En entrevista con Nota al Pie, la presidenta de Missing Children Argentina, Ana Llobet, afirmó que la organización activó sus protocolos de difusión antes de que se emitiera el Alerta Sofía, que tardó 24 horas en implementarse. Según ella, la rapidez en la acción es “crucial, ya que cada minuto cuenta en estos casos”.
Loan desapareció un jueves alrededor de las dos de la tarde. A la mañana siguiente, un vecino de 9 de Julio envió con urgencia la foto del niño a Missing Children. «En ese momento, publicamos inmediatamente la imagen de Loan en nuestras redes sociales y en nuestra página web», relató Llobet. «Generalmente, esperamos tener la denuncia policial antes de difundir, pero la situación nos pareció tan grave que no esperamos», explicó.
La difusión masiva mantuvo viva la búsqueda y movilizó a la comunidad para aportar información. Esta visibilidad, que se mantiene, obliga a las autoridades a actuar con celeridad y disuade a quienes puedan estar cometiendo un delito. A la espera de novedades en el caso que conmociona al país, Llobet mencionó que Missing Children gestiona los casos de más de 100 niños desaparecidos en el país. Más de 70 son actuales y unos 40 corresponden a chicos buscados desde hace 30 años, cuyas imágenes son recreadas con Inteligencia Artificial (IA) para mostrar cómo podrían lucir de adultos.
Esta Asociación Civil sin fines de lucro está formada por 19 voluntarios que trabajan desde sus hogares, y con sus propios recursos. «El tiempo que le dedicamos es lo que más insume esta tarea», destacó Llobet. Ante la desaparición de un niño, el primer consejo es realizar la denuncia inmediatamente, ya que la primera hora es clave para la búsqueda. Si la comisaría local se niega a recibirla, se recomienda acudir a una fiscalía de turno. Una vez hecho el denuncio, Missing Children difunde la imagen del menor y recoge información de la comunidad, transmitiéndola a las autoridades competentes.
La colaboración de la población es esencial. El teléfono 0800-333-5500 y el WhatsApp (11) 4157-3101 están disponibles durante la jornada completa y la comunicación puede ser anónima, igual que el correo electrónico info@missingchildren.org.ar
Llobet subrayó la importancia de las redes y los medios: «La difusión de la imagen ayuda a que alguien que reconoce a un niño pueda aportar información».
La integración de Missing Children en redes internacionales permite que la búsqueda trascienda fronteras. La colaboración con países como Chile, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, México y España amplía aún más su alcance. Asimismo, la tecnología juega un papel clave, con herramientas como el reconocimiento facial y la IA, ayudando a identificar coincidencias en fotos y videos.
La organización mantiene un vínculo estrecho con la Red de Infancia Robada y la Red Internacional de Asociaciones de Personas Desaparecidas (RIAPD), entre otras entidades. Además, los voluntarios de Missing Children mantienen el vínculo con las familias hasta obtener noticias concretas sobre el paradero del niño. «Seguimos en contacto mientras tenemos datos, tratamos de mantener la empatía y seguimos publicando la foto hasta tener noticias», señaló Llobet.
A su vez, Missing Children colabora e intercambia datos con el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU), lo que permite una coordinación más efectiva a nivel nacional. Llobet enfatizó la importancia de la difusión de la imagen del niño desaparecido mediante campañas publicitarias. Empresas privadas, como Ecovita, colaboran incluyendo fotos de los menores en sus productos. La presidente de la Asociación resaltó campañas realizadas solidariamente por agencias publicitarias, como la Agencia Di Paola Latina, basada en un hecho que se volvió viral –un niño extraviado un rato en el barrio de San Telmo– y que sirvió para visibilizar la problemática.
Llamados de atención y marco legal
La licenciada Daniela Gasparini, psicóloga especializada en la problemática de trata de personas, género y derecho, explicó que la trata de personas es un delito transnacional que puede trascender las fronteras de los países, desarrollándose tanto dentro como fuera de Argentina. «La finalidad última de la trata es la explotación de seres humanos», afirmó.
Las organizaciones criminales se aprovechan de las desigualdades estructurales, económicas y de género para avanzar en su lógica de lucro. «La trata de personas es la esclavitud contemporánea, adaptándose a las diferentes coyunturas económicas, políticas y sociales de cada región y época», sostuvo.
En Argentina, la Ley 26.842 de Prevención y Sanción del Delito de Trata de Personas resulta fundamental. Según Gasparini, «desde 2008 se ha avanzado en el rescate de muchas víctimas. Las principales características de estas víctimas son su situación de vulnerabilidad, que es aprovechada por las organizaciones criminales para lograr su cometido».
La psicóloga destacó que cualquier persona puede ser víctima de trata, aunque aquellos que enfrentan múltiples factores de vulnerabilidad son más propensos a ser engañados y explotados. Asimismo, enfatizó la importancia de “estar alerta” ante ofertas de empleo sospechosas y de activar el protocolo de búsqueda temprana en caso de desaparición. Concluyó mencionando que la línea 145, creada en 2012, permite denunciar situaciones de trata y desaparición de personas.