Leo Azamor, el ingenioso autor y director teatral, regresa para contagiar al público con risas y un torrente de emociones en su más reciente obra, titulada “Te Amo”.
Esta comedia, que incorpora matices dramáticos y se sitúa a finales de los años 90, trasciende las fronteras del género para convertirse en una reflexión profunda sobre la vida, la muerte y, fundamentalmente, el amor en todas sus formas. Las funciones son los jueves a las 21, en el Teatro El Grito (Costa Rica 5459, CABA).
La trama nos introduce a tres personajes cuyas vidas se entrelazan de manera fortuita. Todo comienza cuando Valentín y Javier se encuentran en la escalera de servicio del edificio donde trabajan, en el preciso momento en que Javier atraviesa el duelo por la pérdida de su perra.
Lo que inicialmente se plantea como un simple viaje de fin de semana a la costa, se transforma en una odisea emocional con la inesperada incorporación de Gino, el primo recién separado de Valentín. Este trío aparentemente incompatible – un tímido pesimista, un bromista incorregible y un recién divorciado verborrágico – se embarca en lo que resultará ser mucho más que un simple escape de fin de semana.
Desde el punto de vista dramatúrgico, Azamor construye un texto que fluye con naturalidad entre el humor y el drama, manejando los tiempos con precisión quirúrgica. La obra avanza como una montaña rusa emocional, donde cada giro narrativo está meticulosamente calculado para mantener al espectador en vilo.
El guión brilla por su capacidad de abordar temas complejos sin perder la ligereza necesaria para mantener el ritmo de la comedia. Y se convierte en un espejo de muchas realidades donde la amistad se vuelve amor entre dos personajes, no importa el género ni edad.
Una obra costumbrista colmada de emociones
En la dirección, Azamor demuestra una sensibilidad especial para el manejo del espacio escénico. Su decisión de utilizar una escenografía minimalista – prácticamente reducida a tres reposeras – potencia la intimidad de la historia y permite que el foco se mantenga en las interpretaciones y el texto.
La iluminación, a cargo de Julián Pinto, complementa perfectamente esta propuesta, creando atmósferas que transforman el escenario vacío en múltiples espacios, desde una oficina hasta una playa. El elenco, además, está a la altura del desafío.
Leo Azamor, en el papel de Javier, construye un personaje entrañable y complejo, dotándolo de una vulnerabilidad que resulta magnética. Ariel Gangemi, como Valentín, aporta el contrapunto perfecto con su energía contagiosa y timing cómico impecable. Luis Gritti completa el triángulo con una interpretación matizada de Gino, logrando que un personaje potencialmente irritante se vuelva entrañable.
Los aspectos técnicos de la producción, desde el vestuario de Lidia Navarro hasta la selección musical, contribuyen a crear una experiencia inmersiva que transporta al público a los años 90. La música, en particular, funciona como un personaje más, marcando los momentos clave de la narrativa y añadiendo capas de significado a las escenas.
«Te Amo», en resumen
«Te Amo» es mucho más que una comedia romántica; es un espejo donde los espectadores pueden verse reflejados en su búsqueda de conexión y sentido. La obra nos recuerda que la vida, como una rueda de colores, gira constantemente entre momentos cálidos, fríos y grises, pero son precisamente estos contrastes los que la hacen hermosa.
En apenas una hora, Azamor logra lo que muchos intentan en vano: crear un universo completo donde reír, llorar y, sobre todo, reflexionar sobre esas decisiones que nos definen como seres humanos.
Al final, uno sale del teatro con la sensación de haber vivido algo especial, algo auténtico. Esta fresca propuesta es un recordatorio de que, en tiempos donde la superficialidad parece reinar, todavía hay espacio para historias que nos tocan el alma y nos hacen creer en el poder transformador del teatro.