Tras asumir su quinto mandato como presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin reemplazó a Serguéi Shoigú por Andréi Beloúsov al frente del ministerio de Defensa. La destitución del veterano general ruso y su relevo por el economista generó incertidumbre sobre un eventual cambio de doctrina militar o incluso como presunto indicio de inestabilidad política. Nota al Pie analiza la designación a la luz del estado de situación en el frente de batalla, la proyección del conflicto y la estrategia rusa.
Beloúsov por Shoigú
El pasado martes Putin asumió oficialmente su quinto mandato al frente del Kremlin luego de haberse consagrado en las elecciones presidenciales de marzo, cosechando el 88% del total de los votos. En su ceremonia de investidura homenajeó a los “héroes” que encabezan la Operación Militar Especial, destacó el respaldo popular de la campaña en Ucrania y expresó que la “preservación” del pueblo ruso es el propósito que debe unificar a la nación. Ratificando su legitimidad política, el ex agente de la KGB (Comité para la Seguridad del Estado) y actual mandatario aprovechó la ocasión para efectuar reorganizaciones de alto nivel.
Una de ellas fue la destitución de Serguéi Shoigú como ministro de Defensa, y la designación de Andréi Beloúsov en su reemplazo. Su desplazamiento llamó la atención por dos motivos: en primer lugar, por la veteranía de Shoigú, quien supervisa las Fuerzas Armadas de Rusia desde 2012; en segundo lugar, por la nula expertise militar de Beloúsov, destacado economista y ex ministro de Desarrollo Económico. No obstante, la destitución del general coincide con el encarcelamiento del entonces viceministro de Defensa Timur Ivanov por sobornos , razón por la cual el propio Shoigú fue desacreditado al interior de la casta militar.
Economía de guerra
Semejante cambio generó diversas hipótesis. Desestimando el argumento del escándalo de corrupción, el Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) pone el foco en la formación económica de Beloúsov, quien precisamente ha acumulado casi una década al frente de esa cartera. “Putin probablemente tiene intención de que utilice su experiencia en un puesto de gobierno civil para unir las políticas económicas federales con la agenda del Ministerio de Defensa ruso”, explica un informe del ISW. Por otro lado, cabe señalar que Shoigú no resultó desafectado de funciones políticas dado que fue reubicado como secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.
“Hoy en día, en el campo de batalla, gana el que está más abierto a la innovación”, afirmó el secretario de Prensa del Kremlin, Dmitri Peskov, a propósito de la designación de Beloúsov. Y añadió: “Es natural que en la etapa actual el presidente haya decidido que el Ministerio de Defensa ruso debería estar encabezado por un civil”. Según Bloomberg News, la medida está relacionada con el aumento del control de Putin sobre los asuntos militares a medida que se prolonga la guerra, además de la emergencia de asuntos de corrupción en el ministerio que podrían desencadenar luchas intestinas de alto nivel.
No obstante, la razón principal sería de orden estratégica. “La reestructuración consiste en consolidar el papel del complejo militar-industrial como principal locomotora de la economía”, explicó a Bloomberg Evgeny Suvorov, economista jefe para Rusia del Banco CentroCredit. El enfrentamiento contra Ucrania no se reserva al ámbito militar, lo cual justificaría la selección de un economista para gestionar el conflicto, tal es el caso de Beloúsov, hombre de confianza de Putin. En diálogo con CNN, el exsecretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, planteó que “Rusia se está moviendo hacia una economía de guerra”.
Cambio de estrategia, no del concepto de guerra
Peskov agregó que la reubicación de Shoigú al frente del Consejo de Seguridad refuerza el cambio de rumbo, puesto que le permitirá al veterano general supervisar el complejo industrial-militar del país. “Está profundamente inmerso en este trabajo, conoce muy bien el ritmo de producción militar-industrial en empresas específicas y las visita con frecuencia”, describió el portavoz. Otros analistas consideran que el cambio de mando no es similar al que efectuó Volodimir Zelensky en Ucrania con su Jefe de las Fuerzas Armadas.
Por un lado, indican que el ministro de Defensa no es el responsable directo de la planificación militar, sino alguien que articula la interacción de las fuerzas con las autoridades políticas. Por otro lado, argumentan que la sucesión altere la dinámica en el frente de batalla de manera drástica, pasando a una “fase defensiva” o un “repliegue de retaguardia”. De hecho, auguran que suceda lo contrario para el verano boreal que se aproxima. Desde que cambió su concepto de guerra en octubre de 2022, deslizándose de una guerra de maniobras a una guerra de desgaste, Rusia ratificó su ventaja estratégica.
Drones y OTAN, dos vectores de incidencia
Otro factor que favoreció la designación del economista es su experiencia gestionando proyectos sobre drones. En noviembre de 2023, Beloúsov trasladó a Putin problemas con la producción nacional de este tipo de vehículos no tripulados. El dominio de este terreno en el campo de batalla parece presentarse como una dificultad para Rusia, incapaz de frenar los drones ucranianos en el frente de combate.
Según indicó el exdirector de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitry Rogozin, el ejército ruso debería considerar otros métodos para derribarlos ya que si bien tiene capacidades para hacerlo, no en cantidades suficientes. A propósito, el nuevo ministro de Defensa presentó un proyecto estatal para la producción de drones hasta 2030, incentivando un salto de escala a nivel industrial que maximice la innovación tecnológica.
Sin embargo, también sobrevuela otra hipótesis en derredor de su designación. Considerando la reciente expresión de Polonia sobre la intención inmediata de Rusia de atacar algún país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Moscú alentaría el desarrollo de sistemas aéreos de defensa para una eventual confrontación con la alianza militar. De hecho, varios políticos alemanes ya han expresado su apoyo para que la OTAN utilice estos tipos de sistemas de armas para derribar drones rusos sobre el oeste de Ucrania, lo cual representaría una escalada que la Unión Europea (UE) no descarta.
¿Ventana de oportunidad para penetrar?
En el frente de combate, la novedad de esta semana fue la apertura por parte de Rusia de una brecha en proximidades de Járkov, un óblast al noroeste de las regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk, creando de hecho un nuevo sector ofensivo. Para contrarrestarlo, el gobierno de Kiev ha anunciado a través de Zelensky que todos los refuerzos converjan a la zona donde la penetración se produjo.
Si bien analistas europeos y estadounidenses aventuran con una ofensiva de incidencia operacional al este del Río Dniéper, otros plantean que simplemente representa una ganancia para dispersar a las fuerzas ucranianas. En cualquier caso, mientras Rusia parece haber reorientado su estrategia de acuerdo al factor económico, en las próximas semanas llegará la asistencia militar y financiera norteamericana para Kiev, un elemento que dotará a Ucrania de mayor fortaleza militar.