Este domingo concluyen los Juegos Olímpicos (JJOO) de París 2024, donde la Selección Argentina Sub-23 no estuvo a la altura y quedó eliminada en cuartos de final. La ilusión de los aficionados albiceleste por conseguir una nueva medalla era enorme pero Francia derrumbó ese sueño al ganar 1-0. No obstante, esta nueva edición va de la mano con un inmejorable recuerdo tras 20 años del debut argentino en los Juegos que coronó al país por primera vez.
Un 11 de agosto de 2004 se produjo el bautismo olímpico del combinado nacional en Atenas, donde debutó con un 6-0 a favor ante Serbia y Montenegro. La edición de aquel año vislumbró un equipo albiceleste plagado de talento, experiencia y jerarquía, cualidades que dieron su frutos al final del torneo. El plantel argentino demostró superioridad y entereza para subirse a lo más alto del podio con una excelente actuación que quedará en la historia olímpica.
Una campaña arrolladora
El combinado dirigido por Marcelo Bielsa conformó el Grupo C con Túnez, Australia y Serbia y Montenegro, equipo que representó el primer escollo del sueño dorado. De hecho, el conjunto de nomenclatura compuesta cayó 6-0 en el bautismo olímpico, mismo resultado que sufrió en el Mundial 2006 contra Argentina. Los goles anotados en la capital griega fueron de Carlos Tévez por duplicado, César Delgado, Cristian González, Gabriel Heinze y Mauro Rosales.
Asimismo, el Apache fue la gran figura del equipo con 8 anotaciones en 6 partidos, números que lo ubicaron como el artillero del certamen. Sin embargo, el récord goleador lo posee Sophus Nielsen de Dinamarca con 13 goles; mientras que, el marroquí Soufiane Rahimi igualó la estadística del argentino este año. Además, el delantero de 28 años que se desempeña en el Al Ain de Hernán Crespo es el primer futbolista del torneo olímpico en marcar de forma consecutiva en los 6 encuentros.
En la segunda fecha tocó el turno de Túnez, quien perdió 2-0 con otro gol del ex jugador de Boca Juniors. Para cerrar la fase de grupos, Argentina se impuso por la mínima ante Australia y así completó la etapa inicial con la valla invicta. Para los cuartos de final se vislumbró un Tévez intratable al cosechar un Hat-trick en el 4-0 final contra Costa Rica. En semifinales la víctima fue Italia que cayó 3-0, donde el Apache volvió a aparecer para romper las redes rivales.
La gran final tuvo de rival a Paraguay, el mismo que al momento de abrochar la clasificación olímpica, que cayó 1-0 con gol del nacido en Ciudadela. De este modo, la Albiceleste se despidió de Atenas como campeón invicto, sin recibir goles y con su primera medalla dorada en la disciplina bajo el brazo. Los apellidos que protagonizaron ese emotivo momento a nivel internacional quedaron en la historia grande del país.
No se sintió la presión
Más allá de que el equipo sacó a relucir sus virtudes individuales y colectivas sin dificultad, existían importantes cuestiones de trasfondo que preocupaban a todos. En la previa al inicio del torneo se percibían dudas y ciertas inquietudes por lo acontecido dos semanas antes. El plantel llegó a Atenas tras la caída por penales ante Brasil en la final de la Copa América de Perú. Además, el entrenador estuvo al frente de la dolorosa y prematura eliminación en la fase de grupos de la Copa del Mundo 2002.
Incluso, en el plantel olímpico hubo 16 apellidos que debieron dar vuelta la página y empezar desde cero luego de la derrota en suelo incaico. No obstante, la clasificación al campeonato en territorio europeo tuvo otro color con discretas y aceptables actuaciones. Argentina se consagró campeón del Torneo Preolímpico Sudamericano que tuvo lugar en Chile. En la primera ronda se quedó con el Grupo B al cosechar 10 unidades como producto de tres éxitos y una igualdad.
