El mundo del cómic vive un intenso debate en 2024, provocado por el Premio Nacional del Cómic otorgado en España a Bea Lema por su obra «El cuerpo de Cristo». Este trabajo, que aborda la salud mental a través de técnicas mixtas como el bordado, ha recibido elogios por su innovación, pero también ha sido blanco de críticas que cuestionan si realmente puede considerarse un cómic.
Para Borja González, Premio Nacional de Cómic 2023, esta polémica no es nueva, sino el resultado de una evolución histórica. “Mientras que pocos discuten lo que es una película o una novela, la definición de cómic sigue siendo objeto de debate”, reflexiona. Según González, la confusión tiene raíces profundas, relacionadas con el origen del cómic como un «medio bastardo» vinculado a la prensa y los kioscos. Sin embargo, destaca que en la actualidad el cómic ha trascendido esos límites, consolidándose en librerías como un objeto cultural formal.
Experimentación y límites subjetivos
El caso de Lema, lejos de ser único, ejemplifica una constante en el medio: la experimentación que desafía las definiciones tradicionales. Álvaro Pons, divulgador y académico de la Universitat de València, señala que cada intento de definir el cómic se ve superado por obras que rompen esos moldes. Sin embargo, Pons establece un límite personal al señalar que el lector debe participar activamente en la secuenciación narrativa para que una obra sea considerada un cómic. «Si hay animación y el lector es pasivo, estamos hablando de algo distinto», afirma.
Esta visión subraya una de las tensiones centrales del debate: ¿deben existir límites claros en el arte o es más enriquecedor permitir una constante redefinición? Pons advierte contra el intento de “ponerle puertas al campo”, argumentando que estas discusiones suelen estar impulsadas por actitudes conservadoras más que por un verdadero interés en el medio.
Un medio en constante evolución
El debate en torno a «El cuerpo de Cristo» refleja una transformación más amplia en las formas artísticas y su relación con las expectativas del público. Thierry Groensteen, reconocido teórico del cómic, describe el medio como un «objeto cultural no identificado», en constante desafío y expansión.
En este sentido, el reconocimiento a Lema no solo abre puertas a nuevas formas de expresión dentro del cómic, sino que también expone una lucha entre lo tradicional y lo innovador. En palabras de González, “los cambios chocan, pero la experimentación siempre ha sido parte de la historia del cómic”.
En un mundo donde las fronteras entre las disciplinas artísticas son cada vez más borrosas, el cómic de 2024 se reafirma como un medio en transformación, dispuesto a romper sus propios límites y a continuar desafiando las definiciones convencionales.
Fuente: Basado en información del newsletter de Proyecto451, Edición Nº 588.