Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, festejan la desaceleración de la inflación y el superávit de las cuentas públicas como logros irrefutables de su gestión. Sin embargo, no reconocen que estos hechos responden a la fuerte caída del consumo producto del ajuste, sobre todo en las clases populares.
A pesar de que el discurso oficialista asegura que la economía está en recuperación, los datos demuestran lo contrario: en el mes de abril, cayeron las ventas de manera histórica, se aceleró la caída del empleo y los salarios siguen perdiendo contra la inflación.
El único indicador positivo fue la variación mensual de la actividad industrial en abril, que mejoró un 4,5% respecto al mes anterior. No obstante, desde la Unión Industrial Argentina (UIA) afirman que el repunte podría responder al mal desempeño particular de marzo y no a una recuperación en “V” de la economía.
Mientras los indicadores de la economía real disminuyen, el Gobierno aumenta la deuda pública. En los primeros meses del año, el total de deuda del Tesoro y el Banco Central (BCRA) se incrementó en un 18%.
Los números de la economía
La encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) que mide las ventas en supermercados dio cuenta de la caída de un 3,3% mensual y un histórico retroceso interanual del 17,6%. Es la mayor disminución interanual de toda la serie, iniciada en el 2016.
Incluso las ventas en shoppings registraron una caída importante, que fue del 2,4% en abril y de 19,1% en el primer cuatrimestre del año. El consumo en autoservicios mayoristas también disminuyó, un 2,4% intermensual y casi 12% acumulado.
El monitoreo de la actividad industrial arrojó una mejora del 4,5%, pero acumula ocho meses de contracción interanual. En el cuarto mes del año, la caída fue del 12,4% en comparación con el 2023, con una tendencia a la baja en todos los rubros de la industria nacional.
“El sector industrial enfrenta dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. Será importante que, en la medida que haya una recuperación del mercado interno, la misma no sea canalizada únicamente en mayores importaciones, sino que traccione una recuperación de la producción local y el empleo”, sostienen desde la UIA.
Cabe destacar que el desempeño del sector fabril tiene un impacto directo en el nivel de empleo. En abril, la caída del empleo se aceleró y se perdieron 4.881 puestos de trabajo, afectando principalmente a pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
Luego de seis meses de gobierno libertario, la recesión empieza a ser un problema central, pero aún así la inflación sigue impactando a las mayorías populares. La evolución del salario mínimo fue del 76% desde noviembre hasta mayo, en contraste con un 98% de aumento de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y 104% de la Canasta Básica Total (CBT).
La (nueva) deuda de Caputo
Cada vez que puede, Milei festeja el saneamiento de los pasivos del BCRA. Sin embargo, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) advierte que la estrategia es sanear la deuda del BCRA, aumentando la deuda del Tesoro.
En los primeros cinco meses del año, la deuda pública consolidada entre el BCRA y el Tesoro se incrementó en un 18%, casi 54 mil millones de dólares. A esto se le suma, los 10 mil millones de deuda del Bopreal, el bono licitado para regular la deuda de las empresas importadoras.
Se trata de una nueva demostración de las aptitudes del “Messi de las finanzas”, el ministro ex macrista Caputo, quien también está al frente de la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).