La candidata de la coalición oficialista Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, se impuso en las elecciones presidenciales de México y se convirtió en la primera mujer mandataria en la historia de su país. Acariciando el 60% de los votos totales, la ex alcaldesa de la ciudad capital derrotó a Xóchitl Gálvez, quien encabezó la inédita alianza entre los históricos rivales, el PRI y el PAN. Nota al Pie analiza la victoria de Sheinbaum a la luz del ciclo político que inició Andrés Manuel López Obrador y el vínculo diplomático que le depara con la Argentina que gobierna Javier Milei, socio de primer orden a nivel regional.
Shienbaum presidenta
En unas elecciones históricas que contó con una tasa de participación apenas por encima del 60% sobre un total de 98,9 millones de electores, Claudia Sheinbaum alcanzó el 58,65% de los votos. La coalición oficialista que conduce el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), pero también integran el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ganó en todos los distritos y también obtuvo la mayoría en ambas cámaras legislativas.
En segundo lugar quedó la alianza Fuerza y Corazón por México, conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que obtuvo el 29,1%. En tanto, el Movimiento Ciudadano, representado por Jorge Álvarez Máynez, alcanzó el 11,4%. Según los datos del Instituto Nacional Electoral (INE) mexicano, el oficialismo se garantizó los dos tercios en Senadores y Diputados.
Las elecciones que definieron la representatividad política a nivel federal, estadual y local, han estado una vez más apañadas por un marco de violencia política. Según un reporte del Laboratorio Electoral, desde el 4 de junio de 2023 hasta el 31 de mayo de 2024 se registraron 321 casos de agresiones entre amenazas y homicidios. De hecho, 38 fueron los candidatos asesinados. Por otro lado, representaron un auténtico quiebre en términos políticos dado que por primera vez en la historia el PRI y el PAN acudieron a una elección presidencial bajo el mismo esquema.
MORENA en el Sigamos Haciendo Historia
La victoria de Sheinbaum expresa la continuidad del ciclo político que inició MORENA en 2018. En aquella elección histórica que rompió el dominio bipartidista del PRI y el PAN, Andrés Manuel López Obrador se consagró presidente con el 53,19% de los sufragios. En efecto, la elección del domingo representa la consolidación de su fuerza, superando el umbral que el propio AMLO había marcado en la contienda de finales de 2017.
Heredero de la tradición política del ex presidente izquierdista Lázaro Cárdenas, quien instauró la Reforma Agraria en la década de 1930, López Obrador finalizará su mandato con promesas cumplidas y también deudas pendientes. En el plano económico, Sheinbaum recibirá una economía estable y en crecimiento en la cual 5 millones de mexicanos han dejado de ser pobres desde 2018 en adelante. No obstante, AMLO no ha sido capaz de revertir el caos social que representan los carteles de narcotráfico y su cruenta expresión en la disputa política.
Según un informe público del Pentágono, cerca del 35% del territorio mexicano está controlado por estos grandes grupos, y la campaña impulsada por el gobierno, “abrazos, no balazos”, no estuvo a la altura de las circunstancias. No obstante, López Obrador ha demostrado un desarrollo prudente de las relaciones internacionales en un marco mundial de crisis sistémica, profundizando su asociación económica con Washington mientras tejió nuevas alianzas con el esquema multipolar de los BRICS.
México D.F. – Buenos Aires, una incógnita
Consumada la contundente victoria de Sheinbaum, resulta incierto el tipo de vínculo que se desarrollará entre México y Argentina. Son la segunda y tercera economías más grandes del Río Bravo hasta la Antártida, con lo cual su relación tiene un enorme potencial en términos estratégicos en un contexto de regionalización de las disputas geopolíticas. Durante el gobierno nacional del Frente de Todos, el vínculo bilateral entre México D.F. y Buenos Aires fue de sintonía fina. La coordinación entre AMLO y Alberto Fernández marcó el tono de diversos foros internacionales en los que fueron capaces de diseñar estrategias comunes.
Las condiciones iniciales no son del todo esperanzadoras. El presidente Javier Milei había tildado de “ignorante” a AMLO, quien reaccionó declarando que le parecía incomprensible cómo el pueblo argentino había elegido a alguien que “desprecia” a su propia sociedad. No obstante, por medio de su Cancillería, el gobierno libertario saludó la elección de la candidata de López Obrador e instó a seguir desarrollando la relación bilateral.
Las diferencias ideológicas entre ambas gestiones se profundizan al considerar los alineamientos políticos de cada una. Mientras México mantiene una inserción internacional estratégica al cuidar su relación con sus socios de América del Norte y desarrollando nuevas articulaciones con los multipolares, el gobierno de La Libertad Avanza prioriza una alianza irrestricta “con las democracias occidentales”. En tanto, el apoyo del progresista Grupo de Puebla a la candidatura de Sheinbaum deja en evidencia las disputas a nivel regional.