Una pareja denunció que fue víctima de un violento accionar policial en su domicilio, realizado por efectivos del Grupo de Prevención Motorizado de la Policía Bonaerense, quienes violentamente ingresaron al hogar sin identificación ni explicación u orden de allanamiento. En medio de la confusión, Javier Aguirre, militante de Barrios de Pie, fue ahorcado hasta producirse su desmayo, mientras otros integrantes de la fuerza policial profirieron constantemente amenazas y golpeaban a su mujer e hijos adolescentes.
Según la denuncia, todo comenzó cuando Javier volvía a su casa, en el barrio de Las Heras, en la tarde del sábado. Paso frente a un cruce de motos de la Policía Bonaerense, que en ese momento no estaban parando a ningún vehículo ni en el marco de operativo alguno. Sin razón aparente, comenzó una persecución hasta su casa y frente a ninguna voz de alto ni de alerta, se propuso entrar a su hogar. Allí lo esperaba su pareja Lorena Quiroga, responsable local del Movimiento Barrios De Pie – Libres del Sur, y sus hijos, cuando fue violentamente abordado.
En consecuencia, se llevaron detenido al dirigente detenido por varias horas, y fue secuestrada su moto por una supuesta contravención que nunca se explicó. Tras una rápida llegada de su abogado, Rodrigo Blanco, dirigente de Libres del Sur y abogado de Barrios de Pie, a la Comisaría 16°, el letrado exigió que su defendido sea visto por médicos y sea prontamente liberado.
Finalmente, alrededor de la 1 de la madrugada, el detenido recobró su libertad. El acta de notificación cita una supuesta infracción a los artículos. 35 y 78 del Código Contravencional, previsto para quien «provocare o incitare a otro a pelear, en la vía o parajes públicos o lugares expuestos al público» y «el que no observe una disposición legalmente tomada por la autoridad».
Violencia Policial
Las huellas de la agresión mostraron que el cuerpo de Javier tenía eritemas y equimosis en su cuello, por nombrar sólo algunas, producidas en su aprehensión, y que los hechos mencionados en las acusaciones realizadas por la policía fueron inexistentes
El abogado Rodrigo Blanco declaró que, «este es un caso gravísimo de violencia policial, perpetrado de noche, en el domicilio de una dirigente social muy conocida en la ciudad, y con un grado de ensañamiento inconcebible. Evidentemente se esconde detrás un objetivo de disciplinamiento de estas expresiones de la lucha social».
“Hacemos un llamado a los organismos de derechos humanos y movimientos sociales a solidarizarse y acompañar la denuncia pública de este caso, que no puede quedar en la nada. La violencia institucional viene creciendo en los barrios de la ciudad desde el inicio de la cuarentena en marzo de 2020. Hechos como este no son propios de la vida democrática, y sus responsables deben ser removidos de las fuerzas de seguridad”, concluyó.