La nueva medida por Decreto 663, ordenada por el gobierno de Javier Milei, implica la desregulación para el uso de drones en fumigaciones. «Con esto, se libera el uso en áreas urbanas. Es decir, tendrán carta blanca y no necesitarán autorización para rociar químicos, por ejemplo, para fumigar mosquitos», sostuvo Daniel Verzeñassi en Nota al Pie.
El puntapié lo dio Sturzenegger, quien comenzó su tuit con festejos: «Ideal un día soleado como hoy para recordar que esta semana, por Decreto 663, el gobierno liberó totalmente la actividad de aeroaplicaciones».
En ese sentido, el bioquímico Verzeñassi afirmó: “Con la utilización de drones para las tareas agrícolas, es decir, la forma de poder transitar el espacio con sustancias que se esparcen en el territorio son de una manera descontrolada para la población”.
Libre albedrío para fumigar con drones
“Las fumigaciones han sido casi descontroladas porque a pesar de que había reglamentaciones y leyes que ordenaban ciertas pautas, siempre laxas para la utilización de venenos, con esto desaparece cualquier tipo de visualización. Hasta ahora quienes controlaban mayormente todo esto eran los propios vecinos. Con esta habilitación de uso de drones lo que buscan es desembarazarse de ese control de la sociedad sobre lo que la sociedad sufre y vive”, agregó.
En relación a lo mencionado anteriormente, el bioquímico remarca que esto es una manera de alejar cada vez más a la sociedad de la posibilidad de percibir qué es lo que está pasando en el aire que respiramos, en el alimento que ingerimos y en el agua que bebemos.
“Uno de los componentes del 2-4-D que se fumiga en nuestro territorio y una de las publicidades que hicieron la empresa Dow sobre una nueva formulación era imperceptible; le han quitado la propiedad del olor y quitaba además muchos kilómetros de deriva del veneno, con lo cual esas derivas que anunciaban haber eliminado que antes negaban que existían con esta nueva formulación del 2,4-D, entre otras cosas”, explicó el desarrollo Daniel Verzeñassi.
Por consiguiente, agregó: “La virtud era que no generaba rechazo social porque no tenía olor, así que esto de que la sociedad no sea un actor, dueño y con derecho de decidir qué es de lo que tienen que cuidarse es un viejo anhelo de los intereses mezquinos, totalitarios, autoritarios, prepotentes, a los cuales le responde esta normativa nueva”.
En un contexto de epidemia de dengue en Argentina, algunos fumigadores plantearon que tenían mano de obra ociosa debido a períodos en los que sus maquinarias no eran utilizadas, proponiendo sobrevolar las ciudades para combatir el dengue.
En respuesta a lo mencionado anteriormente el bioquímico subrayó: “Contraviene totalmente la normativa sanitaria la fumigación preventiva por mosquitos en las ciudades y en cualquier lugar porque el tirar preventivamente venenos es una forma de potenciar las resistencias biológicas que tienen los organismos transportadores o vectores de daño, en este caso el Aedes aegypti, o ualquier insecto que pudiera estar afectando a una población”.
Con la nueva normativa por Decreto en el momento de habilitar a los drones para que también puedan sobrevolar áreas urbanas, Daniel Verzeñassi vaticina que “vamos a estar fumigados sin poder decir, no tiren veneno ni tiren paramosquitos en mi lugar o en nuestra zona, en nuestra seccional o en lo que fuere porque sabemos que esas son formas de fortalecer al bicho o transmisor para las próximas generaciones, así es como se crean las resistencias biológicas”.
En el caso de las fumigaciones con drones, no solo afecta el espacio rural, sino también el espacio urbano. Unos de los derechos que remarcó en Nota al Pie para tener en cuenta: “Las fumigaciones para mosquitos no deberían realizarse preventivamente, sino solamente cuando aparece un foco de transmisión”.
“Somos el somos el mapa o el tablero de aplicación, la aplicación es sobre nuestras cabezas y sobre la vida de nuestros hijos y nuestra, es decir, el agua que podemos estar bebiendo, el agua que estamos utilizando, nuestras piletas, los que tienen piletas de natación, van a tener una lluvia de venenos que no podrán discernirlos”
«Los químicos que permanecen indefinidos son los liposolubles, los cuales se incorporan a las grasas de los organismos que los reciben y allí quedan. Los hidrosolubles transitan más por el ambiente, pero se acumulan menos en los organismos», detalló.
Las regulaciones existen a partir de la necesidad de poner un control en lo que sea una agresión advertida de una determinada acción o determinado químico del cual hay que protegerse. A partir de esta resolución está planteado la regulación como una virtud de las gestiones estatales.
“No hay degradación que pueda anticipar nada, no existen degradaciones químicas. Las moléculas químicas no se degradan a cero a nada. Las moléculas químicas se transforman de una en otra. Algunos llegan a metabolitos de mayor y otros de menor, pero todas son sustancias químicas indescifrables, porque no están investigadas”, concluyó Daniel Verzeñassi.