Nota al Pie entrevistó al Dr. Facundo Pereya, recientemente galardonado con el Martín Fierro Digital en la categoría de “Mejor Contenido Temático Profesional”, para profundizar en cómo la alimentación puede ser la clave para una mejor calidad de vida.
En un mundo cada vez más acelerado, donde las enfermedades crónicas y los problemas de salud mental son cada vez más frecuentes, la alimentación se ha convertido en un factor crucial para mantener tanto el cuerpo como la mente saludables.
Facundo Pereya, de la enfermedad a la recuperación
Después de diez años de lucha contra una enfermedad, el Dr. Pereya encontró en los métodos naturales y la alimentación un camino hacia su recuperación. Su experiencia lo llevó a desarrollar el programa «Resetea los intestinos» en el ámbito de la salud pública, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de millones de personas, especialmente aquellas que no tienen acceso a tratamientos adecuados.
-Trabajaste en dos artículos que demuestran que un cambio de alimentación basta para mejorar nuestra calidad de vida. Si bien hay varios factores que entran sobre la calidad de nuestra alimentación (economía, industrias de alimentos, falta de tiempo, etc), ¿Existe una relación directa sobre lo comemos y nuestro estado de ánimo, por ende, nuestro bienestar general?
–Sí, existe una relación directa entre lo que comemos y nuestro estado de ánimo, por muchos mecanismos. Primero porque se sabe que el exceso de azúcar y harinas refinadas levantan mucho la insulina y eso hace que, cuando cae la insulina, hay picos y valles de glucemia. Eso hace que haya inestabilidad anímica, o sea, comer muchos carbohidratos refinados, genera, altibajos emocionales por picos y valles de glucemia producto de, o efectos secundarios de, pico o de valles de insulina, según lo que comemos. Después hay personas que por ejemplo comen mal: comen poca planta, muchos carbohidratos, refinados, azúcar, muchos alimentos ultra procesados y pocas grasas saludables, hablamos del 80% de la población, y eso genera que la microbiota se empobrezca.
¿Qué pasa cuando la microbiota del intestino se empobrece? La microbiota es el conjunto de bichitos o microorganismos que viven en nuestro intestino y que generan sustancias antidepresivas. En la microbiota pobre, hay menos sustancias antidepresivas, tenemos menos serotonina, tenemos menos ánimo y como la serotonina es un precursor de la melatonina. También tenemos menos melatonina y dormimos peor. Por último, la mala dieta también genera inflamar el intestino, genera esto de la microbiota pobre, más ciertos cambios que se producen en el epitelio del intestino con alimentos como gluten, lácteos, azúcar o carne roja, genera que haya traspaso de toxinas y esa toxinas van a la sangre y e inflama en el cerebro la llamada neuroinflamación; así que hay mucha relación entre lo que comemos en nuestro estado de ánimo.
– En tus trabajos proponés un cambio de alimentación durante dos semanas, y trabajaste en diseñar el programa para la salud pública “reseteá tus intestinos“, en ese tiempo se logran ver cambios significativos en los síntomas de problemas digestivos. ¿Qué escenario podría verse si este tipo de alimentación se sostiene en el tiempo?
-El programa reseteo intestinal que hicimos en salud pública, que ya es la segunda edición que llevamos y queremos exportarlo a todo el país, porque si la persona logra cambiar su alimentación y lograr hábitos saludables el escenario es muy favorable; en especial porque se sabe que comer bien y hacer ejercicios previene el 80% de las enfermedades. Entonces por un lado, se previene enfermedades cardiovasculares, que son las más comunes, como el Alzheimer, la depresión, la diabetes, el cáncer. Pero también el paciente, en el día a día, tiene mejor piel, menos dolores articulares, más energía, menos posibilidades de sobrepeso, supera la adicción al azúcar y harina una vez que mejora su relación con la comida.
– ¿Cuáles son las claves para lograr hábitos saludables? ¿Pensás que tiene que ver con la educación, con la falta de información, o con la industria alimentaria ?
-Las claves para lograr los hábitos saludables es primero información, el paciente tiene que tener la información. Después tiene que tener la voluntad, a veces no es fácil, por eso necesitamos un método; en mi tercer libro cuento que el método para cambiar el hábito es primero tener una señal en el cuerpo, uno tiene que sentir un síntoma, tiene que haber tenido un susto algo para cambiar ese hábito. Después el método, que sigue después de la señal, es empezar de a poquito y repetirlo en el tiempo. Por ejemplo si vamos a ejercicio: hay que empezar de a poquito, una caminata por día o una flexión de brazo y una sentadilla todos los días. Y siempre pegar un hábito nuevo a un hábito viejo, por ejemplo cepillarse los dientes que es un hábito viejo y después hacer algún tipo de actividad física. Con respecto a la alimentación lo mismo se empieza, o directamente empezás con un reseteo intestinal que es algo más agudo más estricto para personas con síntomas, pero aquel que no quiere hacer un reseteo, que no tiene síntomas puede arrancar con cambios menores: por ejemplo el primer cambio que hay que hacer es desayunar con proteínas, caldo de hueso o huevo a la mañana en reemplazo de cualquier otro carbohidrato. Y después el segundo paso es sacar la harina refinada y el azúcar de casa: fuera de casa sí, dentro de casa no. Y después de poquito se va avanzando en otros aspectos.
– ¿Cuáles son los peligros de seguir consumiendo alimentos que nos causan inflamación ?
-El sistema inmunológico de a poquito se va deteriorando, se va poniendo hiperactivo, empieza la famosa “inflamación silenciosa” y eso llama a todo tipo de enfermedades crónicas: Alzheimer, depresión, diabetes, cáncer o enfermedades cardiovasculares y enfermedades autoinmunes y hormonales de la mujer.
– Obtuviste un reconocimiento del Martín Fierro digital y a través de tus redes sociales realizás divulgación científica. Con lo importante que es acceder a información de calidad dentro de tanto fake o dietas mágicas, ¿sentís que la sociedad busca este tipo de contenido?
-Yo creo que todos los médicos deberíamos estar trabajando en las redes sociales para empezar a divulgar información científica y contenido real y darle una opción a la gente, más allá de los contenidos falsos y dietas mágicas que circulan. Es importantísimo que la red social que es la nueva televisión tenga contenido serio validado por médicos.