El pasado martes 17 de diciembre, el Planetario de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) presentó un meteorito de más de 4 mil años de antigüedad. Proviene de Campo del Cielo, un territorio entre las provincias de Chaco y Santiago del Estero donde se registró una de las lluvias de estos objetos celestes más importantes de nuestro planeta.
Este meteorito en particular tiene una superficie irregular, pesa 30 kilos y está compuesto mayoritariamente de hierro. La cedió en comodato la provincia de Santiago del Estero, cuyo gobernador Gerardo Zamora acudió a la presentación de la muestra.
La pieza meteórica FSDE042DL (según el inventario santiagueño) se exhibirá al público en el Planetario platense. El trasfondo de la exposición es un proyecto en conjunto entre la UNLP y la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), que trabajan en la puesta en valor de Campo del Cielo mediante la utilización de tecnología Laser y métodos geofísicos para la detección de nuevos cráteres y meteoritos.
En ese contexto, desde Nota al Pie nos preguntamos cómo es la regulación de estos cuerpos celestes en Argentina. ¿Pueden venderse a través de Internet en otras partes del mundo?
Campo del Cielo: un lugar único en el mundo
Es una franja de 200 kilómetros en la frontera entre Chaco y Santiago del Estero, donde hace aproximadamente 4.000 años se produjo un importante evento de impacto de meteoritos.
Se trata del lugar del cual mayor tonelaje de fragmentos de sideritos (meteoritos metálicos) se recuperó en todo el mundo. Se componen de forma mayoritaria por hierro y en un 10% de níquel y cromo. Además, sus cráteres se disponen en una perfecta línea recta cuya extensión aproximada es de 100 km de largo por 3 km de ancho.
Entre ellos se encuentra “El Chaco”, segundo meteorito más grande del mundo, con casi 37 toneladas. Hoy se exhibe en el Parque de los Meteoritos de Gancedo, reserva provincial en dicha localidad chaqueña.
Por otra parte, estos objetos celestes son sagrados para las comunidades moqoit, originarias de la zona. Sus relatos dan cuenta de la antigüedad de la presencia de los meteoritos allí, como también existen registros de los primeros expedicionarios españoles.
Y como suele suceder con los bienes comunes naturales en América Latina, la historia de los meteoritos es también un relato de saqueos.
Venta ilegal de meteoritos
Una amiga que vive en España me envía un mensaje, extrañada. Encontró en la web de una gran cadena de supermercados internacional trozos en venta de meteoritos de Campo del Cielo. Sus precios variaban entre los 200 y los 250 euros. No pudo evitar preguntarse: ¿es legal la presencia en el mercado de estos cuerpos celestes?
La respuesta en Argentina es no, pero es algo difícil de controlar. De hecho, el proyecto en conjunto entre la UNLP y la UNSE proveerá a Santiago del Estero de una base de datos más completa de los meteoritos existentes, esencial para conservar el patrimonio y ampliar el estudio del fenómeno astronómico que le dio origen.
Los meteoritos son piezas codiciadas por coleccionistas y traficantes que alimentan un mercado internacional ilegal. Basta con ver noticias de los últimos años, donde las personas se llevaban escondidos en sus autos (o hasta bolsillos), fragmentos que luego pueden vender de forma online.
El precursor de los saqueos fue el estadounidense Robert Alan Haag, quien en 1985 se hizo de un gran botín en Gancedo. En 1990, intentaría robar el famoso “Chaco”, sin éxito.
Según Mario Vesconi, presidente de la Asociación Chaqueña de Astronomía, un estudio magnetométrico permitiría estimar qué porcentaje de bólidos se extrajo del lugar. De acuerdo a lo publicado para su venta en Internet, la cifra se situaría en no menos de 10 toneladas en fragmentos.
La regulación de los meteoritos argentinos
La Ley 26.306, de alcance nacional, establece “que los meteoritos y demás cuerpos celestes que se encuentren o ingresen en el futuro al territorio argentino, su espacio aéreo y aguas jurisdiccionales son bienes culturales”.
En ese sentido, refiere que “quedan comprendidos dentro de los efectos y alcances de la ‘Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia ilícitas de bienes culturales’”.
Sin embargo, en diálogo con Diario Norte, Vesconi afirmó que no es suficiente. A su vez, aseguró: “Tenemos una ley provincial que requiere actualización, porque fue sancionada en los 90 en una época en que no había internet, y que hoy es la vidriera para la venta ilegal de los meteoritos que tenemos acá”.
Por eso, en los últimos años surgieron proyectos de ley para proteger específicamente a estas piezas del tráfico ilegal. “Roban tanto que parece que piensan que es un bien infinito y que nunca se va a acabar”, reflexionó Vesconi a Diario Norte. “Pero sí, se van a acabar”, lamentó.