En la última semana, varios hechos trágicos enlutaron a la provincia de Salta. Como un claro síntoma de la dura realidad que vive nuestro país, se registraron cinco muertes por desnutrición infantil, más precisamente en comunidades originarias.
A los problemas de infraestructura, pobreza y dificultad para acceder al sistema de salud, se sumaron en los últimos meses el aumento de los alimentos, falta de fórmulas lácteas y faltantes de medicamentos para estos colectivos.
Se trata de cinco infancias que pertenecían al Pueblo Nación Wichí de la localidad de Santa Victoria del Este por la falta de nutrición. Esta zona del departamento Rivadavia está comprendido dentro de la emergencia socio sanitaria declarada en 2020 por la muerte de niñes, en su mayoría indígenas, por desnutrición infantil.
De hecho, la situación es mucho más crítica. En lo que va del 2024 en Santa Victoria Este se registraron 11 muertes de menores de edad, abarcando desde recién nacidos hasta adolescentes.
Durante el 2023, la indigencia aumentó a 19,4 % según UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y advirtió que sin políticas de protección infantil alrededor de 270 mil niñas y niños más vivirían en la pobreza y más de 1 millón pasarían a ser indigentes.
Desnutrición infantil: qué pasa con las infancias de pueblos originarios
Los problemas estructurales de las comunidades originarias son históricos. Recordamos que desde el 2020 está declarada la emergencia en el norte argentino ante la cantidad de casos de muerte por hambre. Sin embargo, las políticas de ajuste del gobierno nacional agravaron por completo la situación.
Durante los últimos días de marzo, luego de las primeras muertes, desde la Subsecretaría de Medicina Social del Ministerio de Salud Pública salteño informaron que se realizaron operativos de atención sanitaria en parajes de Santa Victoria Este, Rivadavia Banda Norte y General Mosconi.
Medicina Social detalló que en los parajes Misión El Arrozal, Campamento Ventura y Misión San Miguel, se atendieron a 58 personas, 25 de ellas adultas y 33 pediátricas. En aquella ocasión, dos personas fueron derivadas al Hospital de Santa Victoria Este por “cuadros de deshidratación y piodermitis (enfermedades infecciosas cutáneas)”.
Estos números se condicen con los que informó UNICEF a finales del año 2023. Como lo hemos manifestado anteriormente, el 19,4% de chicas y chicos del país vivían en hogares que no cubren la canasta básica de alimentos.
Frente a este dato, la organización alertó al gobierno porque el congelamiento del presupuesto nacional destinado a la niñez que cayó un 75% en términos reales según su investigación.
“En un contexto de vulnerabilidad social y elevados niveles de pobreza infantil, es importante sostener las partidas presupuestarias destinadas a las políticas de protección de ingresos a los hogares”, advirtieron.
La situación crítica en las provincias
De acuerdo a los datos oficiales publicados por INDEC, la Canasta Básica de Crianza aumentó un 50% en lo que va del 2024. Esto significa que en el mes de marzo, se necesitaron entre $282.025 y $355.836 dependiendo de su edad. De esta forma, el costo de mantener a las infancias fue mayor al Salario Mínimo, Vital y Móvil (202.800).
A esta situación a nivel nacional, se le suma la deuda con las provincias en términos de mejoras estructurales. Pese a las decisiones de cada gobierno provincial, es fundamental la inversión del Estado para facilitar el acceso a una vida digna a miles de comunidades que no tienen acceso a agua potable o no cuentan con servicios de salud cercanos.
La cartera de Salud informó que en el Centro de Recuperación Nutricional de Santa Victoria Este hay diez niñes “internados recibiendo tratamiento nutricional oportuno y estimulación temprana”. Este lugar tiene una capacidad máxima de diez camas y su demanda supera su capacidad.
El Centro funciona desde hace dos años y ya recuperó a más de 160 niños y niñas. Sin embargo, la mayoría de infantes recuperades vuelven a la internación, debido a que se mantienen las causas estructurales que provocan su desnutrición. Esta zona tiene altos índices de necesidades básicas insatisfechas.