Este sábado llega la quinta edición de la Feria del Libro de Flores. Allí participarán 200 proyectos editoriales de todos los géneros, consolidando un espacio en la calle para la edición independiente y alternativa.
Con la consigna “Tomar la palabra”, habrá charlas de María Moreno, Gabriela Cabezón Cámara, Pablo Katchadjian y Camila Barón, entre otros. También habrá una feria de vinilos, patio gastronómico y actividades para las infancias.
En diálogo con Nota al Pie, Diego Skliar, fundador de la Feria, expresó que el proyecto “surgió después de la pandemia, con la urgencia de encontrarnos, de retomar la calle”.
Actividades
La apertura musical estará a cargo de La Ferni y el cierre será con Carniceros del Amor. Al finalizar, se proyectará el documental de La Renga: “Totalmente poseídos”.
Dentro de las actividades, se presentará el proyecto “La Ciudad de las niñas y los niños” de la Asociación Francesco Tonucci; y la poeta Susana Villalba. También habrá conversatorios con Ignacio Gago y Leandro Barttolotta.
En distintas charlas estarán presentes escritoras como María Moreno, Gabriela Cabezón Cámara, Verónica Gago, Daniela Andújar y Márgara Averbach.
Del mismo modo, se realizará “Decir Palestina”, donde conversarán Camila Barón, autora de “Derecho de Nacimiento”, y Ariel Feldman, autor de “Palestina Anatomía de un genocidio”. También será la presentación de Nueva fase. Trabajo, valor y tiempo disponible en el siglo XXI, de Lucas Aguilera. Con el autor, Luci Cavallero y Gerogina Orellano.
La historia de la feria
La feria es una articulación entre el Centro de Formación Profesional 24 (escuela pública de oficios), la editorial Tinta Limón y una serie de colectivos culturales. Tinta Limón es una iniciativa editorial autogestiva de ensayo político, investigación y filosofía que funciona desde hace 17 años y lleva editados más de cien títulos.
“Edición a edición crecimos en cantidad de editoriales que participan, el corte de calle fue cada año más grande, incorporando más variedades y articulaciones”, contó Skliar.
El fundador explicó: “Cada año nos preguntamos qué significa que la feria crezca, y eso no implica únicamente dimensiones, sino hondura en la propuesta, fortalecimiento organizativo y cada vez más alianzas insólitas”.
El rol de la cultura
Para Skliar, “es importante generar espacios de encuentro gratuitos, en la calle, construidos desde lógicas comunitarias y fuera de los circuitos habituales”. Y agregó: “La felicidad de una fiesta, de escuchar algo que te cambia la perspectiva, de encontrar un libro conmovedor, de cruzarte con alguien de casualidad, es una experiencia vital que no entra en los Excel con los que pretenden gestionar la existencia”.
En cuanto a la propuesta, explicó que desde la feria “intentamos realizar una propuesta a partir de nuestros deseos, y no solo desde la reactividad”. “Si vivís respondiendo nunca proponés nuevas reglas para el juego”, agregó.
Consultado sobre la consigna de «tomar la palabra”, Diego expresó que sirve “para ver si entendemos lo que estamos viviendo, para intentar que recupere su peso, su valor”. Y concluyó: “Para exorcizar, para gritar, para susurrar, para balbucear, para salir del desastre, del rumor de red social, para una conversación cara a cara, al aire libre, para volver a charlarlo todo”.