El 2 de mayo se estrenó “Exceso de señora”, el más reciente unipersonal de Marian Moretti, bajo la acertada dirección de Debora Longobardi. En esta segunda incursión humorística en solitario, tras su destacada nominación al premio “Estrella de Mar 2024”, la talentosa actriz da vida a una mujer de mediana edad que lucha por liberarse del abrumador peso del paso del tiempo.
Una fresca y divertida propuesta escénica, fiel al estilo inconfundible de la artista. Las funciones se desarrollan los jueves a las 20 en el Teatro Buenos Aires (Rodriguez Peña 411, CABA). Las entradas se adquieren por Plateanet.
En su segundo espectáculo unipersonal cargado de humor, Moretti presenta una innovadora propuesta teatral que profundiza en el significado del término “señora”, donde destaca su relevancia como una actitud universal frente a la vida, válida tanto para mujeres como para hombres de todas las edades.
Esta comedia, con una duración de un poco más de una hora, ofrece un torrente de diversión que envuelve al público desde el primer momento hasta el instante final.
La obra, escrita en primera persona por la protagonista, retrata la experiencia de una mujer madura que reflexiona sobre el paso del tiempo y la percepción que otros tienen de ella como una mujer cercana a la quinta década de vida. Narrada magistralmente por Moretti, la historia está impregnada de humor, deleitando a la audiencia con cada chiste.
Un dúo de «señoras» a pura complicidad
Debora Longobardi, reconocida directora teatral, dirige con maestría este unipersonal que cautiva con su sencillez y exquisito gusto. En esta obra, el peso recae en la talentosa Marian Moretti, quien con un monólogo propio realiza un trabajo extraordinario en escena al relatar la increíble historia de supervivencia de una mujer madura, liberada de los estigmas de la edad.
Con sensibilidad y carisma desbordante, más su versatilidad y encanto, Moretti se convierte en una espléndida narradora que, en primera persona, cautiva al espectador y despierta una variedad de emociones.
El arranque de la puesta es muy intimista y reservado, pero en cuanto Marian entra en confianza, narra la historia con mucho desparpajo y atrapa de una a la platea.
Su figura se desplaza por un espacio escénico casi vacío, apenas hay escenografía sobre el escenario, salvo una silla y una mesa ratona con algunos objetos más que contribuyen a crear el clima y el ritmo intenso.
La actriz, con su habilidad camaleónica, crea un ambiente festivo, utilizando tonos y gestos precisos para cada anécdota contada, mientras que su mirada penetrante constantemente interpela al público que lo trata como un vecino más o amigo en una charla franca y directa.
El espectáculo es sencillo pero muy certero, formado por una serie de situaciones propias y ajenas. Sin temor a la verdad, su única protagonista se desplaza hábilmente entre cada escena, generando risas y manteniendo al público atento y plenamente entusiasmado, ya que le festeja cada chiste.
En resumen
Marian Moretti, una actriz que viene ganando su espacio en la escena porteña, ha demostrado su versatilidad en géneros que van desde el drama hasta el grotesco. Con una carrera de 20 años, no es raro verla en este espectáculo desplegar su histrionismo y carisma, para abordar temas como la soltería y la relación con el cuerpo, siempre con un toque de humor.
Su habilidad para transformar las vicisitudes en algo positivo es verdaderamente sorprendente. Sin duda, Moretti es una fuerza a tener en cuenta en el universo del espectáculo argentino, y el resultado de esta producción es un espectáculo imperdible para aquellos que quieren alta diversión una noche de jueves en la Ciudad.