Para aquellos que se encuentren ajenos a este mundo, la Fórmula 1 (F1) puede resultar, por momentos, un juego repetitivo y ajeno a presentar grandes sorpresas a lo largo de la temporada. Más cuando, año a año, se repiten los mismos nombres en la portada de los triunfadores.
Ejemplo de ello son pilotos como Michael Schumacher, Sebastien Vettel, Lewis Hamilton o el vigente Max Verstappen, que han coronado temporadas completas sin sobresaltos desde la primera carrera. Ya sea el virtuosismo a la hora de conducir o un equipo detrás con una preparación y un auto en condiciones, difícil de equiparar para las demás escuderías, los factores que ejemplifican la monotonía son diversos.
Sin embargo, la temporada 2024 (la 75° del Campeonato Mundial organizado por la FIA) ofreció a diferencia de otros años la sensación de que habría sorpresas en las cartas hasta la última fecha, en gran parte por la autoridad que demostró el piloto de Red Bull en las primeras 10 carreras, con siete victorias embolsadas, que prácticamente lo encaminaron al tetracampeonato.
Pero, por otro lado, la inconsistencia que demostró él con su equipo y que lo llevaron, en las siguientes 10 jornadas, a perder la supremacía del Campeonato de Pilotos y Constructores y cederle el protagonismo a Ferrari, con Charles Leclerc a la cabeza; Mercedes, con un George Russell congraciado y un Hamilton aún competitivo; y McLaren, con Lando Norris y Oscar Piastri que muestran credenciales para coronar en el futuro.
Con esos condimentos, la victoria tan relegada y heroica en Sao Paulo hace tres semanas le permitió a Verstappen sacarse una mochila cargada de preocupaciones y llegar a Estados Unidos con la vigencia y seguridad que, dependía de él consagrarse, sin importar otros resultados en pista. La corona estaba servida y solo restaba saber en qué posición caerían los dados.
El flojo andar de Norris en el Circuito Callejero de Las Vegas Strip, siendo el único capaz de arrebatarle el premio mayor a falta de tres jornadas, aceleró la consagración. Pese a sumar un punto bonus, el británico quedó a 63 puntos con 50 en juego luego del sexto puesto y el subcampeonato es suficiente aliciente para sentirse satisfecho de que compitió con sus mejores cartas.
Para Verstappen, la quinta posición en la carrera apenas es una anécdota de otro fin de semana salvaje para el neerlandés, que alcanzó al francés Alain Prost y el alemán Sebastien Vettel en coronas. A un título de los cinco trofeos de Juan Manuel Fangio, aún le resta camino por recorrer para alcanzar a Michael Schumacher y Lewis Hamilton, quienes con siete conquistas, miran a los demás pilotos desde la cima.
Fuera de los reflectores, Russell se llevó el GP de Las Vegas
Con los condimentos lógicos de una consagración, la carrera brilló por motus propio, magnificada por el glamour del entorno y la noche como acompañante, garantizando una velada que obligó a muchos espectadores a quedarse hasta horas de la madrugada para disfrutar de cada detalle. Y quién brilló más que todos fue Russell, quién se llevó la victoria desde la misma clasificación, que dominó sin sobresaltos.
Analizando la competencia en sí, no hubo grandes cambios en cuanto a las posiciones, salvo la excepcional y bien trabajada performance de Lewis Hamilton, que volvió a subirse al podio con su coequiper Russell. El británico partió décimo y llegó a estar primero en pista, pero el segundo puesto final no tamizó su gran desempeño. Su último podio había sido en julio, en el GP de Bélgica, cuando se llevó su 105° victoria.
Otros desempeños destacados fueron los del español Carlos Sainz Jr. y su compañero Charles Leclerc, quienes finalizaron en la tercera y cuarta colocación y le permitieron a Ferrari mantenerse expectante en la competencia por ser la mejor escudería de la temporada, apenas a 24 unidades de McLaren, de flojo andar este fin de semana.
En lo que respecta a nuestras raíces, Franco Colapinto se recuperó del fuerte golpe en la segunda sesión de clasificación de la madrugada del sábado y tras partir del Pitlane (20° en carrera), luego de reparar el monoplaza, recuperó seis posiciones en pista y finalizó 14° en la clasificación, manteniendo el nivel previo a los acontecimientos desafortunados en el GP de Sao Paulo.