A poco más de tres meses para despedir el 2024, ciertos equipos argentinos comienzan a evaluar el cierre de la temporada sin grandes aspiraciones. No obstante, aún restan que se definan algunas competencias que tienen escasos protagonistas nacionales. En ese sentido, Boca Juniors vive días difíciles luego de perder en casa ante River Plate, afrontar diversas críticas al entrenador y jugadores y que el único objetivo sea a nivel local.
Bajo ese lúgubre panorama, el DT Diego Martínez está en la cuerda floja al punto de que la danza de nombres para sustituirlo le pisa los talones con diversos apellidos de peso. Asimismo, los aficionados boquenses también pusieron el grito en el aire por su inconformismo con el equipo y la dirigencia. En tanto, la actualidad deportiva posicionó al Xeneize en la necesidad de obtener la Copa Argentina para salva la dignidad de cara al próximo año.
Un enfoque unidireccional
El 2024 inició con una gran controversia para Boca al no haber clasificado a la Copa Libertadores, el mayor anhelo de la institución y su gente desde 2007. Pese a las perspicacias que generó su ausencia en el máximo torneo continental, el paso de los meses lubricó la idea de ganar la Copa Sudamericana y la Liga Profesional. Sin embargo, una cadena de malas actuaciones forzaron a que la Copa Argentina, torneo que pocos valoran, sea lo único en juego.
En cuanto al torneo doméstico, el cuadro de la Ribera se ubica 11° con 21 unidades como producto de 5 victorias, 6 igualdades y 4 caídas. Más allá de que restan 12 jornadas por disputarse, Boca entregó hasta el momento una campaña irregular que lo coloca a 12 puntos del líder Vélez. Asimismo, en la Copa de la Liga del primer semestre quedó eliminado en semifinales ante Estudiantes de La Plata por penales en un duelo que tuvo al Xeneize como el mayor animador.
Por el lado internacional, Boca integró el Grupo D de la Sudamericana junto a Fortaleza, Nacional Potosí y Sportivo Trinidense. La suerte del cuadro argentino lo dejó 2° con 11 puntos por detrás de los 13 de su par brasileño. En los octavos de final se midió ante Cruzeiro, rival que cayó en la Bombonera por 1-0 e ilusionó a todos los hinchas locales. A pesar del triunfo en la ida, la revancha inició torcida con la expulsión de Luis Advíncula a los 30’’ por un pisotón.
La repentina inferioridad numérica en Belo Horizonte alternó la dinámica del equipo ya que a los 20’ ya encontraba 2-0 abajo; aunque, logró descontar para definir la serie desde la pena máxima. Como sucedió contra el Pincha, Boca no estuvo fino y quedó afuera del certamen en el que era uno de los grandes favoritos. Con chances matemáticas, pero escasas, en la Liga Profesional, el Xeneize deposita sus esperanzas deportivas en ganar la Copa Argentina.
En el campeonato más federal del país eliminó a Talleres de Córdoba en octavos por penales el mes pasado y su próximo desafío es Gimnasia, quien hizo lo propio ante Barracas Central. El vencedor de la serie irá contra el del duelo entre Vélez e Independiente que se jugará este viernes. Asimismo, la coronación en este torneo también implicaría la clasificación a la Copa Libertadores del 2025, el principal objetivo del siguiente año.
A cuidarse la espalda
En el fútbol nada está dicho pero algo que no cambia con el paso de las décadas es que los entrenadores son quienes pagan los platos rotos ante un mal andar. En el caso de Boca no será la excepción, aunque Martínez tendrá un pequeño plus que deberá cuidar. La derrota ante el equipo alternativo de River repercutió a gran escala con silbidos y reproches de toda la Bombonera contra sus jugadores, el técnico y la propia dirigencia.
Ante ese explosivo momento, el Consejo de Fútbol se reunió con el DT y pese a las especulaciones de un fin de ciclo, lo ratificaron bajo una norma de “partido a partido”. Esta postura se esboza en gran medida a la banca que tiene por parte de sus dirigidos y que expresó que tiene ganas de continuar. Además, otro factor que inclina la balanza a su favor es la falta urgente de un reemplazo. De este modo, el próximo sábado será su primera prueba de fuego ante Belgrano.
“Quiero lo mejor para Boca. Nosotros como el cuerpo técnico tenemos muchas fuerzas para seguir, tratar de levantar y seguir peleando tanto el campeonato como la Copa Argentina”, señaló Martínez en conferencia. “Sé que los resultados son importantes para las gestiones”, finalizó tras la derrota. Un triunfo ante el Pirata aliviaría un poco el ambiente caldeado que hay con la gente y levantaría el ánimo de los jugadores tras una endeble actitud ante el Millonario.
En tanto, la hipotética victoria no solo acomodaría al club en el torneo local, sino que también en la tabla anual, la otra vía para la próxima Libertadores. En esa nómina está 7° con 46 unidades, a 12 del puntero Vélez y 5 de River y Talleres, los tres que ocupan el podio y que aún no se clasificaron. El futuro del entrenador se pondrá en juego en Córdoba; mientras que, su potable reencuentro con los hinchas será el domingo 6 de octubre ante Argentinos.
