Desde el 10 de abril el público nacional puede disfrutar de la divertidísima comedia “Exit”. Una hilarante propuesta con textos del catalán Agustí Franch, bajo la fluida dirección de Corina Fiorillo y la producción general de Tomás Rottemberg.
La obra está ambientada en una oficina y reflexiona sobre los efectos del capitalismo financiero en el mundo empresarial. Con un elenco de lujo, es el retorno a las tablas de Nancy Dupláa, quien se une al reconocido actor Juan Pablo Geretto y a la multifacética y desopilante Fernanda Metilli.
Las funciones son de miércoles a viernes 20.30, sábado a las 20 y 22 y los domingos desde las 20, en el Multiteatro Comafi (Av. Corrientes 1283, CABA).
Tras varias temporadas en España, llegó a Argentina esta genial comedia en donde el público se divierte desde la primera escena. La obra está armada como un único acto en tiempo real, donde todo sucede en un mismo espacio, la oficina de Lidia.
La nueva directora de recursos humanos, cuyo futuro profesional pende de un hilo mientras debe tomar una decisión crucial, despedir a uno de dos empleados, sin conocerlos ni comprender por qué se les debe dejar ir.
La tensión se siente en el aire, ya que su jefa le da escasas horas para decidir y apenas le proporciona criterios claros para tomar esa tenaz decisión. En un principio intenta conocer a estos dos trabajadores, pero muy rápido se da una encarnizada disputa entre ellos, quienes se enfrentan a la posibilidad de perder sus empleos.
Todo es un caos a la hora de determinar quién será despedido. Su intento de resolver la situación se convierte en una serie de batallas y revelaciones cómicas que desembocan en momentos delirantes y surrealistas. Lo que resulta un espectáculo colmado de conflictos alocados, que son un placer para la platea, que no puede evitar reír a carcajadas ante cada giro inesperado.
Exit, con un elenco en total complicidad
Bajo la dirección de Corina Fiorillo, este espectáculo resulta una comedia desopilante que garantiza ochenta minutos de risas ininterrumpidas. La trama se despliega en torno a premisas clásicas de la comedia, como el malentendido y tres personajes dispares que se ven obligados a interactuar debido a circunstancias inesperadas.
Sin duda, el elenco es el verdadero motor de esta obra. Nancy Dupláa encarna a Lidia, la nueva directora de capital humano, quien pasa de la euforia inicial a la incertidumbre cuando se enfrenta a la implacable realidad de su nuevo trabajo. Su interpretación es muy natural, es como la mediadora de la locura en todo momento.
Juan Pablo Geretto y Fernanda Metilli, como Manu y Maite respectivamente, son los que no tienen respiro una vez que se desata la batalla por quedarse con el puesto en la empresa. Geretto da vida a un contador que oscila entre la solicitud y la obsecuencia, expone todo su arsenal de recursos cómicos para el disfrute de la platea, y es todo un acierto.
Cada vez que el actor abre la boca, la gente no puede contener la risa. Dueño de un talento increíble en la comedia, hace décadas que brilla en sus unipersonales. Quizá, a pesar de que su interpretación es todo un acierto, es una lástima no desafiarse a sí mismo para poder construir un personaje desde otro lado, ya que tiene todo para lograrlo.
Metilli es la contadora aguerrida y sin pelos en la lengua, y toda una sorpresa su interpretación, su energía como gracia, crece en el transcurso del relato. Es una perfecta contrapartida de su compañero en escena.
La obra cuenta también con la colaboración especial de la locutora Elizabeth “Negra” Vernaci, quien hace el papel de la jefa general de la empresa, en una historia muy divertida, pero que al mismo tiempo sumerge a la platea en un universo empresarial, colmado de contradicciones y complejidades.
La escenografía diseñada por Lula Rojo añade otro nivel de excelencia a la experiencia teatral de la pieza. Su meticuloso montaje enmarca a la perfección el desarrollo de una comedia notable, en la que destacan indudablemente tres de las mejores actuaciones de la temporada actual.
En resumen
«Exit» se convierte en una cita imprescindible para les aficionades al buen teatro. Su trama efectiva, su elenco brillante y la dirección arriesgada, la elevan a la categoría de una obra imperdible. La tensión crece mientras los personajes se enfrentan a sus propios demonios, manteniendo al público en vilo durante toda la función.
La producción logra momentos de humor y comedia física magistrales, al mismo tiempo que invita a reflexionar sobre cómo el capitalismo distorsiona y deshumaniza las relaciones laborales, llevándolas a extremos de crueldad.