Es de público conocimiento que el fútbol femenino experimentó un gran progreso a nivel global. Esto se reflejó en el Mundial 2023, celebrado en Australia y Nueva Zelanda. Allí se batieron una gran cantidad de récords relacionados a la cantidad de espectadores, el rating televisivo y los beneficios económicos.
No obstante, existe una enorme diferencia en el desarrollo de la disciplina femenina al comparar las condiciones laborales entre Sudamérica y Europa. El campeón de la reciente edición fue España, país que obtuvo por primera vez el título. Se llevan disputadas 9 ediciones, y 5 de ellas fueron para naciones europeas. Las 3 restantes se dividen entre Estados Unidos con 2 y Japón una.
De esta forma, los países sudamericanos nunca alzaron el trofeo. Para tomar noción de la diferencia existente, solo Brasil alcanzó el podio en dos oportunidades: finalizó tercero en el Mundial de 1999 y segundo en la edición del 2007, cuando perdió 2-0 frente a Alemania.
En sintonía con estas estadísticas, durante los últimos meses la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) llevó a cabo una inédita encuesta que se refiere a las condiciones laborales que transitan las futbolistas situadas en Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
FIFPRO y su valioso informe
FIFPRO Sudamérica llevó a cabo una investigación que incluyó encuestas realizadas a 1100 futbolistas de los países mencionados. La recopilación de datos contó con la colaboración de diversos sindicatos de futbolistas.
El trabajo hizo hincapié en comprender la situación de las futbolistas a través de sus opiniones y testimonios. «Nunca se había realizado un estudio como este a nivel sudamericano», afirmó Camila García, vicepresidenta de FIFPRO.
Al analizar los datos proporcionados por la federación, se revela que la realidad dista mucho de la imagen profesional que se proyecta inicialmente. Solo el 24% de las deportistas encuestadas se dedica exclusivamente al fútbol, mientras que el 76% restante tiene otros compromisos laborales y/o universitarios.
Además, FIFPRO señaló que el 49% de las futbolistas encuestadas percibe un salario igual o inferior al Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) establecido en Argentina, que actualmente es de $202.800. Por otro lado, un 27% de las encuestadas no recibe ningún tipo de remuneración por practicar este deporte.
Argentina y la era semiprofesional
En territorio argentino, la Primera División es catalogada como profesional por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Sin embargo, es obligatorio que por lo menos 15 futbolistas cuenten con vínculos contractuales, por lo que los clubes cuentan con varias jugadoras amateurs.
En la temporada 2023 fueron varios los planteles que sufrieron el desinterés y la falta de apoyo de sus dirigentes, tal como señaló Nota Al Pie en más de una ocasión. Tal fue el caso de El Porvenir, institución que descendió a la Primera B en el cierre del año.
En off, una de las futbolistas de aquel equipo le aseguró a este medio: “A muchas les pagaron solo la mitad del sueldo, y ni hablar de quienes tienen viáticos”, destacaron. Además, una de ellas sumó: “No teníamos vestuarios ni duchas salvo los días de partido, y las condiciones de la pensión son muy jodidas”.
En respuesta a estas afirmaciones, FIFPRO proporcionó datos contundentes: el 25% de las futbolistas carece de duchas y agua caliente en sus lugares de entrenamiento. Además, el 21% no tiene seguro médico, lo cual es preocupante. Es evidente que aún hay mucho por mejorar, más allá de los avances logrados a nivel global hasta el momento.