Luego de algunos idas y vueltas, finalmente entra en marcha el proyecto Argerich de exploración petrolera offshore. A 315 kilómetros de la costa de Mar del Plata, el buque Valaris DS-17 comenzó a perforar el pozo de la Cuenca Argentina Norte (CAN) 100 en búsqueda de hidrocarburos.
Se trata de un gran paso para una actividad con un gran potencial para el desarrollo energético, ya que las petroleras afirman haber encontrado un nuevo yacimiento comparable a Vaca Muerta en el mar argentino.
Según la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) esto “no sólo permitiría al país el autoabastecimiento en materia de hidrocarburos, sino también generaría saldos exportables de gran magnitud, lo cual permitiría consolidar la soberanía energética de nuestro país”.
¿Por qué esta actividad representa una oportunidad para la Argentina?
El potencial de la exploración offshore va de la mano con la exportación de barriles de petróleo. De acuerdo a las empresas a cargo del proyecto (Equinor, YPF y Shell) la producción potencial es de 200 mil barriles diarios en los primeros años, un equivalente a 6000 dólares anuales.
Cabe destacar que en la actualidad, con el funcionamiento de cinco cuencas de petróleo en el país y récords de producción, la exportación asciende a 600 mil barriles por día.
Por otro lado, el proyecto Argerich sienta un precedente para otros proyectos menos avanzados. Hoy en día se realizan estudios de buques sísmicos en CAN 102, la Cuenca Austral 105 y 106 y en la Cuenca Malvinas Oeste.
El impacto ambiental, la otra cara de la exploración petrolera offshore
Los reclamos de organizaciones ambientales representaron un obstáculo para el proyecto. Incluso recurrieron a la Justicia para ponerle freno a una actividad que señalan como amenazante para el medio ambiente.
La ONG Greenpeace Argentina realizó una serie de intervenciones en rechazo a la presencia de las petroleras y denunció que la iniciativa generaría un daño al ecosistema marino.
A pesar de que la Justicia rechazó los recursos solicitados, el reclamo ambiental fue tenido en cuenta y se exigió a la Argentina que compruebe el cumplimiento del deber de información estipulado en tratados marítimos con Uruguay, así como la revisión del compromiso para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) solicitó una medida cautelar para frenar el proyecto hasta la publicación de una Evaluación Ambiental Estratégica.
Según FARN, los estudios ambientales se realizaron de manera incompleta y no tienen en cuenta los efectos irreversibles sobre el ecosistema marino, sobre todo por el riesgo de derrame de sustancias tóxicas y el daño a especies vulnerables como la ballena franca austral.
Sin embargo, las petroleras lograron sortear estas trabas y avanzan con la promesa de operar de manera segura y respetuosa con el medio ambiente.