
De acuerdo a un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado, Israel empleó la violencia sexual, reproductiva y de género contra los palestinos como parte de una estrategia de guerra.
Además, el estudio asegura que Israel llevó a cabo actos genocidas mediante la destrucción sistemática de instalaciones de atención de salud sexual y reproductiva. Las violencias, detalla, fueron perpetradas contra mujeres, hombres, niñas y niños palestinos en todo el territorio. Según la presidenta de la Comisión, Navi Pillay, esto busca “aterrorizarlos y perpetuar un sistema de opresión que socava su derecho a la autodeterminación”.
En sintonía, el abogado de Derechos Humanos de la Comisión, Chris Sidoti, sostuvo que “la frecuencia, prevalencia y gravedad de los delitos sexuales y de género perpetrados en los TPO llevan a la Comisión a concluir que Israel utiliza cada vez más la violencia sexual y de género como método de guerra para desestabilizar, dominar, oprimir y destruir al pueblo palestino”.
La publicación del informe estuvo acompañada de dos días de audiencias públicas celebradas en Ginebra los días 11 y 12 de marzo. Durante las jornadas, la Comisión escuchó a víctimas, testigos de violencia sexual y reproductiva, personal médico, representantes de la sociedad civil, académicos, abogados y expertos médicos.
La desnudez pública forzada, el acoso sexual, la violación y la violencia genital, son algunos de los delitos de los que se acusa a las fuerzas de Israel. A su vez, el estudio afirma que estos abusos fueron cometidos bajo órdenes explícitas o con el estímulo implícito de los principales líderes civiles y militares.
Otra de las graves acusaciones, como se mencionó, recae en la destrucción sistemática de instalaciones de atención de salud sexual y reproductiva en toda Gaza, incluida la clínica de fertilidad más grande de Gaza, el centro Al Basma, en diciembre de 2023. Los bombardeos de los tanques destruyeron alrededor de 4.000 embriones en la clínica que, según se informa, asistía a entre 2.000 y 3.000 pacientes al mes.
En ese sentido, el informe señala que la destrucción equivale “a dos categorías de actos genocidas en el Estatuto de Roma y la Convención sobre el Genocidio, incluido el sometimiento deliberado a condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física de los palestinos y la imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos”.
Por su parte, la misión israelí en Ginebra dijo en un comunicado que su Gobierno “rechaza categóricamente las acusaciones infundadas” hechas en el informe de la comisión.