Las mujeres y niñas están sufriendo cada vez más las consecuencias de los conflictos armados en todo el mundo. En 2023, la proporción de mujeres asesinadas en conflictos se duplicó en comparación con el año anterior, según un informe reciente de ONU Mujeres. Cuatro de cada diez personas que murieron en conflictos armados el año pasado eran mujeres, una cifra que refleja el deterioro de las condiciones de vida para las mujeres en zonas de guerra.
Este alarmante aumento de muertes, así como de casos de violencia sexual relacionada con conflictos (que se incrementaron un 50%), se da en un contexto de desprecio por las leyes internacionales diseñadas para proteger a mujeres y niños. La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, describió la situación como parte de una «guerra más amplia contra las mujeres».
Desigualdad y violencia creciente
Las mujeres en zonas de conflicto se enfrentan no solo a la violencia directa de la guerra, sino también a un acceso cada vez más restringido a servicios esenciales como la atención sanitaria. Según el informe, 500 mujeres y niñas mueren diariamente por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto en países afectados por conflictos. En Gaza, por ejemplo, a finales de 2023, 180 mujeres daban a luz cada día en condiciones extremadamente precarias, sin acceso a suministros básicos ni a atención médica adecuada.
Invisibilidad mediática y falta de representación
El informe también denuncia que, a pesar del aumento en la cobertura mediática de los conflictos, solo el 5% de dicha cobertura se enfoca en las experiencias de las mujeres. Menos del 0,04% de los artículos publicados sobre conflictos armados mencionan las contribuciones de las mujeres como líderes. A pesar de los compromisos asumidos para garantizar la participación plena de las mujeres en temas de paz y seguridad, el poder político y militar sigue siendo dominado mayormente por hombres. En 2023, solo el 9,6% de los negociadores en procesos de paz eran mujeres, aunque estudios muestran que su participación mejora la durabilidad y efectividad de los acuerdos de paz.
Ejemplos de resiliencia y la lucha por la inclusión
A pesar de los desafíos, las mujeres han demostrado un papel crucial en la construcción de la paz. En Yemen, las negociaciones lideradas por mujeres permitieron asegurar acceso a agua para los civiles. En Sudán, 49 organizaciones lideradas por mujeres trabajan para impulsar procesos de paz más inclusivos, aunque sus esfuerzos no reciben el apoyo o reconocimiento necesario en las negociaciones formales.
Financiamiento insuficiente y prioridades desbalanceadas
El informe señala que uno de los principales obstáculos para avanzar en temas de mujeres, paz y seguridad es la falta de financiación. Mientras que los gastos militares globales alcanzaron un récord de 2,44 billones de dólares en 2023, la financiación destinada a organizaciones que apoyan los derechos de las mujeres apenas representa el 0,3% de la ayuda total anual. Además, las inversiones en prevención y respuesta a la violencia de género son inferiores al 1% del gasto humanitario global.
Llamado a la acción y hacia el futuro
Con la proximidad de importantes aniversarios relacionados con la igualdad de género, como el 30º aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing en 2025, ONU Mujeres insta a la comunidad internacional a tomar acciones políticas audaces y a aumentar el financiamiento para garantizar la participación igualitaria de las mujeres en la paz y la seguridad. «Solo mediante un compromiso real y sostenido se logrará una paz duradera para todos», concluye el informe.
La situación de las mujeres en conflictos armados sigue siendo un desafío mundial. La falta de representación, la violencia de género y las condiciones adversas en las que viven miles de mujeres y niñas requieren una respuesta global más firme y comprometida, que priorice la paz inclusiva y el respeto a los derechos humanos.