A una semana del triunfo de Agrupación Nacional (RN) en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, el Nuevo Frente Popular (NFP) revirtió el resultado y alcanzó el primer lugar en la Asamblea Nacional. El primer Ministro Gabriel Attal presentó su renuncia, habrá una nueva composición del gobierno y es incierto el nuevo rumbo político. Nota al Pie analiza el batacazo del frente que conduce Jean-Luc Mélenchon a la luz del acuerdo con Emmanuel Macron, la crisis sistémica y el nuevo mapa de fuerzas francés.
Triunfo de la izquierda
Los resultados finales colocaron al NFP con 182 escaños, a Ensemble con 162 y RN con 143. En cuarto lugar los Republicanos con 45 y a continuación otras listas periféricas. Considerando que la Asamblea Nacional está compuesta por 577 escaños y se precisan 289 para obtener la mayoría absoluta, no solo el ganador ha quedado lejos de esa posición. El nuevo paisaje parlamentario evidencia la división en tres bloques con una potencia legislativa innegable pero con capacidad insuficiente para imponer sus propias condiciones. NFP, Ensemble, y RN reúnen alrededor del 85% de los escaños, con lo cual la definición de la agenda de la Asamblea Nacional será todo un arte de conducción política.
Apenas se conocieron los resultados provisorios, el líder de La Francia Insumisa (LFI), fuerza política mayoritaria del NFP, Jean-Luc Mélenchon, expresó que el triunfo fue producto de “una línea política capaz de unir al pueblo”. Asimismo, aclaró que no habrá un acuerdo de gobierno con el oficialismo al que combaten desde 2017 e instó al presidente a reconocer su derrota y convocar a la izquierda a gobernar. En tanto, Marine Le Pen agradeció a los diez millones de electores “que hicieron del RN el partido líder en número de votos y de diputados”. Por último, el presidente Macron se mantuvo en silencio.
En comparación con la última elección legislativa de 2022, Ensemble retrocedió de 246 a 162; LFN amplió de 142 a 182, y RN escaló de 89 a 143. Ciertamente, la derrota para la coalición oficialista es contundente. LFN, que ensanchó la base política de su antecedente, Nupes, trepó electoralmente; y RN casi duplicó su volumen legislativo. Republicanos, de 64 a 45, se desdibuja. Si bien el espacio que llevó como máximo referente al joven Jordan Bardella sufrió un inesperado revés, RN es el partido político con mayor crecimiento electoral en un escenario de coaliciones cada vez más heterogéneas. La Francia Insumisa, aunque se sabe ganadora, ha diluído su poder electoral desde 2022 a la fecha en pos de la victoria.
Unión amplia para bloquear a Le Pen
En apenas una semana de diferencia NFP no solo logró arrebatarle el primer lugar legislativo a RN sino que incluso a nivel nacional la fuerza política de Marine Le Pen quedó relegada al tercer puesto. Efectivamente, el Nuevo Frente Popular mejoró su desempeño electoral reforzando la convocatoria a participar, que escaló casi veinte puntos en relación a la misma instancia en 2022. No obstante, el factor central que explica semejante cambio ha sido el acuerdo con el oficialismo que representa Ensemble, que obtuvo el segundo lugar. La defensa de la democracia y la república se articularon como dos ideas fuerza que concentraron el voto en contra de RN, independientemente de si el destino fuese NFP o Ensemble.
El trabajo en conjunto supuso que Macron bajase a sus candidatos en los distritos en los que salió tercero, y la izquierda hizo lo mismo descartando los suyos allí donde el oficialismo peleó el primer lugar. En total, los liberales retiraron 82 candidaturas; el Frente, 131. El sistema de distritos uninominales en Francia también ha favorecido la neutralización legislativa de RN, dado que fue la fuerza política más votada del país y aún así en la Asamblea Nacional quedó por detrás de Ensemble al perder los duelos locales. El tramo final de la campaña electoral de NFP ha sido tan exitoso que los propios referentes de su seleccionado nacional masculino de fútbol han convocado a detener al lepenismo, al igual que no pocos medios masivos de comunicación.
En el dispositivo político francés el presidente ejerce como jefe de las fuerzas armadas y la diplomacia, y comparte poderes de nombramiento con el Primer Ministro, especialmente en política exterior. A propósito, Attal ha presentado su renuncia a Macron, con lo cual deberá nombrar a su relevo antes del 18 de julio. Un sucesor que emergerá fruto del consenso en la renovada Asamblea Nacional. Si bien el acuerdo electoral le permitió a Ensemble detener a RN, el propio presidente vetó cualquier negociación con La Francia Insumisa, dominante dentro del NFP. Se desplegará un escenario incierto que presenta al macronismo fracturado, a la izquierda con capacidad de movilización social y acuerdos políticos pero con una gran heterogeneidad a conducir, y a RN fortalecido.
¿Quiénes ganaron?
Resuelta la instancia electoral, se intensificará la lucha política para definir la dirección política de Francia. No solo por la orfandad electoral del actual gobierno, sino por el desafío que tiene el Frente para sintetizar una propuesta diluyendo las diferencias internas. Un indicio significativo es que lo primero que haya hecho Mélenchon sea descartar de plano un acuerdo de gobierno con el oficialismo. La derogación de reforma previsional, el congelamiento de precios, el aumento del salario mínimo, la convocatoria a conferencias libres sindicales por ramas, y la moratoria a grandes obras se presenta provisoriamente como una expresión de deseo para el plano doméstico.
En el frente externo la propuesta es aún difusa. Si bien la coalición de izquierda promueve el reconocimiento de Palestina como un Estado, no hay claridad sobre el conflicto en Ucrania. De hecho, el líder de los insumisos condenó oportunamente a Putin por la invasión rusa en febrero de 2022. A diferencia de Le Pen, que había anticipado que impediría un eventual despliegue militar francés en Europa del Este y fue crítica con las sanciones occidentales, el NFP no tiene una propuesta definida sobre un conflicto estructural. “Europa puede morir”, había advertido el presidente de la única potencia nuclear de la Unión Europea.
De todos modos, el voto al Frente o a RN deja de manifiesto un rechazo al belicismo de la OTAN y la consecuente transferencia de los recursos de la economía local a la economía de la guerra. Tampoco hay previsibilidad sobre la relación con Beijing. En un marco de crisis sistémica que se desarrolla en múltiples dimensiones, la Unión Europea debate a su interior qué rol ocupar en la agresiva disputa comercial entre Estados Unidos y China. Provisoriamente, neutralizado el RN, el establishment económico francés se moviliza para impedir un gobierno de corte izquierdista y con nuevos lineamientos de política exterior.