Según la Real Academia Española, censurar significa “formar juicio sobre una obra o cualquier otra cosa”. Esto parece impulsar el Estado nacional en las últimas semanas, al señalar ciertos trabajos o textos en los cuales “se percibe cierta imposición de ideas o adoctrinamiento cultural” que, paradójicamente, el mismo gobierno busca imponer con sus políticas, en desmedro de otras ideas.
Recientemente, se han registrado fuertes ataques a textos que pertenecen al programa Identidades Bonaerenses, lanzado en 2023, y que fueron distribuidos en escuelas secundarias y de adultos para ser leídos, cabe aclarar, “con acompañamiento docente” según consta en su catálogo.
Los libros y autores cuestionados por el Estado incluyen a “Las primas”, de Aurora Venturini; “Cometierra”, de Dolores Reyes; “Piedra, papel o tijera”, de Inés Garland; “Berazachussetts”, de Leandro Ávalos Blacha; “Donde no hago pie”, de Belén López Peiró; y “Graymoor”, de Sebastián Vargas, entre otros.
Este tema ya había sido tratado y mencionado en la Legislatura provincial meses atrás, cuando el senador Alex Campbell (PRO) presentó, en marzo de 2024, un pedido de informes sobre los criterios de selección y distribución de “Cometierra”, uno de los libros del programa Identidades Bonaerenses.
Pese a las controversias, el trabajo de Dolores Reyes, ya ha sido traducido a 15 idiomas y seleccionado por The New York Times como uno de los libros más destacados de 2019. Este texto, ahora centro de críticas por parte de La Libertad Avanza, es uno de los más vendidos en Argentina, superando títulos como “La vegetariana”, de Han Kang.
¿Un ataque a la política o a la creatividad literaria?
El 7 de noviembre, la vicepresidenta Victoria Villarruel expresó, en su cuenta de Instagram: “Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que (Axel) Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse. ¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a quienes promueven estas agendas nefastas y respeten la inocencia de los niños! ¡Con los chicos, NO!”. Estas declaraciones iban acompañadas de fragmentos del libro.
Ante esto, la Dirección de Cultura y Educación bonaerense aclaró que los textos están destinados a bibliotecas de instituciones secundarias, técnicas, para adultos, y de nivel superior. Es de mencionar que, pese a la polémica, estos trabajos no son de lectura obligatoria ni forman parte de los materiales de Educación Sexual Integral (ESI). Además, están acompañados por guías para el docente, con especificaciones de uso según la edad.
Por su parte, la editorial Sigilo expresó, en un comunicado, que la colección Identidades Bonaerenses busca poner en el centro de la escena la diversidad de voces y temáticas de la provincia de Buenos Aires, promoviendo la construcción personal de la identidad lectora y el derecho de cada estudiante a elegir qué leer.
Opiniones del ámbito literario y cultural
El último fin de semana se desarrolló la FLICH, la tercera edición del Festival del Libro de Chivilcoy. Se trató de un encuentro de literatura y poesía que nació en el año 2022 en la librería local Macondo para que el arte y su público se reunirán entre libros, editoriales, lecturas, charlas, talleres, entrevistas y música.
Pasaron por el Festival más de 2000 personas que se acercaron en una tarde lluviosa a recorrer y escuchar a los autores y autoras invitados, entre los que se encontraban Martín Kohan, Dolores Reyes, Alejandra Kamiya, Walter Lezcano, Marico Carmona, Matías de Rioja, Damián Mariani, Tomás Gigante, Estefanía Enzenhofer, Gito Minore, Karen Alesi y Nicolás Leiva, entre otros.
Aprovechando nuestra presencia en el encuentro, pusimos a disposición el micrófono de Nota al Pie para conocer las opiniones ante estas polémicas. Samantha Sanrome escritora, comunicadora y gestora cultural, expresó: “Yo creo que lo realmente peligroso para nuestra democracia y nuestra sociedad, es que sigamos permitiendo que avance este nivel de violencia discursiva, ignorancia, desinformación y censura”.
“Este gobierno, los medios y los haters tienen mucha responsabilidad en ese fogoneo de agresividad social. No son los libros ni la ficción lo «peligroso». Lo peligroso es no leer. A mí me sorprende angustiosamente cómo se indignan por un fragmento de un libro que no leyeron, como si los pibes y pibas descubrieran el sexo en una novela, y no les indignó antes, por ejemplo, cuando el presidente comparó la homosexualidad con la zoofilia (por decirte una de miles de atrocidades que se dijeron en estos meses)», manifestó con malestar.
Además, sentenció que «lo único que quieren es llevarse puesta la ESI y toda política del anterior gobierno porque para los libertarios todo lo que hizo el kirchnerismo está mal. Pero lo que más me preocupa personalmente es que la sociedad no tenga en cuenta que hay algunas políticas básicas y derechos que no importa quién las hizo, pero que hay que cuidarlas y defenderlas”.
Por otra parte, consideró que «está buenísimo que los chicos y chicas tengan Educación Sexual Integral y está buenísimo que lean Cometierra y más ficción en las escuelas. Así es como se forman lectores y lectoras. Los chicos no son recipientes vacíos que los maestros van a llenar con sus ideas”.
