Abierta, el centro de jubiladxs LGBT+ que funciona en la Ciudad de Buenos Aires desde hace 21 años, les integrantes del colectivo siguen sufriendo la discriminación y la falta de acceso a los cuidados y la medicación.
La primera ciudad hispana en contar con una casa de retiro para personas LGBT+ fue Barcelona, en el año 2003. Desde entonces, más ciudades del mundo fueron abriendo paulatinamente espacios donde cuidar de las ancianidades no heteronormadas.
Sin embargo en Argentina, país pionero en la región en garantizar el derecho al matrimonio igualitario con la Ley 26.618 sancionada en 2010, aún no hay ningún espacio de este tipo para les adultes mayores de la comunidad.
El sueño de Alicia Caf era construir una casa donde las lesbianas pudieran envejecer juntas y sin violencias. Ella no creía llegar a verlo funcionando y sostenía que el proyecto del “lesbiátrico” es una meta para las generaciones futuras. Tristemente, el presagio de Alicia se cumplió el año pasado, cuando la activista falleció por complicaciones pulmonares derivadas del COVID-19.
“En la comunidad lesbiana existe la idea de una casa, una aldea, una isla a la que nos vamos. Es una fantasía que las compañeras de Sueños de Mariposas quieren llevar a lo real”, aseguró Caf durante una entrevista que le realizaron en 2017.
Esta casa comunitaria, o “lesbiátrico”, se plantea como un proyecto colectivo que trascienda los límites y urgencias de las adultas mayores lesbianas. Hacen énfasis en generar redes de contención, eje fundamental de la comunidad LGBT+ ya que muchas veces son rechazades por sus familias.
Las lesbianas, especialmente las mayores, atraviesan condiciones de vida precarias, marcadas por la pobreza, la soledad, la invisibilización y la discriminación. Por eso desde Sueños de Mariposas consideran urgente y necesario crear estrategias grupales y plantear soluciones reales para las lesbianas cis y trans que se encuentran en situaciones vulnerables.
“Una casa para lesbianas que piensan, que transforman, que interpelan, que crean, que aprenden y enseñan. Que aman y desean. Por nosotres y por les que vendrán”, en palabras de Alicia Caf.