Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el 70% de los despidos en el sector registrado provienen de grandes empresas, aquellas con más de 500 empleados. En total, se perdieron 265.308 puestos de trabajo en este período.
El trabajo destaca que, aunque el cierre de empresas afectó en mayor medida a las pequeñas y medianas empresas (pymes), la mayor cantidad de despidos se concentró en las grandes corporaciones. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, casi 10.000 empresas cerraron sus puertas, siendo la mayoría de ellas pymes.
Sin embargo, el 70% de los trabajadores despedidos pertenecían a grandes empresas, mientras que el 30% restante provenía de pymes. Hace tiempo que el sector industrial advierte sobre la caída de la actividad económica.
Los datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), indican que el número de empleadores disminuyó en 9.972 durante este período, de los cuales el 99,5% corresponde a pymes. A pesar de este panorama, las pymes suelen evitar los despidos debido al alto costo y la dificultad de revertir la situación si la economía mejora.
El CEPA subraya que la reducción de personal en las pymes no solo implica una pérdida de inversión, sino que también limita su capacidad de respuesta ante un eventual aumento de la demanda. Menos personal significa menos recursos para diversificar la producción y afrontar nuevos desafíos.
La crisis económica durante los primeros meses de la gestión de Milei tuvo un impacto desproporcionado en el empleo registrado, con las grandes empresas liderando los despidos y las pymes enfrentando el cierre masivo. Mientras las grandes corporaciones redujeron su personal en un 3,90%, las pymes lo hicieron en un 1,56%, lo que refleja la gravedad de la situación para todas las empresas, independientemente de su tamaño.