Hay más de uno
Con un escenario poco agraciado, diversas encuestas colocaron a Guillermo Barros Schelotto como el principal candidato de los hinchas para tomar las riendas. El Mellizo fue el último que generó una idea futbolística dinámica y de buen juego, lo que le permitió obtener dos títulos locales. En la actualidad está sin trabajo y su último cargo lo tuvo en la Selección de Paraguay, donde fue criticado por la prensa local por no clasificarse al Mundial 2022.
A su vez, no le fue bien en las Eliminatorias Sudamericanas para la edición de 2026 y es recordado por perder la final contra River en Madrid. En tanto, hay otros apellidos que son del paladar de la dirigencia como sucede con Gustavo Quinteros, quien está en boca de todos por su buen presente con el Fortín. Lidera la liga local de manera cómoda con 33 puntos y 29 tantos a favor en 15 fechas; e incluso, fue subcampeón de la Copa de la Liga ante Estudiantes.
Por su parte, una vez que Jorge Almirón dejó el cargo tras la final de la Copa Libertadores 2023 ante Fluminense, surgió el nombre de Luis Zubeldía. No obstante, el propio DT aclaró que nunca hubo contactos con él y siguió en Liga de Quito de Ecuador. Hoy por hoy dirige al São Paulo y este miércoles quedó eliminado en los cuartos del máximo torneo continental por penales ante Botafogo.
Dentro del mismo margen de interés aparece el de Cristián González, quien conoce la institución por haber sido jugador en los ’90. El Kily transita un excelente presente con Unión al estar 4° en el torneo local; y pese a tener una relación algo tensa con la dirigencia, es muy querido por los simpatizantes. En tanto, hay dos apellidos que corren con desventaja para un proyecto a mediano plazo por mantener una mala relación con Juan Román Riquelme.
Tanto Carlos Tévez y Martín Palermo tienen un vínculo más que especial con el club pero en su momento apoyaron a Mauricio Macri y eso los sentenció a los ojos del actual presidente boquense. El Apache está libre tras sus pasos por Rosario Central e Independiente; mientras que, el Titán está al frente de Olimpia de Paraguay. Otra alternativa que sonó en su momento fue Gabriel Heinze, quien se encuentra disponible luego de un discreto paso por Newell’s en 2023.
Ya lo dan por hecho
La dirigencia de Boca ratificó a Martínez en el cargo en el corto plazo pero en México aseguran que el club ya tendría definido a su posible reemplazo. Pese a los diversos apellidos que circularon para ocupar el banco de suplente, la prensa azteca informa que Fernando Gago podría dejar Chivas de Guadalajara por un posible interés del Xeneize. El equipo que dirige Pintita viene de dos derrotas como visitante ante Cruz Azul y América, factor que aceleraría su salida.
Más allá de los malos resultados, se convertiría en el principal candidato del Consejo de Fútbol según diversos rumores. Desde la institución mexicana desmintieron la posible renuncia del DT que llegó en enero de este año por una temporada con la opción de extender su estadía otra más. En el último tiempo comenzaron los cuestionamientos a Gago y en Boca planean que Martínez continúe hasta fin de año si los resultados acompañan.
Se vienen cambios
Una de las mayores postales que dejó la caída ante River fue la posterior pelea entre Sergio Romero con algunos hinchas en la entrada del túnel. El arquero perdió la cabeza ante un insulto y se abalanzó contra la tribuna, acto que fue repudiado por todos los aficionados del club y que sentenció su relación con ellos. Pese a que pidió las merecidas disculpas, sus acciones tuvieron sanciones importantes encabezadas por el Consejo de Fútbol.
El golero sufrió dos partidos como castigo y provocó la decisión de buscar otra alternativa para que dispute el puesto con él. Sin embargo, desde la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no implementaron ningún accionar ya que el hecho no fue informado por el árbitro Nicolás Ramírez. Además, este suceso tiene dos antecedentes en el arco con Esteban Andrada y Agustín Rossi que se fueron en su momento del club envueltos en conflictos con la dirigencia.
Al igual que ocurrirá con Chiquito, hay otros apellidos que no serán de la partido ante Belgrano por diversos motivos como consecuencias del Superclásico. Una de ellas es la de Guillermo Fernández, quien manifestó en más de una ocasión que no renovará su vínculo contractual, por su mal desempeño. El defensor Marcos Rojo seguirá el mismo camino que Pol por un mal rendimiento y un delicado físico propenso a constantes lesiones.
Fernández se fue reemplazo bajo silbidos en la Bombonera y Rojo con hielo en una de sus piernas, aunque no se comunicó ninguna molestia. A diferencia del mediocampista y el zaguero, el peruano Advíncula también se perderá el compromiso en Córdoba pero por una lesión en el tendón de Aquiles. El lateral es un inamovible del equipo y un referente sin discusión pero será toda una incógnita el tiempo que le llevará retornar a la convocatoria.