La banda Armando lanzó su nuevo álbum que nació de sus 30 años de amistad y pasión por la música. Nota al Pie dialogó con uno de los guitarristas y vocalistas del grupo, Nacho Suso, sobre el disco que mezcla ska, reggae y rock.
El resto del grupo lo conforman Matías “El Terk” Mitre y Darío “Tano” Varela, en guitarra y voz; Gabriel “El Gallo” González, en teclados; Ezequiel “Pecho” Río, en bajo y voz; Santiago “El Mono” Guerisoli, en percusión y voz; Pablo “Ricky” Trento, en batería y coros; Matías “Tatu” Dhers, en armónica y melódica; y Juan Suso, en guitarra y coros.
Al indagar en la unión que los caracteriza, Nacho Suso explicó: “Los lunes a las 22, son nuestro ritual de creación. Es el momento en el que nos encontramos para fortalecer nuestra amistad, nuestro vínculo con la música y dar vida a nuestras canciones”. “La magia de esos lunes es lo que mantiene viva la esencia de Armando”, confesó.
¿Por qué decidieron grabar “Armando” en dos etapas?
La decisión de grabar en dos etapas se dio de forma natural. En los primeros años trabajamos en tres temas principales: “Parapapá”, “Querendón” y “Espejos”, con un enfoque tradicional, grabando cada instrumento por separado para lograr un sonido muy profesional. Sin embargo, con el tiempo nos dimos cuenta de que en vivo nuestra música tiene una energía especial, más genuina y vibrante.
¿Qué los llevó a optar por una grabación en vivo para algunos temas?
La sinergia y la empatía que tenemos entre nosotros hacen que, cuando tocamos juntos, la suma de las partes de como resultado algo mucho más grande. La banda transmite y también se nutre de la energía del público, y eso es lo que quisimos capturar al grabar en vivo: la magia de ese momento irrepetible y la esencia de lo que somos cuando estamos conectados como grupo.
¿Qué desafíos encontraron?
Nuestro productor y sonidista de siempre, Chiche, nos planteó un reto importante: llevar las canciones a su máximo potencial con mucho trabajo y dedicación. Esto nos llevó a mejorar los arreglos de todos los instrumentos, trabajando cada detalle con esmero. Incorporamos un drum doctor para optimizar el sonido de las baterías y un director de orquesta para perfeccionar los arreglos de vientos. Toda esta preparación nos permitió reconectarnos con nuestra música desde otra perspectiva, logrando un resultado mucho más orgánico y auténtico que refleja la esencia de nuestra banda.
¿Cómo creen que la grabación en vivo impacta en la energía de las canciones?
La grabación en vivo transforma por completo la energía de las canciones. No solo captura la esencia y la química única entre los músicos, sino que también refleja esa conexión profunda que compartimos como banda. Al grabar en vivo logramos transmitir el espíritu de un show, creando una experiencia más cercana y poderosa para el público.
Queremos que nuestra música sea un reflejo de la amistad, de la unión entre las personas, que consideramos una fuerza arrasadora. El arte es nuestra forma de expresarlo, y nuestras canciones hablan de la amistad en todas sus formas. Grabar en vivo es la forma más cruda y fiel de plasmar esa conexión, buscando que lo que salga de nuestros instrumentos sea lo más directo y auténtico posible.
“Parapapá” parece ser un tema clave, ¿Qué nos pueden contar de la composición?
“Parapapá” es una canción compuesta por nuestro querido amigo y legendario cantante de la banda, El Mago, quien ahora vive en Mallorca y es conocido como el rey de la isla. Antes de irse nos dejó su legado musical y nos dio la fuerza y la energía que necesitábamos para ser mejores. Él fue quien nos enseñó cómo ser una banda, cómo ensayar y qué buscar en cada ensayo. Para nosotros es un hermano, la piedra fundamental de “Armando”. Gracias a él tenemos este corte principal, y siempre estaremos agradecidos de interpretarlo.
¿Qué significa esta canción?
La letra de “Parapapá” refleja un viaje emocional y sensorial, casi como un despertar. Comienza con la imagen de salir a caminar tras un día soleado, buscando respuestas en medio de la naturaleza. “Los árboles se ríen”, lo que evoca una sensación de conexión profunda con el entorno, y “el sol” es el que ilumina ese camino hacia el encuentro. Hay una mezcla de alegría y de desconcierto, un deseo de encontrar algo más allá de lo tangible, como si se cruzara una línea entre las dimensiones.
Hay frases claves que reflejan esas dimensiones…
Al mencionar “el perro de La historia sin fin”, la canción hace referencia a una fantasía que se funde con la realidad, en la que se pierde la noción del tiempo. Cuando el protagonista dice “Ya no estoy acá, estoy volando por el cielo”, expresa la liberación y el desapego de lo terrenal, una sensación de fluir en otro plano. Y al final, cuando se encuentra con esa persona con “los ojos achinados”, la canción sugiere que, a pesar de la búsqueda y el viaje, lo más importante es el encuentro, el reencuentro con lo que realmente importa, en un momento de tranquilidad y aceptación.
¿Qué proyectos se vienen para la banda?
Estamos en un momento emocionante. Además del lanzamiento de “Armando”, tenemos en agenda presentaciones en festivales y fechas propias. Nuestro objetivo es seguir creciendo, llegar a más personas y mantenernos en constante evolución, siempre disfrutando del camino y de la música. Pero, más allá de los proyectos inmediatos, tenemos un deseo más profundo que es llegar a ser tipos grandes, bien viejos y que los lunes sigan siendo un lugar de encuentro para nosotros, para la banda y para nuestra gente.
¿Qué desean como banda?
Queremos que la música nos brinde la alegría de todo lo que hemos recorrido, y que al vernos la gente se alegre. Ese es nuestro mayor deseo, algo muy parecido a lo que decía Fontanarrosa cuando le preguntaron qué le desearía a su hijo: “Que cuando los amigos lo vean entrar, sonrían por su presencia”. Nosotros, los Armando, queremos exactamente eso. Queremos generar esa sensación de felicidad, de amor, de comunidad.