El próximo fin de semana se llevará a cabo una nueva edición de la Conferencia de las Naciones Unidas respecto de la problemática del cambio climático. La misma fue reprogramada para el 2021 a raíz de la crisis del Covid en 2020.
La COP26, tal como se la conoce, se llevará a cabo en la ciudad de Glasgow, Escocia. Asimismo, desde Naciones Unidas informaron que el evento organizado por el Reino Unido en colaboración con Italia, será desde el 31 de hasta el 12 de noviembre.
Según dicha institución, la Convención de las Naciones Unidas sobre el cambio climático constituye el tratado precursor del Acuerdo de París de 2015 respecto de tal problemática.
Advertencia de las Naciones Unidas
El objetivo general implica lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en el ambiente. Ello para evitar la incidencia humana peligrosa en el sistema climático.
A su vez, dentro del propósito general, se destaca el objetivo que apunta a mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de los 2 ℃, e impulsar los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 ℃.
Sin embargo, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) lanzó una advertencia sobre el último punto mencionado. Así alertó: «Los gobiernos aún planean producir en 2030 una cantidad de combustibles fósiles más de dos veces mayor del objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C».
El estudio mide la brecha entre la producción de carbón, petróleo y gas prevista por los gobiernos y los niveles compatibles con el cumplimiento de los límites de temperatura.
Implicancias ambientales
El informe publicado arrojó una serie de conclusiones respecto de la producción de combustibles fósiles. Así, en primer lugar expuso que los gobiernos del mundo tienen previsto producir 110 por ciento más de combustibles fósiles de lo adecuado con el límite de 1,5°C de calentamiento global.
Mientras tanto, los planes gubernamentales darán lugar a una producción de 240 por ciento más de carbón. A esto se suma un 57 por ciento de petróleo y un 71 por ciento de gas.
El reporte advirtió que, desde el inicio de la pandemia, los países destinaron fondos superiores a 300 mil millones de dólares a actividades de combustibles fósiles. Cifra que excede lo destinado a la energía limpia.
De esta manera y en el marco de la realización de la COP26, el estudio instó a los gobiernos del mundo a controlar los niveles de producción. El objetivo es lograr evitar que el planeta pueda quedar expuesto a niveles de calentamiento extremos.
Al respecto, dicho informe apunta a generar conciencia ambiental mundial. Ello mediante la advertencia con respecto a los efectos del avance del cambio climático (temperaturas, inundaciones, entre otros) y la necesidad de ponerle un freno.
Por último, y de cara a la Conferencia de la próxima semana, el estudio hizo un llamamiento global. Así, reclamó a los gobiernos que se comprometan a «cerrar la brecha» en la producción de combustibles fósiles y acelerar la transición hacia energías sostenibles.