En tanto, en la fase final fue el mejor con 7 puntos al derrotar 1-0 a Brasil, 2-1 a Paraguay e igualar 2-2 contra el local. El duelo contra los paraguayos fue clave para asegurar la clasificación olímpica de manera anticipada por cuestiones matemáticas ya que los dos mejores tendrían ese mérito. La victoria de Brasil sobre Chile y la posterior caída de la Verdeamarela ante los guaraníes encaminó el objetivo de llegar a Grecia con las ilusiones a flor de piel.
Por otro lado, la metodología utilizada para encarar la competición también tuvo sus propias peculiaridades. En aquella edición, el plantel decidió hospedarse en la Villa Olímpica y no en un hotel apartado del resto de atletas como pretendía la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Incluso, el Loco planificó que en los días previos a la final se madrugue a las 6 para unificar las fuerzas. El duelo definitorio se jugó a las 10 por los intensos calores europeos.
Asimismo, la competición en Atenas implicó una gran prioridad para la AFA tras perder las finales de Ámsterdam 1928 y Atlanta 1996. Incluso, en 2008 se repitió la coronación con Juan Román Riquelme, Sergio Agüero, Ángel Di María y Lionel Messi en el plantel. Además, en 2004 se rompió una racha negativa de más de medio siglo. La anterior presea dorada que obtuvo Argentina fue en 1952 durante la prueba de doble par de remos sin timonel. Los remeros Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero se impusieron en la edición de Helsinki.
Una vida ligada al fútbol
En aquella época se vivía un fútbol no tan competitivo como en tiempos modernos y conseguir algún título internacional no era para cualquiera. De hecho, la medalla de oro obtenida en 2004 permitió que Argentina se sume a Francia y Brasil como los únicos seleccionados en conquistar todas las competiciones de las disciplina. En cuanto al plantel campeón, Bielsa optó por la experiencia de Roberto Ayala, Kily González y Heinze como los tres mayores de edad.
Al igual que el trío que se encargó de comandar al equipo dentro del campo de juego, ningún integrante de la delegación nacional continúa en actividad. Bajo los tres palos estuvieron Germán Lux, quien hasta hace poco estaba en River como parte del cuerpo técnico de Martín Demichelis, y Wilfredo Caballero. En la zona defensiva junto al Ratón y Heinze dijeron presente Leandro Fernández, Clemente Rodríguez y Fabricio Coloccini, el último en colgar los botines.
De los apellidos ligados a la zona baja del campo solo Ayala sigue vinculado al seleccionado con su cargo como entrenador asistente de Lionel Scaloni en la mayor. El zaguero tuvo el privilegio de tocar el cielo con las manos en Qatar con el Mundial 2022 que Argentina obtuvo frente a Francia. En tanto, Henize dirigió a Newell’s hasta fines de 2023, Coloccini al Sub-20 de Venezuela entre 2022 y 2023 y Rodríguez a Deportivo Merlo entre 2021 y 2022.
Por otro lado, Kily compartió mediocampo con Javier Mascherano, Andrés D’Alessandro, Luis González y Nicolás Medina. En este sector también existen conexiones con otros roles del deporte rey. Lucho comandó al Ceará de Brasil en 2022 y el Jefecito está al frente del seleccionado Sub-23 que se despidió de la edición parisina. Asimismo, el Cabezón dejó el profesionalismo en abril de 2022 y desde entonces fue comentarista y mánager en Brasil. Por su parte, González está al frente de Unión de Santa Fe desde junio de 2023.
Por último, el ataque contó con Delgado, Tévez, Rosales, Javier Saviola, Mariano González y Luciano Figueroa como los encargados de llegar al gol en Argentina. Speedy tuvo un pequeño paso por Ramón Santamarina de Tandil en 2022 y el Matador por el Johor Darul Tazim de Malasia en 2019. Mientras que, el Apache es el gran ganador en esta posición con pasos por Rosario Central e Independiente, club del que se fue este año.