Tras el respaldo de la Cámara de Diputados al veto presidencial de la Ley de Financiamiento Universitario, gremios docentes y no docentes iniciaron este jueves un paro nacional en todas las universidades públicas. Además, a lo largo del país, el movimiento estudiantil decidió mantener las tomas que habían empezado en los días previos. A su vez, se sumaron más facultades después de conocerse la decisión del Congreso.
El Frente Sindical de Universidades convocó al paro para el jueves 10 y a “consolidar el plan de lucha en defensa del salario y del presupuesto universitario”. En el comunicado señalaron que “la voluntad popular ha sido defraudada y la democracia ha cedido al manejo antirrepublicano de gobernar por decreto del Gobierno nacional”.
Por su parte, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) también repudió el apoyo de les diputades al veto. En sus redes sociales señalaron que “el sistema universitario tiene el 70% de los salarios docentes y no docentes por debajo de la línea de la pobreza” y que “las partidas asignadas ni siquiera son suficientes para el mantenimiento mínimo de la infraestructura y están paralizadas las obras”. En ese sentido criticó el veto presidencial y a les legisladores que lo apoyaron, quienes “privilegiaron su metro cuadrado, sus argumentos pequeños, su mirada corta y su visión egoísta”.
Se extendieron las tomas a lo largo del país
Cabe mencionar que en 18 provincias hay, o hubo en los últimos días, facultades tomadas, con un total que supera las 30 casas de estudios. Además, otra quincena vienen realizando vigilias en rechazo al veto presidencial y su posterior rectificación en Diputados. Algunas de ellas son la Universidad de La Matanza (UNLAM), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de las Artes (UNA), la Universidad de San Martín (UNSAM), la Universidad Nacional de José C. Paz (Unpaz), la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam).
Si bien algunas facultades ya estaban tomadas como sucedía con algunas de la Universidad de Buenos Aires (Sociales, Filosofía y Letras, Psicología, Veterinaria, Exactas), la ratificación desde el Congreso llevó a que el movimiento estudiantil reaccionara y este tipo de medidas se extienda a lo largo del país.
En la Universidad de Córdoba son seis las facultades tomadas: la de Artes, la de Filosofía y Humanidades, la de Ciencias de la Comunicación, la de Psicología y la de Ciencias Sociales. En La Pampa tomaron la sede principal de la UNLPam. En la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Litoral mantuvieron una toma de 12 horas y a las 17 horas realizarán un “ruidazo” a modo de protesta.
La Universidad de La Matanza fue una de las primeras en acatar el paro y por redes sociales avisaron que la facultad cerraba a partir de las 18. Algunas agrupaciones estudiantiles entendieron que esta decisión era para impedir la toma. Cuando les alumnes quisieron realizar la asamblea dentro del establecimiento se encontraron con las puertas cerradas y gente de seguridad que les negó el paso, cuando todavía había estudiantes adentro. Ante la resistencia, empezaron a saltar las rejas para ingresar. Finalmente decidieron iniciar la toma y pasar la noche ahí.
Estudiantes de todas las universidades argentinas crearon la página de Instagram @noalveto, donde actualizan la información sobre las tomas y las medidas de fuerza dentro de las distintas facultades del país.
Reacciones al apoyo al veto
El repudio no tardó en llegar hacia aquelles diputades que habían votado a favor de la Ley previamente y el miércoles se abstuvieron o votaron en contra y para aquelles que estudiaron en una Universidad Pública y decidieron rectificar el veto. La primera universidad en reaccionar en este sentido fue la de Cuyo que declaró persona no grata a les 3 mendocines de La Libertad Avanza que votaron de esa manera: Mercedes Llano (profesora de la Uncuyo), Facundo Correa Llano y Álvaro Martínez.
La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner posteó en sus redes sociales un texto donde criticó a los gobernadores y diputades peronistas que apoyaron el veto. A su vez, tituló este apoyo como “transfuguismo político” definiendolo a partir de una nota de Infobae que dice que “el gobierno aprovechó las necesidades provinciales y profundizó las fisuras en casi todos los bloques opositores”.