Miles de estudiantes se manifestaron este martes a lo largo del país, en defensa de las universidades y de la educación pública. El centro del reclamo se realizó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con una marcha que empezó en las distintas universidades, tuvo una primera parada en Congreso y terminó en Plaza de Mayo.
Trabajadores, docentes, no docentes y estudiantes de las universidades de Buenos Aires, tanto públicas como privadas participaron de la manifestación más grande contra el gobierno de Javier Milei y en defensa de la educación pública.
Muches de quienes se manifestaban encontraron en la universidad pública la posibilidad de ser primera generación de universitaries, o que sus hijes o nietes lo sean, y así lo manifestaban en los variados carteles que llevaron.
“Somos 800 mil argentinos en esta plaza, y más de un millón en todo el país, que estamos orgullosos de nuestra Universidad Pública”, señaló Carlos De Feo, secretario general de CONADU, sobre el escenario en Plaza de Mayo.
El reclamo en defensa de la educación pública se debe, entre otras cosas, a la falta de presupuesto para las universidades que continúan con el proyectado en noviembre de 2022 ante una inflación interanual de 276,2% . Esto llevó a que varias universidades se vieran forzadas a apagar las luces de los pasillos para ahorrar luz (como la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires) o que tengan que recortar parte de su funcionamiento.
Mientras tanto, desde el gobierno nacional continúan con el relato de que la discusión por el presupuesto “está saldada”. “El tema presupuestario de las universidades y de los hospitales universitarios no solo que está resuelto, sino que además está transferido”, señaló el vocero Manuel Adorni. Desde las universidades aclaran que es insuficiente y solo tiene en cuenta el funcionamiento y no los salarios.
La manifestación
Transversalidad es la palabra que recorrió la marcha. Miles de personas de distinta edad, clase social, partido político se concentraron en distintas ciudades del país en defensa de la educación pública.
“La marcha reúne a quienes se oponen a las medidas de un Gobierno que propugna en teoría la libertad, pero atenta contra la posibilidad de estudiar”, había explicado Tomas Battaglino, secretario de la Federación Universitaria Argentina (FUA) y responsable del Movimiento Sur, en la previa.
Y así fue, desde Plaza Houssay salió una parte del conglomerado de la Universidad de Buenos Aires. Y de allí salió la convocatoria hacia Congreso a las 14, liderada por su vicerrector, Emiliano Yacobitti, junto a otras autoridades de la UBA.
“Traigan a Caputo y a Milei para que vean que la UBA no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”, cantaban mientras avanzaban por Avenida Córdoba. Una señora le sacaba fotos, orgullosa, a sus hijas, que portaban carteles en defensa de la educación. Después, mandaba un audio sorprendida y emocionada contando la cantidad de gente que había.
La masividad de la gente y el flojo control por parte del Gobierno de la Ciudad hizo que colapsaran hasta las calles paralelas de Avenida de Mayo y Avenida Rivadavia, trabando el tránsito que ya era imposible que anduviera por ahí, debido a la cantidad de gente que caminaba hacia Plaza de Mayo.
Con la policía rodeando y cortando Avenida Entre Ríos a la altura de la entrada del Congreso, las agrupaciones políticas se concentraron desde Plaza del Congreso y se fueron acomodando hasta 9 de julio. Mientras, miembros de diversas universidades del conurbano como la Universidad de Tres de Febrero y la Universidad de Hurlingham ingresaban por Callao.
Hasta las 18, la gente continuaba caminando hacia Avenida de Mayo en una concentración de gente que llegaba desde Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación en espera del acto principal.