A través de un comunicado, la Armada Argentina anunció el cierre de la Escuela Nacional de Pesca “Luis Piedra Buena”, una institución clave para la formación de profesionales del sector pesquero en el país, situada en la ciudad de Mar del Plata.
El encargado de dar a conocer la medida fue el Contraalmirante Gustavo Adolfo Príncipi, quien informó que la institución dejará de operar a partir de diciembre.
Frente a este escenario, les estudiantes, junto con el cuerpo docente, elevaron una nota al Director de la institución, Capitán de Fragata Alejandro Lazarte, en la que exigen la confirmación oficial de esta decisión. Además, solicitaron que se explique qué medidas se tomarán para garantizar la continuidad de su formación académica.
Una tradición en riesgo
La Escuela Nacional de Pesca cuenta con una historia de más de 60 años formando a profesionales de la marina mercante y del sector pesquero. Su cierre representa una pérdida no solo para los estudiantes, sino para la ciudad de Mar del Plata, que históricamente ha sido un centro neurálgico de la pesca.
Desde sus comienzos en 1961, la escuela se convirtió en un pilar en la capacitación de capitanes de pesca, patrones y conductores de máquinas navales, entre otras especialidades.
En 1973, la institución llevaba como nombre “Centro de capacitación de adultos para patrones de buques pesqueros” y dependía del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires. En el año 1977 la escuela pasó a estar a cargo de la Dirección de Instrucción Naval, bajo la denominación actual.
Cabe mencionar que es la única de su tipo en el país y en Latinoamérica, y junto a la Escuela Nacional de Náutica y la Escuela Nacional Fluvial forma al personal de la Marina Mercante.
Estudiantes en pie de lucha
En el escrito antes mencionado, la comunidad educativa señaló: “Exigimos que tales dichos sean notificados de manera oficial, formal y escrita en el cual queden plasmados cuál fue la motivación que llevó a tal decisión, donde se coarta nuestro derecho a la educación, derecho que es reconocido en nuestra Constitución Nacional y por la Ley de Educación Nacional”.
La lucha por evitar el cierre de la escuela llegó a todo el sector. De esta forma, los gremios vinculados a la formación de oficiales de la marina mercante, como el Centro de Patrones y el SICONARA, se manifestaron en contra de la medida y ofrecieron alternativas para garantizar la continuidad de la formación.
Sin embargo, hasta el momento la Armada no se mostró dispuesta a reconsiderar su decisión o a la apertura de un canal de diálogo para buscar soluciones.
Por su parte, diputades presentaron un proyecto de Resolución que busca manifestar el rechazo ante esta decisión, subrayando la relevancia de la institución para la formación de marinos y profesionales pesqueros en Argentina.
Los legisladores calificaron la medida como “imprudente” y “desacertada”, señalando que la falta de políticas públicas en la protección de la capacitación pesquera podría tener graves consecuencias en una industria clave para la economía nacional.
Además argumentaron que el costo de la escuela representa un porcentaje mínimo del presupuesto de la Armada, la mayor preocupación es la continuidad de una formación que es esencial para la recuperación de especies pesqueras y el desarrollo de la Marina Mercante.
El cierre de la Escuela Nacional de Pesca es un ejemplo más de cómo las decisiones políticas pueden tener un impacto negativo en la educación y, por ende, en el desarrollo económico del país. En un momento en que Argentina necesita fortalecer su industria y garantizar la sostenibilidad de sus recursos, el cierre de una institución educativa de este calibre parece un error estratégico.