Para la escritora, este «circo mediático» termina siendo «no solo siendo un método de persecución y censura a una escritora y a la ESI, sino también un debate sobre la mirada que tienen de la educación y la juventud, que no tiene en cuenta las necesidades de la época ni de los pibes.”
Alejandro Kaufman, profesor universitario, crítico cultural y ensayista, nos dejó su sentir ante este tema con dos observaciones: «Primero, lo que de verdad le es inherente, el totalitarismo es metódicamente “incoherente” porque su propósito es someter de manera incondicional y exhaustiva. A quien padece su imperio no le cabrá comprender una razón normativa según la cual se podrá conducir. La obediencia debe seguir el imperio de la arbitrariedad”.
“Así funcionan los regímenes de censura en ese tipo de situaciones. Levantar una queja porque no se entiende por qué tal contenido se prohíbe y tal otro no se prohíbe es inocuo y puede hasta llegar al límite de la abyección genuflexa. En la dictadura lo hemos vivido. De ahí que use tanto en nuestra actual realidad la palabra “doma”: remite a una obediencia ciega a cualquier restricción o imposición”, expresó el ensayista.
Continuando con su exposición, comentó que «cuesta entenderlo porque es una realidad demasiado adversa, pero sin entenderlo no se podrá cabalmente ejercer la necesaria oposición. La forma decisiva en que se ejerce un poder totalitario, o con tales propósitos como estrategia, es que quien obedece lo haga porque sí, sin inteligir razones. En ello reside el carácter terrorista de ese poder. Expropiar toda comprensión de su lógica”.
Como segunda observación, «en el caso de Cometierra concurre otra variable que fue expresada con claridad por quien promovió la censura: en la escuela solo se deben estudiar contenidos “científicos”, no “literatura”. La literatura queda reservada a la experiencia privada según criterio individual. No tiene ninguna función educativa”.
Por consiguiente, “aquí interviene otra fuente de la situación que atravesamos, que es el imperio, también totalitario, de una razón sólo basada en el cálculo como condición de existencia. Esta es una tendencia de la modernidad técnica en constante debate, que se manifiesta alrededor de la inclusión de las humanidades y las ciencias sociales en la educación de todos los niveles”.
Para el crítico, «se nos quiere imponer de manera extrema un sometimiento a una razón desprovista de humanidad, solo calculable a la manera de la inteligencia artificial, sin poema, sin humor, sin interrogantes existenciales. Promueven una deshumanización anestesiada, mecánica, empobrecida de sensibilidad y éticamente inhabilitada.”
Finalmente nos dejó su opinión Victoria Aguirre, abogada y coordinadora de MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), quién expresó: “La ESI es ley desde el 2006 y aún tenemos muchos problemas para su implementación. Los dichos de la Vicepresidenta y toda la gestión del gobierno atrasa enormemente lo conquistado por la ESI”.
Para Aguirre, «no debemos olvidar que gracias al abordaje de la ley en las infancias se han denunciado muchos abusos y violencias intrafamiliares. Las violencias por motivo de género pueden combatirse desde allí. Porque es un pilar fundamental para terminar con las desigualdades y los estereotipos de género que aún se sostienen”.
Además, expresó que la vicepresidenta “Villarruel pertenece a un espacio ultra conservador y retrógrado. Es peligrosa la instalación de que existe una ideología de género, eso invisibiliza la violencia que existe y que no nos da respiro. Todos los días hay 3 intentos de femicidio en este país y esa es la violencia cotidiana y extrema que sufrimos las mujeres y disidencias”.
Respecto a la persecución y el intento de cancelación a las autoras mujeres y feministas, consideró que «es una verdadera cruzada. Nunca jamás la censura llevó a un buen camino. El foco está puesto en denostar el feminismo y la literatura que da voces a situaciones cotidianas : Y que se expresan en un lenguaje que todos y todas entendemos. Sin eufemismos ni metáforas. ¿Por qué les enoja tanto?»
“De chica en la escuela leí Junco, Mí planta naranja y lima, Platero y yo y tantas otras historias de niños totalmente vulnerados, violentados, maltratados… El lazarillo de Tormes, El matadero… puedo citar miles que expresaban lo mismo con un lenguaje que costaba entender y peor. No teníamos ESI para hablar de esas violencias”, citó la coordinadora de MuMaLá.
Además, invitó a la reflexión, al considerar que «si sacamos libros de las bibliotecas seguimos permitiendo que los pibes y las pibas dejen de crear e imaginar mejores mundos posibles. Nadie cuestiona -parece- que la pornografia está a un click al igual que la ludopatía. Ahí debería plantarse el Estado a proteger a los niños, niñas y adolescentes… pero no. Ahí está el negocio más millonario de todos”.
Por último, dejó en manifesto que “la cultura, la lectura y la imaginación hacen a los pibes y pibas libres. Un gobierno que se jacta de proclamar la libertad nos demuestra diariamente «esa libertad» es para unos pocos (y con o)”.