Según la Real Academia Española (RAE) una matanza es la “acción y efecto de matar”. La definición rápidamente dibuja una escena: explosión, caos, gritos, ríos de sangre y la muerte precipitada. Pero en La Plata, ahora, “matanza” es otra cosa. O muchas cosas.
Esa multiplicidad de interpretaciones fue lo que Laika Perra Rusa se propuso plantear en su nuevo disco, Matanza. Guido Dalponte, una de las voces de la banda, habló con Nota al Pie sobre el álbum que nació en pandemia y que un poco se remite a ese hecho. Sin embargo, ese no será el único punto de partida.
El disco también se nutrirá de una violencia social creciente y de la combinación de un pop satírico con lo que se conoce como “matanza” murguera.
Según describió el músico, a lo largo del proceso, la idea de un evento traumático ganó protagonismo y la narrativa partiría de preguntarse cómo las distintas personas se enfrentan a ese hecho disruptivo.
Por eso, explicó Guido, el disco se pensó como una recopilación de los diversos relatos de los personajes que se imaginaron. No tanto desde un punto de vista que justificara todo, más bien sería desde el deseo de la organización.
Fruto del “pop trinchera” (concepto que utilizó para definir el estilo musical de Laika y que refiere a un pop “de aguantar los trapos”) Matanza se convirtió en una herramienta para transitar la incertidumbre, los tiempos violentos y los gobiernos fascistas.
Pero no con el cancionero de protesta que algunes pretenden y ni siquiera desde sus ideas personales. La cruzada sería satírica, con música y ganas de bailar. La indignación se mezclaría con hedonismo. Matanza, entonces, será acción y efecto de matar, esta vez, los gajes de la realidad.
Cuando la bomba hizo “bum”
Desde Laika, un poco sin querer, lograron que el nuevo disco pudiera darle continuidad a la narrativa planteada en Marcha II, el álbum que la banda publicó en 2019. De esta manera, Matanza representaría la “consecuencia” de la bomba puesta en el videoclip de “Atentado en la Pista”, una de las canciones que integran ese trabajo previo.
“Nos dimos cuenta de que todo lo que teníamos eran reacciones a lo que había pasado en el disco anterior”, explicó Guido.
Otra de las particularidades del proyecto fueron los personajes que imaginaron para el relato y cómo eso influyó en el proceso creativo. Incluso, la banda compuso canciones planteándolas en otras voces que no fueran las suyas y pensándolas como nuevos instrumentos que aportaran a la obra. Como resultado, por ejemplo, surgieron las colaboraciones con Ramiro Sagasti (de Pérez) o con Isla Mujeres.
“Fue superdivertido y también nos sirvió para amplificar un poco más el discurso. Y como en el disco aparecen muchos puntos de vista, entonces lo coral, poéticamente, era un elemento central que le aportaba a esa potencia”, detalló Dalponte.
En esa línea, el músico también habló acerca del desafío que tomó la banda con respecto al “significado” que tendría el nuevo álbum. En efecto, el propósito fue conseguir un disco “narrado por los personajes que lo narran” y no por ellos mismos.
“Nos preguntamos mucho por qué el discurso de la música tiene que ser igual al de las personas que lo cantan. Y si bien nosotros tenemos nuestras ideas, cuando tiene que cantar el fascismo, canta el fascismo”, sostuvo Guido.
Además, remarcó que la banda intenta plantearse “desafíos poéticos más que musicales” con el objetivo de “poder construir universos más complejos que el hecho de dar una cartilla de ideas”.
“A nosotros como artistas no necesariamente nos toca vincularnos con la realidad, sino más bien con la mentira. Porque si el arte fuese realidad sería un streaming diario de noticias y no sería divertido”, expresó.
Una fiesta platense
Además de Guido Dalponte en voz, la banda está compuesta por Juan Badini en guitarra y voz; Gastón Figueroa en bajo y voz; Adrián Oviedo en sintetizador y secuencias, y Elías Zapiola en batería. Aunque algunos de sus integrantes no hayan nacido en la ciudad, el grupo corrió la suerte de otras bandas que llevan el sello cien por ciento platense: universitarios de distintas partes del país que se encuentran y deciden hacer música.
“Ese espíritu que había en La Plata entre 2008 a 2015, de cierta ebullición, ayudó mucho a que nosotros eligiéramos determinado estilo”, comentó el músico, al recordar los inicios de la banda que, de no saber cómo hacer para tocar en Pura Vida, ahora proyecta expandirse hacia otros terrenos.
La primera parada de ese recorrido, en tanto, será este sábado 4 de mayo cuando Laika Perra Rusa presente Matanza en el Galpón de las Artes, el centro cultural de barrio Meridiano V, ubicado sobre calle 71 e/ 13 y 14. La fecha tendrá lugar casi ocho meses después desde la publicación del álbum, con el propósito de que el evento funcione como el cierre conceptual del proyecto.
“Va a tener una escenografía y un sonido acorde a las ideas que dan vueltas alrededor del disco. Queríamos pensar en ese universo que construimos literariamente y llevarlo a escena”, relató Guido.
Por último, en cuanto a la propuesta, comentó que la noche también contará con la participación de djs, performers y les artistas que colaboraron en algunas de las canciones del disco. Al terminar la fiesta, el after será en Ciudad de Gatos, el bar que funciona en ese mismo barrio, justo enfrente de la Estación Provincial. Las entradas pueden adquirirse a través de este link.